sábado, 22 de junio de 2013

ENRÉDATE LA MOVIDA DE PAPEL,./ El enemigo invisible, por Cristina Morató


TÍTULO: ENRÉDATE LA MOVIDA DE PAPEL,.

arte

La Movida de papel

El Museo ABC acoge una exposición con cartas, grabados y pósteres que dan cuenta de aquella eclosión creativa,.

La Movida madrileña va mucho más allá de Pedro Almodóvar, Alaska y Fabio McNamara. Aquella eclosión de creatividad, aires de fiesta y transgresión que se produjo en la década de los ochenta tuvo en su nómina a fotógrafos, pintores y músicos, muchos de ellos desconocidos para el gran público. El Museo ABC exhibe ahora la obra gráfica de 200 creadores que apostaron por el papel como soporte para expresar sus inquietudes artísticas. En la muestra hay de todo, desde dibujos de Ceesepe a cómics de Javier Mariscal, pasando por fotografías de Alberto García-Alix e incluso una monumental peineta de Martirio.
Cartas, grabados, pósteres, 'storyboards', figurines de moda y partituras de canciones componen esta exposición, titulada 'El papel de la movida. Arte sobre papel en el Madrid de los ochenta'. Sin ánimo de hacer un recorrido enciclopédico de una época que arroja sus luces y sombras -algunos de sus protagonistas más insignes perdieron la vida por culpa de la heroína y el sida- el centro muestra casi 500 obras. Como curiosidad, la exposición, que permanecerá abierta hasta el 22 de septiembre, muestra la pintura de artistas que descollaron en la música, como es el caso de Carlos Berlanga -cantante y compositor de Pegamoides y Dinarama-, Tino Casal y Alaska. Aquellos años de efervescencia y jarana fueron el escaparate de una joven democracia que anhelaba sacudirse la grisura del franquismo. El fenómeno, cuyo inicio los expertos datan en 1977, hizo que la urbe saliera en la prensa internacional como el colmo de la modernidad, al lado de ciudades como Nueva York, Londres o Ámsterdam.
¿Cuándo acabó la Movida? Para muchos la defunción de la fiesta se produjo en 1992, con la Expo de Sevilla. El punto de arranque de la exposición es la sección 'Gente y aparte', un conjunto de páginas que desde 1987 se incluyó en la edición sabatina de 'ABC' y en la que los protagonistas de la Movida daban cuenta de sus trabajos. El comisario de la exposición, Pablo Sycet Torres, fue testigo de aquella década que para algunos fue prodigiosa y para otras un tiempo banal. Los exagerados llegaron al extremo de comparar aquel resurgir de la música, el cine y el cómic nada menos que con la Generación del 27.
En el campo de las letras, los ochenta vieron nacer las novelas de Vicente Molina Foix, Eduardo Mendicuttu y y Luis Antonio de Villena. Incluso el director de cine Pedro Almodóvar hizo sus pinitos literarios y publicó en Anagrama 'Patty Diphusa', que tienen como personaje principal a una estrella internacional de fotonovelas porno. El relato se inspiró en la musa del cineasta, el provocador y travestido Fabio McNamara, quien participó en el rodaje de 'Laberinto de pasiones' cantando a dúo con el director manchego ese engendro de canción que se llama 'Gran Ganga'.


  • TÍTULO: El enemigo invisible, por Cristina Morató


  • Kori Cioca soñaba desde niña con entrar en el Ejército de los EE.UU. y de mayor pudo hacer realidad su sueño al ser reclutada por la Guardia Costera. Tras la instrucción, fue destinada a la localidad de Bay City, en el estado de Michigan. Tenía 23 años y era la única mujer de su unidad. Un día, cuando regresaba de un entrenamiento, se encontró durmiendo en su cama a su supervisor. Cuando intentó echarle, este la insultó y le propinó un golpe en la mejilla. Kori denunció el incidente a un superior, que hizo la vista gorda y le dijo que no quería problemas.

    Unos días más tarde, en diciembre de 2005, la joven fue brutalmente violada en su dormitorio por este mismo individuo. Han pasado siete años desde aquella agresión y Kori –casada con un militar y madre de una niña pequeña– todavía está sufriendo dolor crónico, depresión y trastorno por estrés postraumático. Su agresor la golpeó con tal fuerza que le dislocó la mandíbula y le lesionó la columna. A día de hoy aún no ha conseguido que la Administración de Veteranos de Guerra financie la cirugía que necesita. Ella es una de las protagonistas del documental “La guerra invisible” –emitido recientemente en Documentos TV, de La 2– donde por primera vez se denuncian los abusos sexuales dentro del Ejército norteamericano y que ha causado un gran impacto en la opinión pública de aquel país.

    Al igual que Kori, la vida de la teniente de infantería Ariana Klay quedó truncada al entrar en el Ejército.
    Tras servir durante nueve años a su patria en Irak, donde destacó por su entrega y valor, fue destinada a la base de Marine Barracks en Washington. Para ella era un sueño poder formar parte de esta unidad de élite encargada de acompañar a los presidentes y dignatarios, y gestionar la seguridad de la Casa Blanca. Al poco de llegar, un superior de su unidad le dejó claro que “aquí las mujeres no son más que objetos sexuales para distracción de los soldados”. Durante semanas sufrió en silencio burlas, insultos y el acoso de sus compañeros sin que nadie la ayudara. Una noche fue violada por un oficial y un amigo de este. Le advirtieron que, si lo contaba, la harían asesinar y echarían su cuerpo a una zanja. Ariana Klay, al comprobar que su comandante quería ocultar los hechos, intentó suicidarse. Su agresor fue juzgado por un consejo de guerra acusado de adulterio y lenguaje indecente.

    Miles de mujeres soldados del glorioso Ejército de los EE.UU. sufren cada año abusos sexuales por parte de sus superiores o compañeros. La mayoría no son denunciados por vergüenza o por miedo a que las rebajen de rango o a sufrir represalias. Las pocas que se han atrevido a dar la cara saben que no se las tomará en serio y que los agresores quedarán impunes. Lo que más traumatiza a las víctimas no es solo la violencia y el acoso sino la ausencia de justicia. Piden que sea un organismo independiente, ajeno a la jerarquía castrense, el que investigue estos casos y juzgue a los culpables. Mientras ese día llega, saben también que su peor enemigo está en sus propias filas.


    P. D.: Más del 20% de las mujeres soldados veteranas han sido agredidas sexualmente en el Ejército de los Estados Unidos. También los hombres sufren este tipo de abusos, pero no los denuncian. Lo más terrible es que estos agresores que no han sido condenados son delincuentes sexuales reincidentes.




    No hay comentarios:

    Publicar un comentario