Cuantas historias se esconden
Bajos esos ojos sin brillo,
Enrojecidos del llanto
Y rígidos por el frío…
Ojos que a veces no miran
Por vergüenza de pedir
A un mundo soberbio y ruin
Que les desprecia y castiga…
Cuantas historias de gentes
Que perdieron el hogar
Por caprichos de la Suerte
Que les quiso abandonar…
Y tragedias, y mentiras,
Que no es preciso contar,
Pues el caso es que acabaron
En la calle a mendigar.
Errantes calles caminan
Sin su rumbo enderezar,
Buscando no ya el cariño
Sino un poco de Piedad,
Y con pocas excepciones
De personas de bondad,
No reciben atenciones,
Sino, a veces agresiones
De ignorantes de su mal.
Y cuando llega la noche,
Sigue eterno caminar,
Pues no pueden acostarse
A sus huesos descansar,
No les permiten sentarse,
No les permiten estar,
Las miradas de desprecio
Se les clavan cual puñal.
Y otra mañana que llega,
Y otro día que se va,
Mientras siguen los sin techo
En busca de algún lugar
Que del frío les proteja,
Y ofrezca seguridad.
Y de nuevo alzan la mano,
Con vergüenza en su mirar,
Para que las buenas gentes
Alivien su gran pesar. :|