...yo... yo traigo la verdad, paz entre los hombres de mala voluntad…
Cuelga tu cuerpo en el perchero
y que venga tu alma conmigo de paseo,
un viaje al centro de la herida,
donde el color gris de la palabra melancolía,
se mezcla con el gris del asfalto que hay en tu ciudad o en la mía.
La tele me ha culturizado
porque cada vez que la encienden en casa, me voy a leer a mi cuarto.
¿de veras crees que evolucionamos?... No lo tengo tan claro
del homo sapiens al hommo zapping hemos pasado.
La política es deprimente
no votaré en las elecciones siguientes,
votar es elegir en secreto a quien te robará públicamente
¡Que me expliquen el fraude!
¿Por qué un piso tan pequeño y la hipoteca tan grande?,
El racismo es ilógico, es mala puntería
que el hombre “negro” sea “blanco” del odio
en el fondo todos somos flores,
el país donde uno nace no es mas que la maceta donde cayó su polen,
aunque viva en España a mi si me gustaran los toros sería vaca,
¡escúchame! no creo en Dios ni en Buda
por mucho que adelgace,
la iglesia habla en latín en misa
porque así entendemos menos sus mentiras
en la prensa vemos desgracias todos los días,
ojalá suba el precio de los periódicos
a ver si así traen mejores noticias,
la humanidad tiene armas modernas, pero antiguas las heridas.
Existen las guerras, ¿para qué?
si al final todos nos vamos a morir sin que nadie nos mate,
en las pistolas fíjense…
a cada disparo recula el cañón,
como asustado por lo que acaba de hacer,
digo las cosas como son sin adornos
con una mirada que lo dice todo,
no, no llevo cadenas de oro solo tengo una cadena
y es la que me ata al R.A.P. como si fuese una maldita condena.
“Una mirada no dice nada y al mismo tiempo lo dice todo”
“Una mirada no dice nada y al mismo tiempo lo dice todo”
Intentan censurarnos pero este rap esta condenado a no extinguirse,
hago que el guardia baile al son de la música que prohíbe,
somos yonquis del consumismo
nos quita la sed de la juventud, el alcohol del botellón,
los cantos de sirenas marinas te atraen hasta ahogarte la vida,
especialmente las sirenas de las fábricas
mantengamos la calma por muchos detalles,
la violencia por un policía más en tu calle.
Nuestra nación es el color del mundo entero,
desconfía del fiel patriota, ¿El pecho te da la patria?...
la espalda te da el gobierno,
la bandera de los traidores
siempre guarda pliegues para colores nuevos,
es crudo que sea así,
el ladrón roba al banco el banco te roba a ti,
por eso estoy cosiendo esperanzas para el invierno
vivimos mirando sin ver en una urbe diseñada por ingenieros.
Tengo razón
la tecnología nos calienta el cerebro y nos enfría el corazón,
la pesadilla no acaba
hoy día las bombas son más inteligentes
que los generales que las lanzan,
paz no alcanzará la raza humana,
el niño que por moda es raper será raper por un tiempo,
el niño que es pobre será pobre hasta que este muerto,
me duele admitirlo
pero quiero llenar el vacío
de quien tiene algo que decir y no puede decirlo.
“Una mirada no dice nada y al mismo tiempo lo dice todo”
“Una mirada no dice nada y al mismo tiempo lo dice todo”
"Una mirada… No dice nada… Una mirada… Lo dice todo"
"Una mirada… No dice nada… Una mirada… Lo dice todo
.TÍTULO: YA HAY PAPA NUEVO FRANCISCO,.
El
nuevo papa es el argentino Jorge Mario Bergoglio, Francisco I.
Los retos que tendrá que afrontar el ... Fumata blanca: ya hay nuevo
Papa ...
Un papa que sonríe, que da las buenas tardes, que hace una broma apenas unos
minutos después de recibir sobre sus hombros el peso entero de una Iglesia
lastimada, que pide la bendición antes de darla, que es jesuita como tantos
otros que consiguieron hacer caminar de la mano la fe y el conocimiento, que
vivía en un apartamento en vez de en un palacio cardenalicio y se montaba en el
transporte público para ir a confortar a los enfermos y a los pobres, un papa que hace ocho años
pudo serlo y dijo que pase de mí este cáliz, un papa que viene
del nuevo mundo, que tiene cara de buena persona y que elige el sencillo
nombre de Francisco es una
oportunidad a la esperanza.
El viernes recibirá al colegio cardenalicio en el Vaticano y el sábado se reunirá con la prensa. El papa Francisco rezará el Ángelus el domingo desde la ventanade su apartamento papal. La misa de inauguración del pontificado será el día 19.
Para los católicos y para quienes, desde la orilla de la duda o del
descreimiento absoluto, desean que la Iglesia abra las ventanas y se dedique, de
una vez, a remar al lado de los hombres, solo el tiempo dirá si, efectivamente,
el argentino Jorge
Mario Bergoglio, de 76 años, es el papa que estaba esperando el mundo, pero
el miércoles por la noche, frente a Roma rezando por él en silencio, logró
ganarse su oportunidad.
Hace solo dos días, cuando los cardenales, con toda la pompa y el boato de que es capaz el Vaticano, fueron entrando en la Capilla Sixtina y jurando sobre los Evangelios, no había mucho que celebrar. Las quinielas decían que para sustituir a Benedicto XVI —el papa teólogo que no pudo con las intrigas de la Iglesia— habría una pugna muy cerrada entre un cardenal italiano representante del poder y del dinero y un brasileño preferido por la curia. La única y débil esperanza era que tal vez ese cardenal estadounidense con cara de simpático y sandalias de franciscano consiguiera engatusar al Espíritu Santo. Después de Juan Pablo II, el pontífice carismático que encubrió a Marcial Maciel y sus vicios, y del fallido Benedicto XVI, la Iglesia golpeada por los escándalos del poder y del dinero necesitaba un revulsivo, pero esa procesión de hombres ancianos vestidos de púrpura no era una llamada a la ilusión. Sin embargo, este miércoles por la noche, cuando los restos del humo blanco aún vagaban por la orilla del Tíber, todas las campañas de Roma se pusieron a sonar y se abrieron por fin las cortinas del Vaticano, la sorpresa estaba allí.El Papa —que solo tiene un pulmón, ya que perdió el otro a causa de una infección infantil— sonreía. Parecía tranquilo. Habló tranquilo. Lo primero que hizo fue dar las buenas tardes. Lo segundo, gastar una broma: “Queridos hermanos y hermanas. Sabéis que el papa es obispo de Roma. Me parece que mis hermanos cardenales han ido a encontrarlo casi al fin del mundo. Pero estamos aquí, y os agradezco la acogida”. Ya en ese momento, Jorge Mario Bergoglio, que será Papa bajo el nombre de Francisco, se había ganado a la parroquia. A la suya y a la ajena. A la suya porque estaba aquí, sobre la plaza de San Pedro, saltando de alegría, y a la ajena porque bastaba un vistazo rápido a Twitter para comprobar que muchos de los que hasta hacía un momento bromeaban sobre la relativa importancia del nombre del nuevo Papa —“será un varón, anciano y tal vez católico”— se quedaban impactados ante las buenas maneras, de párroco de pueblo más que de Sumo Pontífice, del argentino. El primer latinoamericano, el primer jesuita, el primer Francisco.
Una agenda apretada
AFP
El nuevo Papa tenía previsto pasar la noche en la Casa Santa Marta, donde
residen los cardenales durante el cónclave, y este jueves por la mañana realizar
una visita privada la basílica romana de Santa María la Mayor. Por la tarde, a
las cinco, celebrará una misa en la capilla Sixtina con los otros 114 electores.
El cardenal Dolan ha señalado que este mismo jueves visitará al papa emérito
Benedicto XVI en Castel Gandolfo.El viernes recibirá al colegio cardenalicio en el Vaticano y el sábado se reunirá con la prensa. El papa Francisco rezará el Ángelus el domingo desde la ventanade su apartamento papal. La misa de inauguración del pontificado será el día 19.
Hace solo dos días, cuando los cardenales, con toda la pompa y el boato de que es capaz el Vaticano, fueron entrando en la Capilla Sixtina y jurando sobre los Evangelios, no había mucho que celebrar. Las quinielas decían que para sustituir a Benedicto XVI —el papa teólogo que no pudo con las intrigas de la Iglesia— habría una pugna muy cerrada entre un cardenal italiano representante del poder y del dinero y un brasileño preferido por la curia. La única y débil esperanza era que tal vez ese cardenal estadounidense con cara de simpático y sandalias de franciscano consiguiera engatusar al Espíritu Santo. Después de Juan Pablo II, el pontífice carismático que encubrió a Marcial Maciel y sus vicios, y del fallido Benedicto XVI, la Iglesia golpeada por los escándalos del poder y del dinero necesitaba un revulsivo, pero esa procesión de hombres ancianos vestidos de púrpura no era una llamada a la ilusión. Sin embargo, este miércoles por la noche, cuando los restos del humo blanco aún vagaban por la orilla del Tíber, todas las campañas de Roma se pusieron a sonar y se abrieron por fin las cortinas del Vaticano, la sorpresa estaba allí.El Papa —que solo tiene un pulmón, ya que perdió el otro a causa de una infección infantil— sonreía. Parecía tranquilo. Habló tranquilo. Lo primero que hizo fue dar las buenas tardes. Lo segundo, gastar una broma: “Queridos hermanos y hermanas. Sabéis que el papa es obispo de Roma. Me parece que mis hermanos cardenales han ido a encontrarlo casi al fin del mundo. Pero estamos aquí, y os agradezco la acogida”. Ya en ese momento, Jorge Mario Bergoglio, que será Papa bajo el nombre de Francisco, se había ganado a la parroquia. A la suya y a la ajena. A la suya porque estaba aquí, sobre la plaza de San Pedro, saltando de alegría, y a la ajena porque bastaba un vistazo rápido a Twitter para comprobar que muchos de los que hasta hacía un momento bromeaban sobre la relativa importancia del nombre del nuevo Papa —“será un varón, anciano y tal vez católico”— se quedaban impactados ante las buenas maneras, de párroco de pueblo más que de Sumo Pontífice, del argentino. El primer latinoamericano, el primer jesuita, el primer Francisco.
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