Eddie Redmayne -
i/Eddie_Redmayne,.
Eddie Redmayne. Eddie Redmayne.jpg. Eddie
Redmayne en 2011. Nombre real , Edward John David Redmayne. Nacimiento,
Bandera del Reino Unido ...
Edward John David "Eddie" Redmayne (Londres, Inglaterra, 6 de enero de 1982) es un actor y modelo británico.
Redmayne asistió al Colegio
Eton y posteriormente estudió historia del arte en el Trinity College, Cambridge, de donde
se graduó en 2003. Redmayne actuó con el National
Youth Music Theatre y realizó su debut profesional en la obra Noche de reyes en el
Middle Temple Hall en 2002.
Redmayne ganó el premio al actor revelación en los Evening Standard Awards (Premios Evening Standard) de 2004 por su actuación en la obra de Edward Albee The Goat: or, Who is Sylvia? También obtuvo el premio al actor revelación en los Critics' Circle Theatre Awards en 2005.[1] En 2010 ganó el premio Tony al mejor actor destacado en una obra de teatro en la obra Red.[2]
Redmayne también apareció en la miniserie de la BBC Tess of the D'Urbervilles como Angel Clare. En 2008, Redmayne trabajó como modelo de Burberry.[3]
También participó en la serie Los pilares de la Tierra, donde interpreta a Jack Jackson. En 2012 actuó en la película musical Les Misérables, interpretando a Marius Pontmercy.
Redmayne ganó el premio al actor revelación en los Evening Standard Awards (Premios Evening Standard) de 2004 por su actuación en la obra de Edward Albee The Goat: or, Who is Sylvia? También obtuvo el premio al actor revelación en los Critics' Circle Theatre Awards en 2005.[1] En 2010 ganó el premio Tony al mejor actor destacado en una obra de teatro en la obra Red.[2]
Redmayne también apareció en la miniserie de la BBC Tess of the D'Urbervilles como Angel Clare. En 2008, Redmayne trabajó como modelo de Burberry.[3]
También participó en la serie Los pilares de la Tierra, donde interpreta a Jack Jackson. En 2012 actuó en la película musical Les Misérables, interpretando a Marius Pontmercy.
Filmografía
Cine
- Like Minds (2006)
- El buen pastor (2006)
- Elizabeth: la edad de oro (2007)
- Savage Grace(2007)
.TÍTULO: EL PERSONAJE TAMARA FALCÓ,.
Tamara Falcó continúa su formación espiritual en reuniones del Camino Neocatecumenal
La también hija del marqués de Griñón acudió a la parroquia de Santiago y San Juan en Madrid para recibir unas charlas y así poder confirmarse.
TÍTULO: ENTREVISTA XL RICARDO DARÍN ACTOR ARGENTINO,.
Trato de controlar mi propia violencia. Es la más temo,.
Ricardo Darín: "Trato de controlar mi propia violencia. Es la que más temo"
El actor está enfadado. nfadado de escuchar mentiras sobre su
vida, e que tergiversen sus palabras y de estar en el centro de la polémica. La
última: Cuando cuestionó el origen de la fortuna de Cristina Kirchner, la
presidenta de su país. De todo ello hablamos con él cuando estrena en españa su
película "Tesis sobre un asesinato".
Ha venido a España a promocionar su última película, Tesis sobre un
asesinato, de la que es protagonista. Su personaje es un abogado de
prestigio que imparte un máster sobre criminología cuando se produce un
asesinato en la misma puerta de la universidad en la que se encuentra dando la
primera clase a sus alumnos. Y ahí empieza la investigación. Ricardo Darín
(Buenos Aires, 1957) aguanta como nadie los primeros planos y seduce rotundo con
su mirada azul, y la historia es ágil, está bien contada y mantiene momentos de
inquietante suspense.
XLSemanal. Su película Tesis sobre un asesinato se basa principalmente en la importancia de los detalles. Así empieza su argumento.
Ricardo Darín. Yo soy muy detallista. Muy detallista [recalca]. Un detalle te puede revelar la personalidad de alguien mucho mejor que lo que declara. A veces, por un detalle, te das cuenta de que en el discurso que te están soltando algo no encaja.
XL. El 5 de abril se estrena en España. ¿Cómo le fue el estreno en Argentina?
R.D. En Argentina aún está en cartel. El estreno fue fantástico. Pero lo que a mí me gusta es ir de incógnito, verla en una salita, sentarme y palpitar con la gente. Todavía no he podido hacerlo, pero, ahora, cuando vuelva, lo haré. El día del estreno siempre es una mierda.
XL. ¡Hombre, no será para tanto!
R.D. Sí, sí, siempre es así; esta vez, además, fue tremendo. Coincidió con todo un rollo montado por una expresión en voz alta que me permití el atrevimiento de expresar y eso generó toda una ola de comentarios.
XL. [Se refiere a una entrevista en la que dijo que habría que investigar el enriquecimiento de la presidenta argentina]. ¿Tergiversaron sus palabras?
R.D. No, sintetizaron lo que dije. Mi reclamo era: «Yo quiero saber por qué todos los que tienen acceso al poder, de la noche a la mañana, no pueden declarar cómo fue su incremento patrimonial».
XL. Se ha escrito que el matrimonio Kirchner empezó a amasar su fortuna a través de un despacho que montaron para ejecutar los desahucios de quienes no podían pagar la hipoteca en tiempos de crisis. Feo, ¿no?
R.D. Es un espanto, porque la crueldad con la que se ejecutan viviendas sin importar las historias y vidas que hay detrás de todo eso es muy perversa. Todo forma parte del mismo sistema. No sé si esas cosas que se dicen sobre su historia son ciertas. No estoy seguro.
XL. En época de crisis, la corrupción clama aún más al cielo.
R.D. Cuando la torta era grande, todo el mundo se callaba, pero cuando es pequeña... En mi país había una frase que a mí me paraba los pelos de la nuca y que se decía con absoluta soltura: «Bueno, roban pero hacen». Y con eso se terminaba la discusión. Nos estamos acostumbrando a que sea normal lo que es común, y común no es lo mismo que normal. Nos hemos acostumbrado a vivir con naturalidad la corrupción, es espeluznante.
XL. A la presidenta le ha sentado mal que cuestionara su fortuna, pero a mí me ha parecido igual o más grave el resto de sus declaraciones: «Argentina es un país niño donde la gente espera que papá Estado le diga por dónde tiene que ir [...]. Que al que discrepa se lo considera enemigo, pero no enemigo al que batir, sino enemigo al que eliminar [...]. Que hay caza de brujas con el que disiente, al que lo llaman 'apátrida'».
R.D. Es verdad que esta parte no ha levantado polvareda. Eso demuestra el nivel intelectual en el que nos estamos moviendo. Cuando digo «enemigo al que eliminar», no me refiero a una eliminación necesariamente física, aunque tampoco me sorprendería demasiado.
XL. Reconocerá que en su país se puede discrepar bastante poco en voz alta.
R.D. Debo reconocer que no me ha pasado nada y que hay quien se ha cagado en mí y quien me ha defendido.
XL. Federico Luppi lo ha llamado «pelotudo».
R.D. No lo tomé tan mal como muchos hubieran pretendido porque lo conozco hace muchos años y sé exactamente lo que me quiso decir: «Nene, estás metiendo el dedo en un ventilador y no estás preparado para eso». La mía fue una reacción visceral que ha sido manipulada tanto de un lado como del otro. Eso demuestra que Luppi tenía razón.
XL. En España, muchos actores e intelectuales toman partido y los políticos les piden apoyo.
R.D. Me parece muy bien que hagan una declaración de principios, forma parte de los derechos; pero nos olvidamos de los que, a lo largo de la historia, tuvieron que exiliarse por haberse pronunciado. El que exige que la gente declare sus principios olvida eso con mucha facilidad.
XL. ¿Nunca ha apoyado a un partido político?
R.D. No, porque a veces, cuando escucho a un político decir algo con lo que estoy de acuerdo, veo que luego hace o dice otras cosas con las que ya no estoy tan de acuerdo.
XL. Volviendo a su presidenta. Las relaciones entre España y Argentina se han visto deterioradas tras la decisión de expropiar en el modo que lo hizo la compañía Repsol YPF.
R.D. También en este caso ha habido una manipulación de la información y se han llevado las cosas al punto de hacernos creer que se trataba de un enfrentamiento entre países, y nos estamos olvidando de que es una cuestión de empresas. La pregunta que yo haría y sé que con esto me gano el odio de muchos españoles, a los que les pido que me perdonen es: ¿Repsol es una empresa absolutamente española? ¿No pasó lo mismo con España y Rusia años atrás?
XL. ¡Nada que ver! Pero es que, además, ninguna empresa de esas dimensiones tiene dinero de un solo país y en cualquier caso, cuando se expropia, se paga el valor real de la empresa.
R.D. Hay momentos en los que determinados grupos o administradores, por llamarlos de una forma perfumada, advierten que han existido irregularidades muy grandes en las que no se puede volver atrás y toman una decisión abrupta. Yo no estoy de acuerdo con la forma en la que se tomó. Hubo una gran crispación porque se tenía que haber hecho de forma más amable, democrática y civilizada.
XL. Vayamos a cuestiones más amables. Después de que le concedieran la nacionalidad española, ¿se siente español?
R.D. Fue un honor que me concedieran la nacionalidad en un país en el que siempre me han tratado con mucho cariño y en el que siempre me han hecho sentir como en mi casa.
XL. Con tal motivo ha jurado fidelidad al rey y obediencia a nuestra Constitución.
R.D. El rey ha estado muy bien conmigo, por supuesto, y espero que sus problemas se arreglen con brevedad; pero yo creo que básicamente lo que he jurado es obediencia al pueblo español.
XL. Ha dicho: «Yo caigo bien a los españoles porque no saben nada de mí».
R.D. Exacto [sonríe]. No tienen conciencia de mi pasado.
XL. ¿Ha sido un pájaro de cuentas?
R.D. [Se ríe]. Más o menos y de eso aquí no saben nada.
XL. De usted sabemos que fue mal estudiante, que hacía 'novillos', que repitió tres veces el tercer curso... Sin embargo, en su haber tiene que fue elegido tres años consecutivos mejor compañero de clase.
R.D. Me gustaba mucho la calle, sí. No me quiero justificar, pero a mí me tocó en Secundaria una época en la que la ebullición política en Argentina era muy fuerte. Y lo de ser elegido mejor compañero me llenó siempre de orgullo.
XL. También fue un niño que se enamoró perdidamente de su profesora de francés.
R.D. ¡Oh, madame Suzanne! Tuve una gran crisis cuando me enteré de que estaba embarazada... ¡Y de que no era mío!, ja, ja, ja.
XL. Su padre murió hace 25 años y asegura que habla con él y que lo condiciona mucho.
R.D. Yo hablo con él, sí; pero él no me contesta, claro. Si lo hiciera, me cagaría de miedo [se ríe]. Sé lo que me diría en cada caso, él es mi control. Se murió antes de tiempo, todos los padres se mueren siempre antes de tiempo. Nunca estamos preparados para eso.
XL. Dice que no se lleva bien con la Iglesia.
R.D. No me llevo bien con casi ninguna institución; y con las religiosas, menos.
XL. ¿Le preocupa quién va a ser el próximo papa?
R.D. No me importa nada. No entiendo ese negocio. Comprendo la fe de las personas, pero las jerarquías religiosas no me van.
XL. Protestando por la incertidumbre de su trabajo, ha dicho: «Si el actor tuviera tetas, esto sería otra cosa».
R.D. Ja, ja, ja... Esa no es una opinión machista. Yo soy uno de los tipos más femeninos que conozco. Pero ante las evidencias hay que rendirse. Hay chicas que luciéndose con una buena sudadera apretadita consiguen abrirse camino.
XL. Lo está estropeando aún más.
R.D. Pero es así y a mí no me parece mal [más risas]. Luego, si tienen talento y capacidad, triunfarán. A los chicos les cuesta más. Estoy quedando hipermachista, ¿no?
XL. Solo le falta decir que las mujeres consiguen los contratos en la cama...
R.D. ¡No, no, no! No me refería a la cama. Hablo de lucirse...
XL. Su mujer, Florencia, desciende de españoles, ¿no es así?
R.D. Es argentina, pero desciende de catalanes y ejerce mucho de catalana. Es de esas personas que no te abren fácilmente la puerta, pero, si te la abre, no te la cierra más.
XL. He visto en un programa argentino de televisión a una jovencita que aseguraba que Florencia le había dado un botellazo mientras hablaba con usted en un boliche ('bar'). La joven enseñaba los moratones y los golpes. ¿Es muy celosa su mujer, pese a tener diez años menos que usted?
R.D. ¡Noooo! Aquello no fue por celos. Florencia es muy brillante y sabe leer las cosas que yo no leo. La tía esta estaba dándole vueltas para provocar algún escándalo y yo ni me enteré. Pero Florencia ya la tenía escaneada y la veía venir. Cuando la tía se me tiró encima, Florencia fue a decirle que se retirase y la tía montó un escándalo... Pero ni le pegó ni nada. Fue una hijaputez de su parte. Florencia es cero celosa, los celos no están dentro de su composición cromosómica.
XL. Se separaron durante casi dos años y luego volvieron a estar juntos. ¿Se puede volver sin hacer preguntas sobre lo vivido cada uno por su lado?
R.D. Nosotros no nos las hicimos entonces. Ahora, después de un tiempo, sí nos contamos cosas... y es divertido.
XL. Tras el reencuentro, ¿cree que su matrimonio ya es para toda la vida?
R.D. Yo creo que sí. Aunque no me gusta decir que algo es para toda la vida, no me interesan ese tipo de promesas; suenan más a libreto que a honestidad. Nosotros la pasamos bien todos los días y, cuando la pasamos mal, también la pasamos juntos. La vida es eso: movimiento permanente.
XL. Lleva 24 años casado y asegura que ella le tiene bien calado, pero que usted sigue intentando conocerla mejor.
R.D. Es que ella es inescrutable. Yo soy mucho más fácil de conocer que ella porque yo soy más primario. Ella es un cerebro, es muy difícil conocerla a fondo. ¡Es tremenda!
XL. ¿Se han dicho muchas mentiras sobre usted en los medios?
R.D. Sí, mienten con una desfachatez terrible. Hay gente que cuenta lo que otros le han contado sin saber la fuente ni preocuparse por comprobar si es verdad. Son capaces de enterrar a un tío y de arruinarle su familia y su casa, pero eso no les interesa ni les importa. Y eso genera una violencia tremenda. Yo trato de tener control sobre mi violencia porque es la que más temo; temo mucho más mi propia violencia interna que la de fuera. Y es que hay cosas que me sublevan, que me dan vuelta.
XL. ¿Qué es lo peor que se ha contado de Ricardo Darín sin ser cierto?
R.D. Viendo la televisión con mi mujer y mis niños, he escuchado a un periodista decir que yo había formado parte de una orgía donde había drogas... sin saber yo ni de qué estaban hablando. Y eso, delante de tu familia, hay que escucharlo y hay que estar ahí...
XL. ¿Y prefiere no contestar?
R.D. Generalmente no lo hago porque ellos mismos se reabsorben como los granos, hay que dejarlos.
XL. Dice que quiere ser 'viejito' para decir lo que le plazca. ¿Se muerde mucho la lengua?
R.D. Cada vez menos [se ríe]. Me gusta esa cosa de la ancianidad, cuando nada te importa demasiado y te permites el lujo de decir lo que te apetece. Me parece fabuloso y yo voy camino de eso. Voy a ser uno de esos viejos insoportables al que van a invitar a los programas para que diga barbaridades.
Privadísimo
El mejor truco para seducir: ¡No intentarlo! Hay que dejar que las cosas fluyan on naturalidad, porque el que hace fuerza para seducir es un gilipollas.
El mejor truco para seducirme: La frescura. La espontaneidad y la sencillez me pueden dar vuelta a la muñeca.
Mi 'hobby': Juego mucho al póker. Antes lo hacía en mesas, pero como ahora no tengo ganas de salir de casa lo hago por Internet. En casa es donde mejor estoy. Viene mucha gente y hemos creado un microclima estupendo.
XLSemanal. Su película Tesis sobre un asesinato se basa principalmente en la importancia de los detalles. Así empieza su argumento.
Ricardo Darín. Yo soy muy detallista. Muy detallista [recalca]. Un detalle te puede revelar la personalidad de alguien mucho mejor que lo que declara. A veces, por un detalle, te das cuenta de que en el discurso que te están soltando algo no encaja.
XL. El 5 de abril se estrena en España. ¿Cómo le fue el estreno en Argentina?
R.D. En Argentina aún está en cartel. El estreno fue fantástico. Pero lo que a mí me gusta es ir de incógnito, verla en una salita, sentarme y palpitar con la gente. Todavía no he podido hacerlo, pero, ahora, cuando vuelva, lo haré. El día del estreno siempre es una mierda.
XL. ¡Hombre, no será para tanto!
R.D. Sí, sí, siempre es así; esta vez, además, fue tremendo. Coincidió con todo un rollo montado por una expresión en voz alta que me permití el atrevimiento de expresar y eso generó toda una ola de comentarios.
XL. [Se refiere a una entrevista en la que dijo que habría que investigar el enriquecimiento de la presidenta argentina]. ¿Tergiversaron sus palabras?
R.D. No, sintetizaron lo que dije. Mi reclamo era: «Yo quiero saber por qué todos los que tienen acceso al poder, de la noche a la mañana, no pueden declarar cómo fue su incremento patrimonial».
XL. Se ha escrito que el matrimonio Kirchner empezó a amasar su fortuna a través de un despacho que montaron para ejecutar los desahucios de quienes no podían pagar la hipoteca en tiempos de crisis. Feo, ¿no?
R.D. Es un espanto, porque la crueldad con la que se ejecutan viviendas sin importar las historias y vidas que hay detrás de todo eso es muy perversa. Todo forma parte del mismo sistema. No sé si esas cosas que se dicen sobre su historia son ciertas. No estoy seguro.
XL. En época de crisis, la corrupción clama aún más al cielo.
R.D. Cuando la torta era grande, todo el mundo se callaba, pero cuando es pequeña... En mi país había una frase que a mí me paraba los pelos de la nuca y que se decía con absoluta soltura: «Bueno, roban pero hacen». Y con eso se terminaba la discusión. Nos estamos acostumbrando a que sea normal lo que es común, y común no es lo mismo que normal. Nos hemos acostumbrado a vivir con naturalidad la corrupción, es espeluznante.
XL. A la presidenta le ha sentado mal que cuestionara su fortuna, pero a mí me ha parecido igual o más grave el resto de sus declaraciones: «Argentina es un país niño donde la gente espera que papá Estado le diga por dónde tiene que ir [...]. Que al que discrepa se lo considera enemigo, pero no enemigo al que batir, sino enemigo al que eliminar [...]. Que hay caza de brujas con el que disiente, al que lo llaman 'apátrida'».
R.D. Es verdad que esta parte no ha levantado polvareda. Eso demuestra el nivel intelectual en el que nos estamos moviendo. Cuando digo «enemigo al que eliminar», no me refiero a una eliminación necesariamente física, aunque tampoco me sorprendería demasiado.
XL. Reconocerá que en su país se puede discrepar bastante poco en voz alta.
R.D. Debo reconocer que no me ha pasado nada y que hay quien se ha cagado en mí y quien me ha defendido.
XL. Federico Luppi lo ha llamado «pelotudo».
R.D. No lo tomé tan mal como muchos hubieran pretendido porque lo conozco hace muchos años y sé exactamente lo que me quiso decir: «Nene, estás metiendo el dedo en un ventilador y no estás preparado para eso». La mía fue una reacción visceral que ha sido manipulada tanto de un lado como del otro. Eso demuestra que Luppi tenía razón.
XL. En España, muchos actores e intelectuales toman partido y los políticos les piden apoyo.
R.D. Me parece muy bien que hagan una declaración de principios, forma parte de los derechos; pero nos olvidamos de los que, a lo largo de la historia, tuvieron que exiliarse por haberse pronunciado. El que exige que la gente declare sus principios olvida eso con mucha facilidad.
XL. ¿Nunca ha apoyado a un partido político?
R.D. No, porque a veces, cuando escucho a un político decir algo con lo que estoy de acuerdo, veo que luego hace o dice otras cosas con las que ya no estoy tan de acuerdo.
XL. Volviendo a su presidenta. Las relaciones entre España y Argentina se han visto deterioradas tras la decisión de expropiar en el modo que lo hizo la compañía Repsol YPF.
R.D. También en este caso ha habido una manipulación de la información y se han llevado las cosas al punto de hacernos creer que se trataba de un enfrentamiento entre países, y nos estamos olvidando de que es una cuestión de empresas. La pregunta que yo haría y sé que con esto me gano el odio de muchos españoles, a los que les pido que me perdonen es: ¿Repsol es una empresa absolutamente española? ¿No pasó lo mismo con España y Rusia años atrás?
XL. ¡Nada que ver! Pero es que, además, ninguna empresa de esas dimensiones tiene dinero de un solo país y en cualquier caso, cuando se expropia, se paga el valor real de la empresa.
R.D. Hay momentos en los que determinados grupos o administradores, por llamarlos de una forma perfumada, advierten que han existido irregularidades muy grandes en las que no se puede volver atrás y toman una decisión abrupta. Yo no estoy de acuerdo con la forma en la que se tomó. Hubo una gran crispación porque se tenía que haber hecho de forma más amable, democrática y civilizada.
XL. Vayamos a cuestiones más amables. Después de que le concedieran la nacionalidad española, ¿se siente español?
R.D. Fue un honor que me concedieran la nacionalidad en un país en el que siempre me han tratado con mucho cariño y en el que siempre me han hecho sentir como en mi casa.
XL. Con tal motivo ha jurado fidelidad al rey y obediencia a nuestra Constitución.
R.D. El rey ha estado muy bien conmigo, por supuesto, y espero que sus problemas se arreglen con brevedad; pero yo creo que básicamente lo que he jurado es obediencia al pueblo español.
XL. Ha dicho: «Yo caigo bien a los españoles porque no saben nada de mí».
R.D. Exacto [sonríe]. No tienen conciencia de mi pasado.
XL. ¿Ha sido un pájaro de cuentas?
R.D. [Se ríe]. Más o menos y de eso aquí no saben nada.
XL. De usted sabemos que fue mal estudiante, que hacía 'novillos', que repitió tres veces el tercer curso... Sin embargo, en su haber tiene que fue elegido tres años consecutivos mejor compañero de clase.
R.D. Me gustaba mucho la calle, sí. No me quiero justificar, pero a mí me tocó en Secundaria una época en la que la ebullición política en Argentina era muy fuerte. Y lo de ser elegido mejor compañero me llenó siempre de orgullo.
XL. También fue un niño que se enamoró perdidamente de su profesora de francés.
R.D. ¡Oh, madame Suzanne! Tuve una gran crisis cuando me enteré de que estaba embarazada... ¡Y de que no era mío!, ja, ja, ja.
XL. Su padre murió hace 25 años y asegura que habla con él y que lo condiciona mucho.
R.D. Yo hablo con él, sí; pero él no me contesta, claro. Si lo hiciera, me cagaría de miedo [se ríe]. Sé lo que me diría en cada caso, él es mi control. Se murió antes de tiempo, todos los padres se mueren siempre antes de tiempo. Nunca estamos preparados para eso.
XL. Dice que no se lleva bien con la Iglesia.
R.D. No me llevo bien con casi ninguna institución; y con las religiosas, menos.
XL. ¿Le preocupa quién va a ser el próximo papa?
R.D. No me importa nada. No entiendo ese negocio. Comprendo la fe de las personas, pero las jerarquías religiosas no me van.
XL. Protestando por la incertidumbre de su trabajo, ha dicho: «Si el actor tuviera tetas, esto sería otra cosa».
R.D. Ja, ja, ja... Esa no es una opinión machista. Yo soy uno de los tipos más femeninos que conozco. Pero ante las evidencias hay que rendirse. Hay chicas que luciéndose con una buena sudadera apretadita consiguen abrirse camino.
XL. Lo está estropeando aún más.
R.D. Pero es así y a mí no me parece mal [más risas]. Luego, si tienen talento y capacidad, triunfarán. A los chicos les cuesta más. Estoy quedando hipermachista, ¿no?
XL. Solo le falta decir que las mujeres consiguen los contratos en la cama...
R.D. ¡No, no, no! No me refería a la cama. Hablo de lucirse...
XL. Su mujer, Florencia, desciende de españoles, ¿no es así?
R.D. Es argentina, pero desciende de catalanes y ejerce mucho de catalana. Es de esas personas que no te abren fácilmente la puerta, pero, si te la abre, no te la cierra más.
XL. He visto en un programa argentino de televisión a una jovencita que aseguraba que Florencia le había dado un botellazo mientras hablaba con usted en un boliche ('bar'). La joven enseñaba los moratones y los golpes. ¿Es muy celosa su mujer, pese a tener diez años menos que usted?
R.D. ¡Noooo! Aquello no fue por celos. Florencia es muy brillante y sabe leer las cosas que yo no leo. La tía esta estaba dándole vueltas para provocar algún escándalo y yo ni me enteré. Pero Florencia ya la tenía escaneada y la veía venir. Cuando la tía se me tiró encima, Florencia fue a decirle que se retirase y la tía montó un escándalo... Pero ni le pegó ni nada. Fue una hijaputez de su parte. Florencia es cero celosa, los celos no están dentro de su composición cromosómica.
XL. Se separaron durante casi dos años y luego volvieron a estar juntos. ¿Se puede volver sin hacer preguntas sobre lo vivido cada uno por su lado?
R.D. Nosotros no nos las hicimos entonces. Ahora, después de un tiempo, sí nos contamos cosas... y es divertido.
XL. Tras el reencuentro, ¿cree que su matrimonio ya es para toda la vida?
R.D. Yo creo que sí. Aunque no me gusta decir que algo es para toda la vida, no me interesan ese tipo de promesas; suenan más a libreto que a honestidad. Nosotros la pasamos bien todos los días y, cuando la pasamos mal, también la pasamos juntos. La vida es eso: movimiento permanente.
XL. Lleva 24 años casado y asegura que ella le tiene bien calado, pero que usted sigue intentando conocerla mejor.
R.D. Es que ella es inescrutable. Yo soy mucho más fácil de conocer que ella porque yo soy más primario. Ella es un cerebro, es muy difícil conocerla a fondo. ¡Es tremenda!
XL. ¿Se han dicho muchas mentiras sobre usted en los medios?
R.D. Sí, mienten con una desfachatez terrible. Hay gente que cuenta lo que otros le han contado sin saber la fuente ni preocuparse por comprobar si es verdad. Son capaces de enterrar a un tío y de arruinarle su familia y su casa, pero eso no les interesa ni les importa. Y eso genera una violencia tremenda. Yo trato de tener control sobre mi violencia porque es la que más temo; temo mucho más mi propia violencia interna que la de fuera. Y es que hay cosas que me sublevan, que me dan vuelta.
XL. ¿Qué es lo peor que se ha contado de Ricardo Darín sin ser cierto?
R.D. Viendo la televisión con mi mujer y mis niños, he escuchado a un periodista decir que yo había formado parte de una orgía donde había drogas... sin saber yo ni de qué estaban hablando. Y eso, delante de tu familia, hay que escucharlo y hay que estar ahí...
XL. ¿Y prefiere no contestar?
R.D. Generalmente no lo hago porque ellos mismos se reabsorben como los granos, hay que dejarlos.
XL. Dice que quiere ser 'viejito' para decir lo que le plazca. ¿Se muerde mucho la lengua?
R.D. Cada vez menos [se ríe]. Me gusta esa cosa de la ancianidad, cuando nada te importa demasiado y te permites el lujo de decir lo que te apetece. Me parece fabuloso y yo voy camino de eso. Voy a ser uno de esos viejos insoportables al que van a invitar a los programas para que diga barbaridades.
Privadísimo
El mejor truco para seducir: ¡No intentarlo! Hay que dejar que las cosas fluyan on naturalidad, porque el que hace fuerza para seducir es un gilipollas.
El mejor truco para seducirme: La frescura. La espontaneidad y la sencillez me pueden dar vuelta a la muñeca.
Mi 'hobby': Juego mucho al póker. Antes lo hacía en mesas, pero como ahora no tengo ganas de salir de casa lo hago por Internet. En casa es donde mejor estoy. Viene mucha gente y hemos creado un microclima estupendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario