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El
torero José Tomás , operado de una fractura del metatarsiano
del pie derecho tras un accidente campero, recibió ayer el
alta hospitalaria y ...
El torero José Tomás , operado de una fractura del metatarsiano del
pie derecho tras un accidente campero, recibió ayer el alta hospitalaria y su
tiempo de recuperación será de unos «tres meses», informaron a Efe fuentes
allegadas al torero de Galapagar. José Tomás, que pasó la noche de ayer
«tranquilo» en el Hospital Universitario Puerta del Mar de Cádiz, fue sometido a
primera hora de la mañana a un nuevo estudio radiológico, tras el cual los
doctores consideraron darle el alta para que pueda seguir recuperándose en su
domicilio.
Según las mismas fuentes, el torero madrileño deberá estar inactivo
al menos «dos meses» hasta que la fractura esté soldada del todo, y «otro mes
más» de rehabilitación antes de volver a los entrenamientos.
José Tomás se encontraba entrenando este miércoles en la finca de
Fermín Bohórquez, en la localidad gaditana de Jerez de la Frontera, cuando uno
de los toros que lidiaba le propinó una fuerte volterera que le produjo la
fractura del metatarsiano del pie derecho, además de varias contusiones.
TÍTULO: MI PERSONAJE TIENE ALGO DE INDIGNADO CON CHAPA-RICARDO DARÍN,.
Darín: "Mi personaje tiene algo de indignado con
chapa" ... Para Ricardo Darín, protagonista y caramelo
indiscutible del film, se trata de uno de ...
Tesis sobre un homicidio' es, más allá de un éxito rotundo en
la taquilla argentina de los últimos meses, una película que ha generado después
de su visionado encendidos debates sobre su desenlace, ambiguo e
intencionadamente abierto. Si no pasen y vean lo que se cuece en foros
argentinos especializados en cine, el acaloramiento es de lo más divertido. Para
Ricardo Darín, protagonista y caramelo indiscutible del film, se trata de uno de
los atractivos de la segunda cinta dirigida por Hernán Goldfrid ('Música en
espera', 2009): "Esta es una historia que defiende la capacidad que tenemos
todos de saber mirar, o sea de enfocar para leer entre líneas y poder ver esas
cosas que nos pasan por delante y que son importantes no solo para resolver un
caso, sino para tomar decisiones", apuntó el actor argentino a este periódico en
una visita reciente para promocionar una película que se estrenará el 5 de
abril.
Se trata ante todo de la historia de una obsesión, la que vive el personaje de Darín, un tipo aparentemente cabal y racional, y en realidad, profundamente pasional, atormentado y obsesivo, que emprende una batalla moral e intelectual con un alumno, un tal Gonzalo Ruíz Cordero (Alberto Amman), personaje apolíneo y frío, construido en oposición al suyo. La película es una batalla entre ambos personajes, una lucha de poder con un asesinato al fondo (o al frente).
"Bermúdez se hace querible porque le reconocemos corazón y voluntad, pero su modus operandi es criticable y sospechoso, sobre todo cuando está inmerso en un juego que no propone él, sino alguien que es más inteligente que él y que ha tenido la oportunidad de conocer sus puntos débiles y de plantearle un escenario donde seguro le va a ganar. Lo que persigue el personaje de Alberto Amman es destruirlo", explica el argentino.
Darín es Roberto Bermúdez, un abogado cincuentón que ya no ejerce como tal, sino como docente de contrastado prestigio. Divorciado, mujeriego y con un alcoholismo mal disimulado, se empecina en la resolución de un asesinato sin testigos y de pistas difusas, que sucede a las puertas de la facultad de Derecho donde imparte clases. Bermúdez se empeñará, a pesar de la falta de indicios, en tomar a Ruiz Cordero como el principal sospechoso y pensar que el asesinato es una manera de ponerle a prueba y acabar con él.
"La habilidad del guion", precisa Darín, "es la de hacernos creer en alguien que no es del todo confiable. Estar dispuestos a seguirlo durante unos tramos, para abandonarlo en otros porque nos decimos: 'Este tipo se está equivocando'; para luego recuperarlo y volver a abandonarlo. En ese sentido, la estructura del guion lo humaniza. Estamos acostumbrados a que en este tipo de películas el personaje sea heroico, puede tener errores técnicos o profesionales, pero moralmente suele ser intachable. Este no. No sé si lo llamaría por teléfono si quiera", bromea.
CARÁCTER REBELDE
El personaje tiene mucho de aquel Benjamín Expósito de 'El secreto de sus ojos', no solo por su alcoholismo, su talante obsesivo y un corazón marcado a fuego por el pasado, sino por su empeño en resolver un caso que se antoja irresoluble. También en la manera en que nos muestra una justicia que hace aguas, aunque en 'Tesis sobre un homicidio' se haga hincapié de forma más taxativa.
Por si fuera poco, Bermúdez, como apunta Darín, es también "un rebelde para su generación: una especie de indignado con chapa. Está en contra de casi todo lo que está ocurriendo. Lo que pasa que su rival en la película está tocándole en las teclas indicadas: amor propio, orgullo y el prestigio".
Una característica que comparte el propio Darín, quien recientemente se ha visto en el centro de una polémica, que lo enfrentó públicamente con la presidenta de Argentina, Cristina Kirchner. "Yo dije en voz alta lo que pensaba en una entrevista larga. Me atreví a decir entonces y lo mantengo, que los ciudadanos deben conocer el crecimiento patrimonial de todos los funcionarios públicos, no solo de los Kirchner, que también. Eso aportaría transparencia a las exigencias que normalmente tienen los gobiernos con sus ciudadanos", puntualizó. El asunto fue tomado como una irreverencia por un sector de la política y la opinión pública argentinas, y por otro, como una bandera, "a la que no pertenezco", aclara el actor. Se trata, dice, de que la justicia sea igual para todos y de no callarse, ejercer el derecho de expresarse. A estas alturas, algo así puede sonar de ilusos, porque como sostiene el personaje de Amman en la película, la justicia es una herramienta del poder.
Se trata ante todo de la historia de una obsesión, la que vive el personaje de Darín, un tipo aparentemente cabal y racional, y en realidad, profundamente pasional, atormentado y obsesivo, que emprende una batalla moral e intelectual con un alumno, un tal Gonzalo Ruíz Cordero (Alberto Amman), personaje apolíneo y frío, construido en oposición al suyo. La película es una batalla entre ambos personajes, una lucha de poder con un asesinato al fondo (o al frente).
"Bermúdez se hace querible porque le reconocemos corazón y voluntad, pero su modus operandi es criticable y sospechoso, sobre todo cuando está inmerso en un juego que no propone él, sino alguien que es más inteligente que él y que ha tenido la oportunidad de conocer sus puntos débiles y de plantearle un escenario donde seguro le va a ganar. Lo que persigue el personaje de Alberto Amman es destruirlo", explica el argentino.
Darín es Roberto Bermúdez, un abogado cincuentón que ya no ejerce como tal, sino como docente de contrastado prestigio. Divorciado, mujeriego y con un alcoholismo mal disimulado, se empecina en la resolución de un asesinato sin testigos y de pistas difusas, que sucede a las puertas de la facultad de Derecho donde imparte clases. Bermúdez se empeñará, a pesar de la falta de indicios, en tomar a Ruiz Cordero como el principal sospechoso y pensar que el asesinato es una manera de ponerle a prueba y acabar con él.
"La habilidad del guion", precisa Darín, "es la de hacernos creer en alguien que no es del todo confiable. Estar dispuestos a seguirlo durante unos tramos, para abandonarlo en otros porque nos decimos: 'Este tipo se está equivocando'; para luego recuperarlo y volver a abandonarlo. En ese sentido, la estructura del guion lo humaniza. Estamos acostumbrados a que en este tipo de películas el personaje sea heroico, puede tener errores técnicos o profesionales, pero moralmente suele ser intachable. Este no. No sé si lo llamaría por teléfono si quiera", bromea.
CARÁCTER REBELDE
El personaje tiene mucho de aquel Benjamín Expósito de 'El secreto de sus ojos', no solo por su alcoholismo, su talante obsesivo y un corazón marcado a fuego por el pasado, sino por su empeño en resolver un caso que se antoja irresoluble. También en la manera en que nos muestra una justicia que hace aguas, aunque en 'Tesis sobre un homicidio' se haga hincapié de forma más taxativa.
Por si fuera poco, Bermúdez, como apunta Darín, es también "un rebelde para su generación: una especie de indignado con chapa. Está en contra de casi todo lo que está ocurriendo. Lo que pasa que su rival en la película está tocándole en las teclas indicadas: amor propio, orgullo y el prestigio".
Una característica que comparte el propio Darín, quien recientemente se ha visto en el centro de una polémica, que lo enfrentó públicamente con la presidenta de Argentina, Cristina Kirchner. "Yo dije en voz alta lo que pensaba en una entrevista larga. Me atreví a decir entonces y lo mantengo, que los ciudadanos deben conocer el crecimiento patrimonial de todos los funcionarios públicos, no solo de los Kirchner, que también. Eso aportaría transparencia a las exigencias que normalmente tienen los gobiernos con sus ciudadanos", puntualizó. El asunto fue tomado como una irreverencia por un sector de la política y la opinión pública argentinas, y por otro, como una bandera, "a la que no pertenezco", aclara el actor. Se trata, dice, de que la justicia sea igual para todos y de no callarse, ejercer el derecho de expresarse. A estas alturas, algo así puede sonar de ilusos, porque como sostiene el personaje de Amman en la película, la justicia es una herramienta del poder.
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