Empresario, apoderado, ganadero y, ante todo, un gran aficionado querido y admirado por sus amigos. Los mismos que esta noche, a las,.
Empresario, apoderado, ganadero y, ante todo, un gran aficionado
querido y admirado por sus amigos. Los mismos que esta noche, a las nueve y
media, se darán cita en el hotel Zurbarán de Badajoz para rendirle un homenaje.
Un acto que servirá también para darle las gracias por todo cuanto ha hecho por
el mundo del toro y la ayuda que ha prestado siempre a cuantos lo han
necesitado. Jacinto Alcón ha dedicado su vida a la tauromaquia y sigue
haciéndolo, pues forma parte de su propio ser.
Jacinto Alcón se aficionó a los toros siendo apenas un niño, al
compás de su hermano, que quería ser matador. Isidoro Alcón fue novillero, se
anunciaba en los carteles como 'Litri II', y logró torear aunque nunca cumplió
su sueño de tomar la alternativa.
«Un día -recuerda Jacinto- estaba con Lisardo Sánchez, que era un
hombre muy inteligente, y me dijo que yo tenía que ser empresario». Así, le
propuso organizar un festejo en un pueblo pacense contando con su ayuda y poco a
poco comenzó a introducirse en el mundo del toro vinculado al sector
empresarial. Era una época en la que todo el mundo acudía a las plazas, pues la
fiesta era el acontecimiento más seguido del país.
«Badajoz es una de las provincias con más plazas de toros de obra y
yo he montado festejos en todas ellas», explica Jacinto Alcón, que narra que así
fue como conoció a los hermanos Manuel y Gregorio Moreno Pidal, a los que empezó
a apoderar.
«Un día Gregorio me propuso ir a Portugal, porque él tenía mucha
vinculación con el país vecino, y quería ir a ver a torear a un rejoneador amigo
suyo, Samuel Lupi. A mí me gustó al verle, y cuando terminó, me dijo que le
encantaría anunciarse en España. Le gestioné una corrida de toros en Madrid y
triunfó. Tuvo una tarde espléndida y empezaron a llamarme de todas las plazas
para que torease, sobre todo abriendo cartel a las figuras del momento», asevera
Jacinto Alcón, que explica que poco después conoció a otro torero a caballo
luso, João Moura, cuando apenas era un niño.
Comenzó a llevar su carrera por las plazas españolas y cuajó una gran
tarde en Alicante, para después presentarse con un éxito rotundo en Madrid.
Jacinto Alcón relata con emoción cómo fueron aquellos días. «A Moura, después de
torear en Las Ventas, le contrataron ese mismo día para 32 corridas», asevera.
Cuatro jinetes del Apoteosis
Pocos pueden presumir de haber apoderado a las máximas figuras del
toreo a caballo, entre ellos los conocidos como 'Cuatro jinetes del Apoteosis'.
Y es que, Jacinto Alcón ha dirigido la carrera de todos: Ángel y Rafael Peralta,
Samuel Lupi y Álvaro Domecq.
A este último le conoció a través de un festival que organizaba en la
plaza de toros de Alburquerque, a la que le une una vinculación familiar al ser
su madre natural de este pueblo pacense. En él puso en marcha el trofeo 'Álvaro
Domecq y Díez' y quiso contar con la presencia de Álvaro Domecq, al que comenzó
a apoderar poco después.
Además ha estado al frente de las carreras de David Ribeiro Telles,
João Salgueiro, Antonio Ignacio Vargas, Manuel Vidrié, Paulo Caetano, Diego
García de la Peña, Luis Correa y Juan José Rodríguez. En la actualidad es el
apoderado de João Moura Caetano, un joven que le llena de ilusión y al que
augura una carrera plagada de éxitos.
Aunque como apoderado siempre ha acompañado a rejoneadores, Jacinto
Alcón cuenta con grandes amigos que han sido matadores de toros a pie. No en
vano, en el salón de su domicilio se encuentra un capote de paseo que perteneció
a Paco Camino. Fue el que utilizó el día de su alternativa y que guarda con un
cariño especial.
Santiago Martín 'El Viti', Pedro Gutiérrez 'El Niño de la Capea' y
Ortega Cano, entre otros, han estado muy cerca de él y recuerda con emoción a
Francisco Rivera 'Paquirri', con el que compartió tardes de toros y mucha
complicidad. No obstante ha trabajado también con los empresarios de los cosos
más destacados del país y llegó a tener una buena relación con todos ellos,
conociendo incluso a 'Camará' o a Balañá.
Reconoce que en la actualidad le encanta José María Manzanares, del
que destaca que es un diestro muy cercano, que siempre tiene un momento para
dedicar a los aficionados. Considera que 'El Capea' es un matador con una gran
proyección, al que le gustaría ver más en las plazas por su buen concepto del
toreo.
La de Jacinto Alcón ha sido toda una vida dedicada al toro. Las
anécdotas se suceden en su memoria, pues ha pasado años luchando por hacer más
grande la fiesta. Un esfuerzo que ha tenido su recompensa y que la tendrá
también esta noche, cuando todos sus amigos se reúnan para darle las gracias por
toda su trayectoria. Y para desearle que siga por muchos años más alumbrando el
camino de la tauromaquia en Extremadura. Enhorabuena.
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