domingo, 8 de septiembre de 2013

PERIODICO LA RAZÓN , Fórmula 1 Mar de fondo en Ferrari,./ DJOKOVIC VENCE A WAWRINKA Y SE ASEGURA EL NUMERO UNO,.

TÍTULO: PERIODICO LA RAZÓN , Fórmula 1

Mar de fondo en FerrariMar de fondo en Ferrari

La relación idílica entre Alonso y la escudería italiana transita por sus horas más bajas y se escenifica en Monza

Terminó la jornada laboral en la pista de Monza y el ruido de fondo se trasladó a la trastienda de Ferrari, allí donde acampaban los dueños de Fiat, el presidente de la escudería, una estrella de la NBA -Kevin Durant- y numerosos invitados VIP. La tabla de tiempos reflejaba otro fin de semana la tendencia actual de la Fórmula 1: manda Red Bull -Vettel en la pole seguido de Webber- y los demás persiguen -Massa, cuarto; Alonso, quinto-. Pero más allá de los guarismos del cronómetro, quedan los sentimientos verdaderos, el tipo de relaciones que en el tiempo fluctúan de la confianza total a la suspicacia. Sucede en Ferrari. La antigua relación de idilio entre la escudería italiana y Fernando Alonso transita ahora por sus horas más bajas. La falta de resultados potentes -camino del cuarto año sin título- ha rebajado el nivel de esperanza firme de unos hacia otros.
Ayer se prendió la mecha en Monza por un manifiesto vivo de Alonso mientras conducía el coche en pleno fragor de la batalla. «¿Siete scemi? (¿Sois estúpidos?)», dicen los italianos que contestó el español a propósito de una estrategia dictada desde el garaje rojo que él entendió equivocada. Alonso aclaró que no lanzó tal expresión, sino que dijo «¡sois unos genios!» en sentido irónico.
Reprobación hacia sus ingenieros en cualquier caso que, en breves minutos, pasó de la boca de Alonso a las webs italianas, presuntamente agraviadas por lo que se entendió en el país como un ataque de su piloto estrella a la estructura de Ferrari, al germen de la escudería fetiche de una nación. Se montó el belén en los medios, aunque la cuestión es el mar de fondo que anida en Ferrari desde el pasado julio.
En el Gran Premio de Hungría Alonso expresó su frustración por otro resultado deficiente en su palmarés. «Me gustaría que me regalasen el coche de mis rivales», replicó cuando le solicitaron un presente por su cumpleaños. La reacción en Ferrari provino de la primera instancia de la casa. Luca de Montezemolo recalcó que «en Ferrari ganamos y perdemos todos» y «necesitamos humildad para mejorar». Cruce de directos al mentón a propósito de un coche que, objetivamente, es inferior al Red Bull, admitido por todos los implicados.
El asunto devino en un verano caliente en la distancia para unos y otros. Se abrió una herida provocada por el desencanto de la ausencia de triunfos, de la materialización de un coche dominante y de un proyecto común con perspectiva de éxito. Alonso puede tener el mejor contrato de la historia, haber solucionado la vida de sus bisnietos y ser famoso en el mundo entero, pero detesta perder, o al menos, no tener la posibilidad de pelear en igualdad de condiciones. Y lo mismo reza para Ferrari, un equipo legendario sin el que la Fórmula 1 no tendría sentido, acostumbrado a ganar y que se exige triunfos como parte de su genética.
La desilusión cunde en Ferrari sin victorias frente al poderío de Red Bull y la panorámica de un cuarto año sin Mundial. La Prensa italiana considera que hay coche y la española que siempre hubo piloto. Y así pintan las cosas. Existe un punto común de entendimiento. Sebastian Vettel está triturando a Ferrari con su Red Bull.
Hamilton cae en la Q3
El alemán lo volvió a a hacer. Otra actuación colosal del campeón del mundo con el mejor coche de la parrilla le entregó la pole en Monza. Fue un duro golpe para la escudería de Fernando Alonso, que partirá desde su lugar habitual este año, quinto. Es la pole número 40 de Vettel, la cuarta del año, cifras que lo sitúan como el tercer piloto de la historia en este apartado.
En la Q1 ya se adivinó que la elocuencia de Red Bull durante todo el fin de semana no era un fuego de artificio, sino una constatación de la mejoría permanente de la casa energética. Vettel puso el sello a la ronda con el mejor tiempo de todos los concursantes. En el colmo de la competitividad, los Toro Rosso -el conjunto filial- desplegaron un gran rendimiento. Alonso fue séptimo dentro de una gran igualdad. De Vettel a Sutil (16º) sólo hubo siete décimas de diferencia.
La Q2 destapó una pésima noticia para Mercedes. Hamilton se quedó cortado, sin entrar en la Q3, después de 67 carreras consecutivas en las que ingresó en la tanda final. Hamilton había salido el primero en los últimos cuatro grandes premios y era favorito como siempre. Aparentemente no fue un problema de velocidad, sino de cálculo y gestión de tiempos desde el garaje, cuestión que desmintió el propio inglés con esta declaración: «He conducido de una manera impropia».
La Q3 expuso la evidencia. Red Bull es mejor que Ferrari. Vettel logra mejores resultados que Alonso. El duelo se desniveló por escaso margen, cuatro décimas entre ambos, pero suficiente para que el alemán no se baje del pedestal. Webber completó la faena Red Bull con el segundo puesto y Hulkenberg se coló tercero en una vuelta estupenda con su Sauber. Massa ocupó la cuarta posición por delante de Fernando Alonso.

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TENIS

Djokovic vence a Wawrinka y se asegura el número uno

El serbio logra la clasificación por quinta vez en su carrera para la final del Abierto de Estados Unidos

El serbio Novak Djokovic logró la clasificación por quinta vez en su carrera para la final del Abierto de Estados Unidos, donde se medirá con el vencedor del encuentro entre el español Rafael Nadal y el francés Richard Gasquet, que se jugaba al cierre de esta edición, tras imponerse este sábado por 2-6, 7-6 (4), 3-6, 6-3 y 6-4 al suizo Stanilas Wawrinka en un emocionante encuentro que se prolongó por más de cuatro horas.
Djokovic , que seguirá como número uno mundial haga lo que haga Nadal y que ya logró el triunfo en Nueva York en el año 2011, hizo valer su supremacía en pista dura, donde había vencido al helvético en siete de las ocho ocasiones en las que se habían enfrentado anteriormente, aunque con muchos más apuros de los previstos.
En especial en el primer set, en el que Wawrinka, número nueve mundial, desarboló por completo al jugador serbio, al que rompió hasta en tres ocasiones el servicio, para alzarse por 6-2 con la primera manga en 34 minutos de juego.
Un revés del que no tardó en rehacerse Djokovic , que se alzó con la segunda manga 6-6 (4) en un juego de desempate, marcado por la igualdad que presidió el resto del encuentro, que se resolvió a favor del balcánico en el quinto set (6-4).
Quinta manga en la que se vivió uno de los momentos más emocionantes y dramáticos en la presente edición del Abierto de Estados Unidos, con un vibrante tercer juego, en el que Wawrinka necesitó más de veintiún minutos para hacerse con su servicio.
Pero ni los doce situaciones de igualdad que forzó Djokovic , ni mucho menos las cinco bolas de ruptura que desaprovechó el serbio, mermaron la determinación del número 1 del Mundo, que buscaba su cuarta final consecutiva en Nueva York.
De hecho, Djokovic no dejó pasar el siguiente servicio de Wawrinka, el verdugo del escocés Andy Murray, el último vencedor del torneo, en los cuartos de final, para romper el servicio (2-3) del suizo y adquirir una renta que ya sería decisiva.
Un 'break' de ventaja, que pese a los esfuerzos de Wawrinka, Djokovic supo manejar con solvencia hasta el final, para acabar imponiéndose en la quinta y definitiva manga por un 6-4, que permitirá al balcánico pelear el próximo lunes por su séptimo título de «Grand Slam».
Final en la que Novak Djokovic , que este año ya se impuso en el Abierto de Australia, se medirá con el vencedor del encuentro que enfrentará hoy al español Rafael Nadal, ganador de doce «grandes», y el francés Richard Gasquet, que disputará su segunda semifinal de un 'Grand Slam'.

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