miércoles, 11 de septiembre de 2013

Fallece el escritor y cineasta Saúl Landau/ ,.LAS EMBARAZADAS SUSPENDEN EN CULTURA NUTRICIONAL,.

TÍTULO; Fallece el escritor y cineasta Saúl Landau,.

El escritor y cineasta -foto-Saúl Landau, coautor de un relato del asesinato en Washington del político chileno Orlando Letelier y ganador de un premio Emmy, falleció a los 77 años, informó su familia.
Landau murió el lunes en su casa en Alameda, California, como consecuencia de cáncer de vejiga, indicó su hija Valerie Landau, citada por medios locales.
Reconocido por su labor en documentales y admirado ampliamente por la izquierda latinoamericana, Landau produjo más de treinta películas y colaboró en más de una docena de libros con aportes únicos sobre Cuba desde la revolución de 1959, el gobierno de Salvador Allende en Chile y las guerrillas en México en la década de 1990.
El primer gran éxito de Landau en el cine resultó de su documental "Fidel", en 1968, que siguió durante una semana a Fidel Castro en un recorrido por el interior de Cuba.
Landau produjo también documentales sobre Jamaica, Siria, Irak y Angola y en Estados Unidos su película más aclamada fue "Paul Jacobs and the Nuclear Gang" (1979) que produjo con el cinematógrafo Haskel Wexler.
En 1976 dos de los colaboradores de Landau, el ex ministro de Relaciones Exteriores de Chile Orlando Letelier y la estadounidense Ronni Moffit fueron asesinados con una bomba en Washington.
Letelier había sido el embajador chileno en Estados Unidos al final del gobierno de Allende, y Moffit era su asistente.
Landau, en colaboración con el periodista del diario The Washington Post, escribió el libro "Assassination on Embasy Row" que vinculó el ataque a agentes del régimen militar chileno encabezado por el general Augusto Pinochet.

TÍTULO; LAS EMBARAZADAS SUSPENDEN EN CULTURA NUTRICIONAL,.

Las embarazadas suspenden en cultura nutricionalSociedad

-foto--Las embarazadas suspenden en cultura nutricional

Unos buenos hábitos alimenticios antes de la gestación evitarían dos de cada tres casos de malformaciones congénitas

Unos buenos hábitos nutricionales antes del embarazo evitarían dos de cada tres casos de malformaciones congénitas, como la espina bífida (columna vertebral abierta) y la anencefalia (ausencia de cráneo). Los defectos en la formación del tubo neural acontecen en el primer mes del embarazo, cuando la mujer todavía no sabe que es gestante. De ahí la importancia de que la embarazada se conciencie en tomar ciertos micronutrientes, como ácido fólico, yodo, hierro o calcio, para evitar estos problemas.
De acuerdo con el estudio GestMujer, más del 80% de las gestantes no acuden al ginecólogo antes de quedar embarazadas para planificar el alumbramiento y mejorar su estado de salud, entre otras cosas porque las propias afectadas no perciben la necesidad. Las investigaciones demuestran que las mujeres adolecen de una información muy deficiente en lo que se refiere a lo que han de comer como futuras madres. Por ejemplo, hay una enorme ignorancia sobre qué nutrientes y vitaminas son recomendables en la gestación y en qué alimentos se hallan. No saben que el ácido fólico está presente en las verduras y hortalizas, el yodo en el marisco, el hierro en las carnes y legumbres y el calcio en la leche. A veces no es necesario atiborrarse de endivias para conseguir una ingesta adecuada de folatos, sino que basta con suplementos alimenticios administrados en forma de medicamentos, según dijo Ernesto Febre, jefe del servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Lozano Blesa de Zaragoza.
En 2012, el número de fetos afectados por una deficiencia del tubo neural, que se traduce en enfermedades como la espina bífida y la anencefalia, fue de 453, de los que 300 se habrían podido evitar con medidas preventivas. Pero la realidad demuestra que el 68% de las mujeres embarazadas no habían tomado ácido fólico antes de quedar en estado. El diagnóstico de estas malformaciones casi siempre se suele hacer durante el embarazo, en la ecografía de la semana 20, cuando interrumpirlo «adquiere tintes dramáticos». Sin embargo, reducir la prevalencia de las malformaciones asociadas a este defecto «es sencillo y barato», subrayó el responsable del servicio de Ginecología del Hospital Santiago Apóstol de Vitoria, Iñaki Lete.
Los expertos de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) creen preciso instaurar la consulta preconcepcional, la que se celebra dos o tres meses antes del embarazo, a pesar de que todavía persisten muchas resistencias. Según la encuesta, en la que participaron 1.020 mujeres, más del 50% dijo no tener intención de realizar esa visita en el caso de planificar su embarazo. Por añadidura, más del 54% declaró no tener ni idea de en qué consistía ese tipo de consulta. Si bien la mitad de las parejas se apuntan a la planificación del embarazo, apenas un 10% acude al ginecólogo antes de la concepción. Cuando se preguntó a las participantes en la encuesta sobre sus fuentes de información acerca de su estado, un 82% citó a la matrona y un 65% al ginecólogo, mientras que la búsqueda de información en internet cobra mucho protagonismo y alcanza un 60%.
Por fortuna, la desinformación no toma la forma de superchería. Las mujeres conceden muy poco crédito a supersticiones como que se producen más nacimientos en luna llena, que la acidez de estómago da lugar a niños con mucho pelo o que durante el embarazo no es conveniente teñirse el pelo.
Iñaki Lete aclaró que una borrachera aislada, a pesar de ser desaconsejable, no provoca la aparición del síndrome alcohólico fetal, cuya existencia se registra con ingestas intensas y continuadas de bebidas alcohólicas. Con todo, las interrogadas presentan importantes lagunas sobre cultura nutricional. Baste decir que un 98% de las españolas no saben qué alimentos son ricos en yodo.
Unos buenos hábitos nutricionales antes del embarazo evitarían dos de cada tres casos de malformaciones congénitas, como la espina bífida (columna vertebral abierta) y la anencefalia (ausencia de cráneo). Los defectos en la formación del tubo neural acontecen en el primer mes del embarazo, cuando la mujer todavía no sabe que es gestante. De ahí la importancia de que la embarazada se conciencie en tomar ciertos micronutrientes, como ácido fólico, yodo, hierro o calcio, para evitar estos problemas.
De acuerdo con el estudio GestMujer, más del 80% de las gestantes no acuden al ginecólogo antes de quedar embarazadas para planificar el alumbramiento y mejorar su estado de salud, entre otras cosas porque las propias afectadas no perciben la necesidad. Las investigaciones demuestran que las mujeres adolecen de una información muy deficiente en lo que se refiere a lo que han de comer como futuras madres. Por ejemplo, hay una enorme ignorancia sobre qué nutrientes y vitaminas son recomendables en la gestación y en qué alimentos se hallan. No saben que el ácido fólico está presente en las verduras y hortalizas, el yodo en el marisco, el hierro en las carnes y legumbres y el calcio en la leche. A veces no es necesario atiborrarse de endivias para conseguir una ingesta adecuada de folatos, sino que basta con suplementos alimenticios administrados en forma de medicamentos, según dijo Ernesto Febre, jefe del servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Lozano Blesa de Zaragoza.
En 2012, el número de fetos afectados por una deficiencia del tubo neural, que se traduce en enfermedades como la espina bífida y la anencefalia, fue de 453, de los que 300 se habrían podido evitar con medidas preventivas. Pero la realidad demuestra que el 68% de las mujeres embarazadas no habían tomado ácido fólico antes de quedar en estado. El diagnóstico de estas malformaciones casi siempre se suele hacer durante el embarazo, en la ecografía de la semana 20, cuando interrumpirlo «adquiere tintes dramáticos». Sin embargo, reducir la prevalencia de las malformaciones asociadas a este defecto «es sencillo y barato», subrayó el responsable del servicio de Ginecología del Hospital Santiago Apóstol de Vitoria, Iñaki Lete.
Los expertos de la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) creen preciso instaurar la consulta preconcepcional, la que se celebra dos o tres meses antes del embarazo, a pesar de que todavía persisten muchas resistencias. Según la encuesta, en la que participaron 1.020 mujeres, más del 50% dijo no tener intención de realizar esa visita en el caso de planificar su embarazo. Por añadidura, más del 54% declaró no tener ni idea de en qué consistía ese tipo de consulta. Si bien la mitad de las parejas se apuntan a la planificación del embarazo, apenas un 10% acude al ginecólogo antes de la concepción. Cuando se preguntó a las participantes en la encuesta sobre sus fuentes de información acerca de su estado, un 82% citó a la matrona y un 65% al ginecólogo, mientras que la búsqueda de información en internet cobra mucho protagonismo y alcanza un 60%.
Por fortuna, la desinformación no toma la forma de superchería. Las mujeres conceden muy poco crédito a supersticiones como que se producen más nacimientos en luna llena, que la acidez de estómago da lugar a niños con mucho pelo o que durante el embarazo no es conveniente teñirse el pelo.
Iñaki Lete aclaró que una borrachera aislada, a pesar de ser desaconsejable, no provoca la aparición del síndrome alcohólico fetal, cuya existencia se registra con ingestas intensas y continuadas de bebidas alcohólicas. Con todo, las interrogadas presentan importantes lagunas sobre cultura nutricional. Baste decir que un 98% de las españolas no saben qué alimentos son ricos en yodo.

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