TÍTULO: EN PORTADA, XL SEMANAL QUERIDO YO, CARTAS, FAMOSOS,.
Querido yo
El británico Joseph Galliano promueve
un proyecto en el que más de 75 personalidades se han atrevido a
escribir a su yo de 16 años. Aquí están algunas de esas cartas y las de
los españoles a los que hemos pedido que participe,.
HUGH JACKMAN.
Actor, cantante y bailarín nacido en Sídney, Australia, en 1968. Famoso por sus papeles en X-Men, Australia, Van Helsing o Los Miserables. La revista People lo 'consagró' como el hombre más atractivo del mundo hace unos años. Está casado con la también actriz y productora australiana Deborra-Lee Furness. Tienen dos hijos adoptados.
Querido Hugh:
Se me ha ocurrido escribirte una pequeña nota para ver cómo estás (aunque ya lo sé) y para decirte que ¡¡sí!! Llegará el momento en que superarás el hecho de que Penny te dijera adiós para siempre en la parada del autobús y te preguntarás cómo era posible que llorases cada vez que oías la canción Penny lover, de Lionel Richie.
Y bueno, esas feas espinillas que tienes en la frente también terminarán por desaparecer, aunque no tan rápidamente como te gustaría. Y sí, te dejarán la habitación grande de la casa tan pronto como tu hermano Ralph se marche del hogar.
Ahora mismo, las cosas importantes todavía están muy lejos... Voy a decirte unas cuantas cosas que seguramente puedan ayudarte en el futuro. No quiero ser un cenizo y darte a conocer de antemano algunas sorpresas, razón por la que todo esto acaso suene un poco vago.
Las cosas van a ser distintas a como las imaginas. Sé que no tienes una idea clara de lo que vas a hacer con tu vida, y sé que esta circunstancia te está volviendo un poco loco... En particular, cuando casi todos los días te preguntan al respecto. Cuando te pregunten, limítate a sonreír y responde: «Ahora mismo no tengo idea, pero cuando lo tenga más claro te lo digo».
Para ser sincero contigo, muchas de las cosas que van a ocurrir te dejarán con la boca abierta... No resulta descartable que todo sea mucho mejor de cuanto hayas podido soñar.
¿La vida amorosa? (Ojo, que viene un spoiler). Conocerás a una mujer maravillosa, y la decisión de casarte con ella resultará la decisión más fácil que tendrás que tomar en la vida. Fíate del instinto.
Escribe un listado, todos los días. Un solo listado, con las cinco cosas que te gusta hacer y las cinco cosas que se te dan bien... Estas cosas irán cambiando, pero llegará el día en que encajarán, y ahí estará el camino que seguir. Pero no por ello dejes de seguir escribiendo el listado, para asegurarte de que sigues por el camino correcto.
Tu carácter te lleva a ser duro contigo mismo, a exigirte mucho... Ten cuidado con este aspecto. Es lo que más fácilmente puede llevarte a descarrilar en la vida.
Hay muchas otras cosas que decir, que sin duda te gustaría escuchar, pero no quiero fastidiarte la sorpresa.
Has tenido muchos golpes de suerte en la vida y vas a tener muchos más. Nunca olvides de dónde proceden esos golpes de suerte.
¡Ah! Y dentro de unos diez años te hará gracia una canción que habla de «ponerse protección solar». La letra tendrá su qué... Y tendrá mucha razón sobre la conveniencia de ¡¡¡PONERSE PROTECCIÓN SOLAR!!! A ver si pillas la indirecta...
Te quiero, Hugh
Posdata: ¡¡¡Compra acciones de Google cuando inventen Google!!!
Albert Espinosa.
Nació en Barcelona en 1973. Ingeniero Industrial, triunfa como escritor y director. Es el creador de la serie Pulseras rojas, basada en su experiencia de diez años en hospitales: a los 13 años le amputaron una pierna; a los 16, parte del pulmón; a los 18, parte del hígado... Es autor del superventas Si tú me dices ven lo dejo todo... pero dime ven.
Barcelona, A 300 metros de donde tú vives.
Hola:
Jamás me hubiera imaginado que un día te escribiría. Supongo que debes de leer la carta cerca de tu Derbi Variant negra que tanto amábamos o quizás ya estás ingresado en el hospital y resides en alguna de esas habitaciones de la planta 2 que estaban cerca del ascensor y que daban a aquel patio lleno de chavales jugando a fútbol. Eran las mejores habitaciones, podíamos escaparnos con nuestros amigos cojos y no añorábamos la Derbi porque teníamos aquella silla de ruedas customizada que nos permitía ir a todas las plantas, conocer a mil personas increíbles y chillar: «No somos cojos, somos cojonudos».
Te he de decir que sigo pensando que tú eras más inteligente que yo; yo solo tengo más datos. Y quiero que sepas que nunca me he arrepentido de nada de lo que has hecho porque siempre he creído que mi yo anterior siempre ha sido más inteligente que mi yo posterior.
Me gustaría decirte que no debemos olvidar nunca esa frase que nos enseñó aquel hombre de 70 años que se convirtió en nuestro padre hospitalario. Él siempre decía que la gente no cambia, simplemente hace más intenso su caos. Él nos aconsejaba que amáramos nuestro caos. Y lo mismo debíamos hacer con los caos ajenos, entenderlos, aceptarlos y amarlos... Y eso es lo que intento cada día: amar el caos de la gente y el mío propio.
Y también sigo al pie de la letra la cita que decía nuestra madre hospitalaria: «No es triste morir, lo triste es no vivir intensamente». Quiero que sepas que no lo he olvidado y ella, que sé que era tu favorita, me ha servido como inspiración para mi última novela, Brújulas que buscan sonrisas perdidas. Que trata un poco de lo que ahora hago, volver a la niñez porque allí están las raíces y revisarlas. Si las raíces son fuertes, el tronco se aguantará mejor.
He intentado hacer todo lo que siempre deseamos. No hemos llegado a ser portero del Barça, la pérdida de la pierna nos dejó un pequeño hueco por donde nos metían todos los goles. Tampoco he ido todavía a Australia, pero todo llegará. Lo que sí he hecho es lo que prometimos: vivir las vidas de los amigos que perdimos. Debíamos vivir esas 3,7 vidas que nos tocó en el pacto de vida que hicimos en el hospital al dividir las vidas de los que se fueron, para multiplicarlas. Esas 3,7 vidas viven en mí y, junto a la mía, son 4,7 y es por ello que intento vivir muy intensamente.
Vivimos una adolescencia diferente, pero creo que fue igual de intensa. Me gusta comunicarme contigo y sueño que realmente lees esta carta. Te quiero, siempre te querré y ojalá sigas sonriendo tanto como lo hacías y creyendo que viviremos, porque al final te he decir que lo hicimos.Cuídate y sé feliz, Albert, yo también lo soy.
Besos de yo que eres tú,Albert
Emma Thompson.
Actriz y guionista nacida en 1959, en Londres. Entre 1989 y 1995 estuvo casada con el también actor y director Kenneth Branagh. Hoy está casada con el actor Greg Wise y tiene dos hijos. Ganó dos Óscar: uno como actriz por su papel en Regreso a Howards End y otro como guionista por Sentido y sensibilidad. La hemos visto, además, en Enrique V, Lo que queda del día, Primary Colors o Harry Potter.
Querida Em:
Me doy cuenta de que eres joven y estás enamorada, de que nada de lo que puedan decirte los demás te resulta de interés, pero en vista de que soy yo, esto es, de que eres tú, o sea, en vista de que somos nosotras dos, creo que vale la pena intentarlo.
Un par de consejos de una mujer que ya ha cumplido 50 años a otra de 16.
1) NUNCA JAMÁS te pongas a dieta. Tengo claro que estás obsesionada y que por las mañanas tienes que esforzarte para desayunar un yogur y un soplo de aire fresco cuando lo que en realidad ansías son unas patatas fritas y una gran ensalada con mucho queso. No te obsesiones. Come de forma regular, intenta evitar la comida basura y nunca te pongas a régimen. De todos modos, tu silueta terminará por ser la misma. Así que olvídate de las dietas, y olvídate ahora mismo. En serio. A nadie le importa un rábano. Las dietas son el mejor medio para confundir a tu metabolismo durante el resto de tu vida. Sencillamente sé tú misma: no imaginas la de tiempo y energía que vas a ahorrar y lo mucho más feliz que vas a ser.
2) SI ÉL TE DICE que no te ama, créele. No te ama.Y esto es todo. Todos los demás errores que puedas cometer no valen su peso en gramos.
Te quiero, Em
José Manuel Calderón.
Jugador de baloncesto nacido en 1981 en Villanueva de la Serena, Badajoz. Base de los Dallas Mavericks de la NBA, ha sido clave en los grandes logros de la selección española. Casado y con un hijo, es de los jugadores más carismáticos del equipo nacional.
Hola Jose:
Espero que me permitas llamarte así, aunque no me conoces. Te escribo estas cuatro letras porque me han hablado de ti y me han pedido que te dé algunos consejos. Me dicen que tienes trece años y acabas de llegar a Vitoria desde Villanueva de la Serena, que eres un buen chico y que no lo haces mal en eso del baloncesto. Es más, se han fijado en ti porque creen que podrías llegar a jugar en su equipo, Baskonia.
Lo único que se me ocurre es contarte un par de anécdotas de mi carrera profesional y seguro que tú mismo sacas tus propias conclusiones.
Una me pasó nada más llegar a la NBA, adonde llegué pensando que sabía inglés. Lo había estudiado en el instituto y lo hablaba en el vestuario (o por lo menos, eso es lo que yo creía) con los jugadores extranjeros de mi equipo. Así que, cuando empecé a jugar, yo iba gritando las jugadas, como hacemos en baloncesto los bases, y me daba cuenta de que nadie entendía nada. Si yo pretendía jugar algo determinado, mis compañeros entendían lo contrario. Como te puedes imaginar, lo pasé fatal y me tuve que poner las pilas con el inglés hasta ponerme al día.
La otra historia tiene que ver también con mi primer año en la NBA. Yo venía de jugar en nuestra Liga y con la selección española, y la verdad es que no sabía muy bien si estaba preparado para jugar en la NBA: me consideraba a mí mismo un buen jugador y, aunque sabía que podía y tenía que mejorar en muchas cosas, tenía confianza en mí mismo. Recuerdo que algunos críticos decían que yo no era un base, más bien un escolta, pero yo sabía que lo que quería era jugar de base y eso no me preocupaba mucho. También sabía que tenía que mejorar mi tiro exterior, aunque nunca pensé que podría acabar la temporada haciendo un ¡16 de 100 en triples!
Recuerdo que lo primero que hice cuando acabó la temporada y regresé a casa fue pedir las llaves del pabellón de mi pueblo, pintar una línea de tres puntos con la distancia de la NBA, traerme unos cuantos balones de los que se utilizan allí y encerrarme con mi padre durante varias horas diarias en las siguientes semanas para tirar, tirar y tirar. Así, este año he tenido la satisfacción personal de acabar la temporada como el jugador con mejor porcentaje en tiro de tres puntos de la NBA.
No quiero aburrirte con más batallitas, que seguro que tú también tienes lo tuyo ahí con tus estudios, con los entrenamientos mañana y tarde y con Alfredo y el resto de los entrenadores encima de ti todo el día. Solo recordarte que, pase lo que pase, hay que estudiar y que pienses que para conseguir algo hay que trabajar, sacrificarse y ser constante. Jose, solo espero que cumplas tus sueños y que estas historias que me han pasado a mí te ayuden.
Un abrazo, José Manuel Calderón
J. K. ROWLING
Escritora inglesa, nacida en 1965. Ha hechizado con sus siete libros de Harry Potter tanto a niños como a adultos. La saga ha sido traducida a más de 70 idiomas y llevada con gran éxito al cine, haciendo así inmensamente rica a Rowling. Se calcula que la escritora ha ganado mil millones de euros con sus obras.
Querida Jo:
Tengo 48 años. ¡Tenemos 48 años! Y créeme, eso no es ni de lejos lo más extraño que nos ha pasado. Pero seguro que las cosas son mucho más raras para ti que para mí; al menos yo sí te conozco. Además, te tengo mucho aprecio, algo que te costará creer, tan marcada como estás por la inseguridad y el desprecio por ti misma. Jo, relájate. El tiempo que pasas preocupándote y arrepintiéndote no te sirve para nada (por el contrario, el tiempo que pasas fantaseando, inventando palabras y escribiendo historias está muy bien invertido, sigue con ello).
Podría decirte muchas cosas que quizá te ayudasen a prepararte para lo que está por venir, para lo bonito y para lo no tan bonito. Pero cuantas más vueltas le doy, más claro tengo que tienes que seguir adelante sin más y volver a cometer otra vez los grandes errores, pues de ellos surgirán algunos de tus mayores logros.
Te dejo aquí unos cuantos consejos con los que espero no alterar el orden cósmico:
-Los pantalones con peto de color rojo chillón no son una buena idea, ni en 1983.
-Puede que el rubio platino le quede fantástico a Debbie Harris, pero a ti no.
-No dejes que un hippie te haga un agujero en la oreja durante un festival de música, así se cogen unas infecciones muy desagradables.
-Nunca intentes impresionar a alguien que crea que los demás deberían querer impresionarle.
-Deja de fumar. AHORA MISMO.
-Mantente alejada de los bajistas. De todos ellos.
-Nunca le cuelgues el teléfono a tu madre. Nunca te olvides de decir «te quiero».
Y una cosa más. Un día conocerás a Morrissey, el cantante de los Smiths. Y no solo eso, sino que, además, él sabrá quién eres tú. ¡CRÉEME!
Saludos afectuosos,Jo
Yoko Ono
Artista japonesa nacida en 1933, se hizo famosa al convertirse en la segunda esposa (y heredera) de John Lennon, con quien se casó en Gibraltar en 1969 y tuvo un hijo, Sean Taro Ono Lennon. Perteneciente a la aristocracia japonesa, es adepta al arte conceptual. Su fortuna, se estima, supera los 700 millones de dólares.
Querida Yoko:
Tienes 16 años, de forma que has decidido que quieres ser artista a una edad muy temprana. En primer lugar, déjame felicitarte por tu elección. A partir de ahora vas a embarcarte en la existencia siempre mágica de quien es un artista.
El mundo es tu alimento. El mundo va a proporcionarte inspiración ilimitada para tu arte. Contémplalo todo otra vez desde este punto de vista. El mundo de pronto se convierte en un lugar distinto, tan interesante y misterioso... Que te diviertas. Y comparte tu diversión con todos quienes te rodean.
Como artista, vas a conocer el misterio infinito de la vida y compartirlo con el mundo. Es posible que tu obra tan solo sea comprendida por dos personas y nada más. No te desanimes. Tan solo puedes sentirte decepcionada cuando no estés satisfecha con tu obra. Nunca te sientas desanimada en función del número de personas que la han visto o del número de críticas recibidas. Tu obra va a seguir existiendo y ejerciendo influencia en el mundo. No solo eso, sino que tu obra va a continuar transformando la propia configuración del mundo con independencia de la fama que consiga o no consiga. Por esta razón, incluso cuando continúes siendo una artista desconocida, pon esfuerzo en lo que hagas y en lo que vayas a aportar. Pase lo que pase, tu obra va a ejercer influencia en el mundo y va a reportarte diez veces esa contribución. Si contribuyes con basura, lo que recibirás será basura. Si contribuyes con confusión, lo que recibirás será confusión. Si contribuyes con algo bello, lo que recibirás será belleza, multiplicada por diez. Así es como funciona el asunto.
En este momento vienes a ser como un árbol en el parque. Tu existencia está ayudando a que la ciudad respire mejor. Así que tómate las cosas con calma y sé tú misma. No te esfuerces más que en ser tú misma. Confía en tu instinto y en tu inspiración. ¡A por ello!
Cree en ti misma. Tu vida va a ser espléndida. ¡Te quiero!Yoko
Jorge Sanz
Actor madrileño nacido en 1969. Irrumpió en el cine español siendo un adolescente, a las órdenes de Fernán Gómez y Fernando Trueba. Su consagración llegó de la mano de Vicente Aranda, con Amantes, Libertarias y Si te dicen que caí, con la que ganó un Goya en 1989. En 2010 protagonizó ¿Qué fue de Jorge Sanz?, miniserie creada por él mismo y David Trueba.
Hola, Yo:
Te escribo porque tengo la oportunidad de comunicarme contigo desde el futuro. Vaya cosa, ¿eh? Y es que la vida, si buscas bien, está llena de estos pedacitos de magia. Como cuando Amelia de la Torre te recogió a las puertas de una oficina y te metió a capón para que al final te iniciaras en una profesión maravillosa, la tuya, que te acompañará toda la vida.
Te dará miles de experiencias, de viajes, de amigos, de alegrías y de penurias, o sea, de lo que trata la vida. Pero no te confíes: por mucho que te digan que eres bueno, no te lo creas. Tendrás que demostrarlo en cada trabajo, por pequeño que sea.
Te diría que no cometieras los errores que yo he cometido, pero con el tiempo he descubierto que se aprende mucho de ellos. No te los quitaría por nada del mundo. Tu oficio es duro y muy raro a veces; es difícil mantener los pies en el suelo. Pero el tiempo y el entorno en que vives ahora marcará toda tu vida. Tu familia y tus amigos son los únicos que te van a tratar de forma normal, no olvides que tú no eres un niño actor, tú no lo has elegido, es ese oficio el que te ha elegido a ti, así que hazles caso, no seas una estrella y sé como ellos. Ríete mucho porque, como te diría el gran Vicente Haro, la vida es una sucesión de putadas, pero entre putada y putada hay que procurar pasárselo bien.
¡Un abrazo, Yo!
Jorge,.
TÍTULO : EL BLOC DEL CARTERO, GIMNASIA Y ABUSOS, CON TANIA LAMARCA,
Gimnasia y abusos, con Tania Lamarca
Integrante del primer gran equipo
español de gimnasia rítmica. Fue dos veces campeona del mundo y oro
olímpico en Atlanta 96. Sufrió un trato vejatorio y lo contó en un
libro, 'Lágrimas por una medalla' (2008).
XLSemanal. ¿A qué se dedica actualmente?
Tania Lamarca. Vivo en Huesca y trabajo sobre todo en el mundo de la nieve. Doy una hora de gimnasia a la semana en un colegio como actividad extraescolar. Nada relacionado con la competición. Va mi propia hija, que tiene casi cinco años. No hay presión ninguna.
XL. ¿Recomienda la alta competición a los niños?
T.L. Si viera que alguna de las niñas que va a mi clase tiene realmente condiciones, le recomendaría dedicarse a la competición, sí. Pero no creo que un niño deba competir en ningún deporte hasta cumplir ocho o diez años.
XL. ¿A pesar de su experiencia?
T.L. La experiencia de lo que me pasó a mí no tiene nada que ver. Las cosas han cambiado bastante y, si tienes las condiciones necesarias, puede valer la pena.
XL. ¿En qué sentido han cambiado?
T.L. En mi época, las gimnastas que competían tenían 15 o 16. Ahora todas las españolas están por encima de 20, y hemos visto a Almudena Cid compitiendo con 28. Además, a la vez que se entrenan mantienen los estudios, a diferencia de lo que nos ocurría a nosotras. Las cosas han cambiado para bien. Ahora se entiende que deben desarrollar su vida a la vez que su carrera deportiva.
XL. ¿Ayudó su libro a que se produjera esa evolución?
T.L. No sé si mi libro ayudó a que todo esto evolucionara. Bueno, espero que en algo, al menos. Creo que también fue importante que se pusiera un límite mínimo de 16 años para participar en los Juegos Olímpicos.
XL. ¿Y qué opina ahora de personas como Emilia Boneva, su entrenadora, a la que se culpó de lo sucedido?
T.L. Emilia Boneva fue la entrenadora más dura que tuve, pero no le guardo ningún resquemor, todo lo contrario. Venía de Bulgaria y sus métodos eran de allí, muy estrictos. Pero a nivel humano siempre se podía contar con ella. Sabía separar el trabajo de la vida personal. Si hubiera habido malos tratos, cosas como las que ahora están apareciendo de otros deportes, mis padres no me hubieran dejado allí.
XL. ¿Cómo vivió su familia todo ese proceso?
T.L. Para mis padres, todo aquello fue más duro que para mí. Estuvieron todo el tiempo muy pendientes. Tuvieron que escoger entre romper mi sueño de formar parte del equipo nacional o perderme durante años. Si me lo hubieran prohibido lo habría aceptado, pero seguramente se lo habría reprochado toda la vida.
XL. Pero usted contó que se sintió fatal cuando la echaron por sobrepeso. ¡Y solo pesaba 43 kilos!
T.L. Me sentí decepcionada cuando me expulsaron del equipo, porque la despedida fue fría. Pero lo peor fue tener que retomar los estudios siendo mayor. Sufrí una depresión de la que salí al cabo del tiempo.
XL. ¿Qué puede comentar del tema de la comida?
T.L. Hay mucha leyenda sobre el tema de la comida y las gimnastas. Comíamos bien. Engordé después de los Juegos porque comí chucherías y chocolate. El problema estuvo en que, cuando debía recuperar el peso fijado, mi metabolismo cambió y no hubo manera. Lo terrible vino después, en el desamparo en que quedé, como si fuera una persona acabada con apenas 17 años.
XL. ¿Todas sus compañeras lo vivían igual?
T.L. Al llegar al equipo, había chicas que evidentemente lo estaban pasando mal, que no podían con el ritmo de trabajo. Recuerdo que les dije a mis padres: «Si alguna vez me veis como están ellas, sacadme de ahí. Aunque os diga que no, hacedlo». Tenía 15 años, pero ya era capaz de darme cuenta de cosas así.
XL. ¿Qué opina de las acusaciones al exseleccionador Jesús Carballo por abusos?
T.L. No sé qué pensar. En su trato conmigo fue siempre correcto. Nosotras no estábamos con las de gimnasia deportiva en el día a día, pero jamás escuché ningún comentario. No lo entiendo.
Tania Lamarca. Vivo en Huesca y trabajo sobre todo en el mundo de la nieve. Doy una hora de gimnasia a la semana en un colegio como actividad extraescolar. Nada relacionado con la competición. Va mi propia hija, que tiene casi cinco años. No hay presión ninguna.
XL. ¿Recomienda la alta competición a los niños?
T.L. Si viera que alguna de las niñas que va a mi clase tiene realmente condiciones, le recomendaría dedicarse a la competición, sí. Pero no creo que un niño deba competir en ningún deporte hasta cumplir ocho o diez años.
XL. ¿A pesar de su experiencia?
T.L. La experiencia de lo que me pasó a mí no tiene nada que ver. Las cosas han cambiado bastante y, si tienes las condiciones necesarias, puede valer la pena.
XL. ¿En qué sentido han cambiado?
T.L. En mi época, las gimnastas que competían tenían 15 o 16. Ahora todas las españolas están por encima de 20, y hemos visto a Almudena Cid compitiendo con 28. Además, a la vez que se entrenan mantienen los estudios, a diferencia de lo que nos ocurría a nosotras. Las cosas han cambiado para bien. Ahora se entiende que deben desarrollar su vida a la vez que su carrera deportiva.
XL. ¿Ayudó su libro a que se produjera esa evolución?
T.L. No sé si mi libro ayudó a que todo esto evolucionara. Bueno, espero que en algo, al menos. Creo que también fue importante que se pusiera un límite mínimo de 16 años para participar en los Juegos Olímpicos.
XL. ¿Y qué opina ahora de personas como Emilia Boneva, su entrenadora, a la que se culpó de lo sucedido?
T.L. Emilia Boneva fue la entrenadora más dura que tuve, pero no le guardo ningún resquemor, todo lo contrario. Venía de Bulgaria y sus métodos eran de allí, muy estrictos. Pero a nivel humano siempre se podía contar con ella. Sabía separar el trabajo de la vida personal. Si hubiera habido malos tratos, cosas como las que ahora están apareciendo de otros deportes, mis padres no me hubieran dejado allí.
XL. ¿Cómo vivió su familia todo ese proceso?
T.L. Para mis padres, todo aquello fue más duro que para mí. Estuvieron todo el tiempo muy pendientes. Tuvieron que escoger entre romper mi sueño de formar parte del equipo nacional o perderme durante años. Si me lo hubieran prohibido lo habría aceptado, pero seguramente se lo habría reprochado toda la vida.
XL. Pero usted contó que se sintió fatal cuando la echaron por sobrepeso. ¡Y solo pesaba 43 kilos!
T.L. Me sentí decepcionada cuando me expulsaron del equipo, porque la despedida fue fría. Pero lo peor fue tener que retomar los estudios siendo mayor. Sufrí una depresión de la que salí al cabo del tiempo.
XL. ¿Qué puede comentar del tema de la comida?
T.L. Hay mucha leyenda sobre el tema de la comida y las gimnastas. Comíamos bien. Engordé después de los Juegos porque comí chucherías y chocolate. El problema estuvo en que, cuando debía recuperar el peso fijado, mi metabolismo cambió y no hubo manera. Lo terrible vino después, en el desamparo en que quedé, como si fuera una persona acabada con apenas 17 años.
XL. ¿Todas sus compañeras lo vivían igual?
T.L. Al llegar al equipo, había chicas que evidentemente lo estaban pasando mal, que no podían con el ritmo de trabajo. Recuerdo que les dije a mis padres: «Si alguna vez me veis como están ellas, sacadme de ahí. Aunque os diga que no, hacedlo». Tenía 15 años, pero ya era capaz de darme cuenta de cosas así.
XL. ¿Qué opina de las acusaciones al exseleccionador Jesús Carballo por abusos?
T.L. No sé qué pensar. En su trato conmigo fue siempre correcto. Nosotras no estábamos con las de gimnasia deportiva en el día a día, pero jamás escuché ningún comentario. No lo entiendo.
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