miércoles, 19 de diciembre de 2012

DEPORTES RECUERDOS DEL REAL MADRID GOYO BENITO.Y MANOLÍN BUENO.

Goyo Benito.TÍTULO:   DEPORTES RECUERDOS DEL REAL MADRID GOYO BENITO.


GOYO BENITO.

Goyo Benito.-foto.

Gregorio "Goyo" Benito Rubio, futbolista español, nacido el 21 de octubre de 1946 en El Puente del Arzobispo, provincia de Toledo. Jugaba en la posición de ...

Gregorio "Goyo" Benito Rubio, futbolista español, nacido el 21 de octubre de 1946 en El Puente del Arzobispo, provincia de Toledo. Jugaba en la posición de Central, y jugó casi toda su carrera en el Real Madrid donde fue toda una institución. No dotado de una excelente técnica su firmeza y contundencia como defensa le convirtieron en uno de los últimos exponentes de la llamada furia española.
En 1979 gano una "Laureada". Una Laureada es una insignia de oro y brillantes con el escudo del club y laureles a su alrededor que entrega el Real Madrid. Fue el segundo jugador en la historia en conseguirlo después de Pirri.
Gregorio Benito
Gregorio "Goyo" Benito Rubio, futbolista español, nacido el 21 de octubre de 1946 en El Puente del Arzobispo, provincia de Toledo. Jugaba en la posición de Central, y jugó casi toda su carrera en el Real Madrid donde fue toda una institución.

TÍTULO:  DEPORTES RECUERDOS DEL REAL MADRID MANOLÍN BUENO.

Manuel Bueno Cabral, deportivamente conocido como Manolín Bueno (Sevilla, España, 5 de febrero de 1940), es un ex futbolista español. A pesar de lo ...
 Manuel Bueno Cabral, deportivamente conocido como Manolín Bueno, es un ex futbolista español. A pesar de lo abultado de su palmarés, nunca se pudo hace un hueco en el Real Madrid ya que le disputaba,.
 Manuel Bueno Cabral, deportivamente conocido como Manolín Bueno (Sevilla, España, 5 de febrero de 1940), es un ex futbolista español. A pesar de lo abultado de su palmarés, nunca se pudo hace un hueco en el Real Madrid ya que le disputaba el puesto al mejor interior izquierdo del mundo, Francisco Gento. No llegó a ser nunca internacional por España, ya que Gento le quitaba el puesto, y también Enrique Collar.
 El eterno suplente
Algunos pensarán que Manolín Bueno, como se le conoció futbolísticamente, fue el jugador que peor suerte tuvo vistiendo la camiseta del Real Madrid; otros, por el contrario, serán de la opinión que bastante suerte tuvo como futbolista al vestir la camiseta del Real Madrid, y estar en la plantilla con futbolistas de la talla de Di Stéfano, Puskas, Rial, Santamaría, Pachín, Amancio y, sobre todo, Gento, el hombre que le tapó su progresión en el fútbol, aunque el montañés no hiciese otra cosa que la que sabía, jugar al fútbol, hasta ser considerado el mejor extremo izquierdo del mundo. El caso es que entre el espectacular juego de Gento, y que “no cogía ni un triste constipado”, como señala el propio Manolín Bueno, entre grandes carcajadas, el bueno de Bueno se vio condenado a la eterna suplencia. Una situación que él supo sobrellevar con gallardía y con la elegancia que da el estar en un Club como el Real Madrid.
De la “Tacita de Plata” a la Copa de Europa
Pero no se crean ustedes que Bueno no jugó ni un solo partido con el Madrid, ni mucho menos. En los doce años en lo que estuvo en nuestro Club, jugó un total de 243 partidos defendiendo la camiseta blanca, una buena marca si no fuese porque más de la mitad fueron partidos amistosos, ya fueran nacionales o internacionales. Cabe señalar que cuentan los más eruditos que el Real Madrid institucionalizó los “partidos de los jueves”, amistosos que se jugaban ese día de la semana, bien contra equipos españoles o extranjeros, por el hecho de que “jugase Manolín Bueno”. Puede ser que haya algo o mucho de cierto en eso, pero lo que sí es seguro es que aquellos partidos nos permitieron conocer al “otro Madrid”, al equipo B, a los jugadores “tapados” por los Puskas, Gento, Di Stéfano, Santamaría, Amancio..., pero antes, Bueno tuvo su mejor escaparate en la “Tacita de Plata”.
Manuel Bueno Cabral, Manolín para el mundo del fútbol desde hace más de 50 años, nació en Sevilla, el 5 de febrero de 1940, pero muy pronto su familia puso rumbo a Cádiz, donde su padre hizo de todo, jugador, masajista y, por último, encargado general del Estadio Ramón de Carranza, lo que hizo que la familia Bueno-Cabral viviese dentro del estadio en una vivienda habilitada para el encargado general.
Qué mejor escuela para Manolín Bueno, que el propio Estadio del Cádiz, donde vivía y convivía con todas las figuras que por el equipo amarillo pasaron. Allí, a todas las horas, respiraba fútbol, y fútbol del bueno, con arte hasta decir basta. No es de extrañar, por tanto, que juntos los genes y los deseos de emular a los Mirandilla, Rubio, Fernández, Roldán… El caso es que el joven Manolín comienza a jugar “en serio” con 13 años; antes había jugado algunos partidos en los juveniles del Cádiz. De ahí pasó a al Balón C. De F., desde donde pegó el salto al primer equipo gaditano. Nueve meses de escaparate con los amarillos le valieron para que el Real Madrid se fijase en él.
Ocho veces campeón de Liga
Manolín Bueno llegó al Madrid en el mes de junio de 1959. En aquella temporada hubo una gran renovación en la plantilla madridista, comenzando por el técnico (Carniglia deja su puesto a Fleitas Solich), y siguiendo por una buena parte de los jugadores: se van Joseíto, Pereda, Segurola… y llegan hombres de fama, como los brasileños y Canario, un extremo diestro de gran calidad, y Walter Pereira “Didí”, de quien se habían hecho grandes elogios en el Mundial de Suecia.
A esas dos estrellas “canarinhas” se unen el húngaro Kaszas, procedente del Español, el delantero sevillista Pepillo, el defensa de Osasuna Pachín, otro defensa, este canario, Pantaleón; un medio del Murcia, Vidal, se repescó a Casado, del Plus Ultra, y llegó, procedente del Cádiz, Manolín Bueno, un fino extremo izquierda con ansias de comerse el mundo.
Para empezar, la Copa de Europa y la Intercontinental
La primera campaña de Bueno en el Madrid es un tanto desilusionante respecto al número de partidos que juega, pero muy fructífera en cuanto a títulos se refiere, con una Copa de Europa y una Intercontinental para abrir su palmarés madridista. Bueno juega 8 partidos oficiales, en los que consigue 3 goles, distribuidos de la siguiente manera: 3 de Liga, un gol; 4 de Copa, dos goles, y 1 de la Intercontinental, cero goles.
Esta situación no cambió ni en la siguiente, ni en la otra ni en la de más allá. Así en once de las doce campañas que jugó, porque, paradójicamente, en la última, llegó a jugar ¡20! partidos de Liga y 5 de Copa, lo que le hizo concebir alguna esperanza de renovar, fue despedido del Club. ¿Por qué aguantó tanto un hombre de su calidad esa situación de “eterno suplente”.
El propio Manolín Bueno evoca aquellos tiempos cuatro décadas después. “Yo. Como todo jugador profesional, quería jugar, pero no me podía ir del Real Madrid porque existía una ley “el derecho de retención” con la que el Club te tenía atado de por vida. Además, yo tuve la desgracia de encontrarme con el mejor extremo izquierdo del mundo.
Campeón con los ''Ye-yés''
Manolín Bueno fue consumiendo temporadas y amasando títulos. Su palmarés engrosaba de tal manera que sería la envidia de cualquier jugador que no militase en el Real Madrid. No hubo año, en los doce que estuvo en el equipo, que no sumase un título de Liga, Copa, Copa de Europa o Intercontinental, a su currículo, e incluso algunos los hizo por partida doble.
“La temporada de los “Ye-yés” fue impresionante, comenta Bueno, porque se ganó una Copa de Europa con todos los jugadores del país. Estaba cantado. Un día vino desde Bilbao un amigo de don Santiago Bernabéu y estando en el vestuario le dijo: ‘Lo único que té falta es ganar la Copa de Europa con todos los jugadores españoles en el equipo’. Y acertó, aunque se comenzó perdiendo la final. Luego, al acabar el partido aquello era una locura, tanto de los que habían jugado como de los que habíamos estado en las gradas”, señala este mito madridista.

Los partidos de los jueves
Una bien ganada fama adquirieron los “partidos de los jueves”, llamados así por jugarse en ese día concreto de la semana y con los que el Real Madrid pretendía conseguir dos objetivos. Por un lado que la afición conociese, deportivamente hablando, a los jugadores reservas o que menos actuaban con el primer equipo, y por otro, venían a ser algo así como los “partidillos” que habitualmente realizan en el entrenamiento los equipos de fútbol.
En definitiva hubo quien señaló, y así está escrito, que el Club institucionalizó estos amistosos para “jugase Manolín Bueno”. Puede ser que haya algo o mucho de cierto en eso, aquellos partidos nos permitieron conocer al “otro Madrid”, al equipo B, a los jugadores “tapados” por los Puskas, Gento, Di Stéfano, Santamaría, Amancio, como fueron el propio Manolín Bueno, Miche, Serena, Casado, etcétera. Para nuestro protagonista aquellos partidos tuvieron una gran aceptación entre los aficionados, pero se quitaron porque “como metíamos tantos goles, ganábamos muchas primas”, y eso no gustó a algunos de los titulares.
Manolín Bueno esperaba su momento, que pareció llegar en la temporada 1970-71, en plena madurez del jugador. Participó en 20 partidos de Liga y llegó a la final de la Recopa, pero esta final, que tuvo que decidirse en dos partidos al haber empatado en el primero de ellos, sería, a la postre, su condena y, paradójicamente, la del hombre que le había tapado la posibilidad de jugar en el Real Madrid: Paco Gento. Tras la final perdida hubo una renovación en el equipo que afectó de lleno a Bueno. El sevillano emprendió rumbo a la tierra que le vio nacer a emprender nuevas aventuras, pero eso entra dentro de otras historia.
Selección, Sevilla y vuelta a los orígenes
Si en el Real Madrid lo tuvo “crudo” para jugar, en la selección se le presentó el mismo problema corregido y aumentado, pues a la sempiterna presencia de Gento había que añadir la de Enrique Collar, extremo izquierdo, también sevillano, que defendía los colores del Atlético de Madrid. Collar era otro dechado de virtudes con la zurda, muy parecido a Gento, quizá con menos velocidad, pero más toque. Hoy diríamos, que Collar y Bueno eran producto de una "clonación".Por todo lo anterior no es de extrañar que, teniendo en cuenta la frecuencia de juego de la –mucho menos que hoy día-, y de la competencia que tenía con Gento y Collar, Bueno sólo tenga en su palmarés tres presencias con la selección española, una con la llamada “Promesas”, y dos con la B. A punto estuvo de debutar con la A, pero una lesión de adductores producida el día anterior al choque, le privó de ello.
Manolín Bueno debutó en 1959 con la selección “Promesas”, ante Francia. Luego, en los años 1961 y 1962 jugó con la selección B, las dos veces, también ante Francia. Aquí finalizó la carrera internacional de un hombre que por su calidad pudo vestir en muchas más ocasiones la camiseta del combinado español, pero que, al igual que en el Real Madrid, tuvo por delante al “mejor extremo izquierdo del mundo”.
Vuelta a los orígenes
Tras la salida del Madrid, Bueno recibió una oferta del Sevilla, equipo de la tierra que le vio nacer, que en cierto modo le ponía en la órbita del fútbol, al permitirle jugar domingo tras domingo en la máxima categoría del fútbol español. El comienzo no pudo ser mejor. El Sevilla se puso líder en las primeras jornadas, pero poco a poco el equipo fue perdiendo gas y a la postre terminó bajando de categoría.

No acabaron aquí las coas, y en la segunda temporada las desgracias se hacen compañeras de la plantilla sevillista. “Estando jugando en Pasarón, ante el Pontevedra, cuando cayó fulminado mi compañero Berruezo, con paro cardíaco del que no se recuperó”, revive Bueno este triste episodio que aún se mantiene fresco en la memoria. Tras esta campaña, Bueno piensa en la retirada, pero una llamada del club en el que se dio a conocer, el Balón, le hizo seguir con las botas puestas.
Estuvo jugando dos años en el Balón, ayudando y divirtiéndose con el fútbol más modesto, hasta que una llamada de Enrique Mateos, su compañero en el Real Madrid, le llevó al Cádiz como su ayudante en la dirección del equipo. Estas dos campañas en el equipo, subiendo al equipo amarillo a la División de Honor en la primera campaña. Tras otra campaña, Manolín Bueno se aleja del fútbol de élite, dejando un recuerdo imborrable entre los que tuvieron la suerte de contemplar su arte con el balón en los pies.
Historial y palmarés
Nombre: Manuel Bueno Cabral
Nombre deportivo: Manolín Bueno
Lugar de nacimiento: Sevilla
Fecha: 5 de febrero de 1940
Ingresó en el Club: el 10 de junio de 1959
Causó baja: el 30 de junio de 1971.
Palmarés:
8
Ligas
2 Copas de Europa
1 Copa Intercontinental
2 Copas de España
Otros Trofeos:
1
Trofeo Carranza
1 Trofeo Aid el Kabir
1 Trofeo Villa de Marín

Internacional
2 veces con la selección B
1 vez con la selección Promesas
Sus números en el Real Madrid Partidos Jugados:
76
Liga
29 Copa de España
13 Copa de Europa
2 Copa Intercontinental
123 Amistosos nacionales e internacionales
Goles marcados: 68

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