TÍTULO: EL JUEZ IMPUTA A RAMONCIN POR EL EXPOLIO DE LA SGAE:Al final, también Ramoncín-foto. El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz imputó al 'Rey del Pollo Frito' en el sumario que investiga el saqueo ...
El juez imputa a Ramoncín por el expolio de la SGAE
- El 'Rey del Pollo Frito' se enfrenta a los cargos de apropiación indebida, administración desleal y falsedad documental, durante los años que fue directivo,.
Al final, también Ramoncín. El juez de la Audiencia Nacional Pablo Ruz imputó al 'Rey del Pollo Frito' en el sumario que investiga el saqueo de las arcas de la Sociedad General de Autores y Editores (SGAE) por parte de sus anteriores gestores. El magistrado acusa a José Ramón Márquez Martínez de haberse embolsado más de 170.000 euros de la sociedad a través de facturas falsas por trabajos que nunca realizó y cuyo pago era autorizado por sus compañeros de directiva.
Los cargos concretos a los que tendrá que responder el cantante el próximo 14 de enero son apropiación indebida, administración desleal y falsedad documental. Supuestos delitos cometidos en parte en la época en la que Ramoncín fue consejero de la SGAE, entre 2000 y 2007.
La decisión de Pablo Ruz de cambiar la condición de testigo (Ramoncín ya declaró en este proceso el pasado marzo) a imputado fue provocada por un contundente informe que la Guardia Civil le entregó el pasado 9 de octubre, fruto de un año y medio de investigación de los libros de contabilidad incautados en junio de 2011, cuando agentes del instituto armado detuvieron a la cúpula completa de la institución en la denominada 'operación Saga', entre ellos al entonces presidente de la entidad, Eduardo, 'Teddy', Bautista.
De acuerdo a ese atestado policial, hay «dudas sobre la forma de contratación observada» y en algunos casos, sobre la «realidad de los servicios o productos» por los que el grupo SGAE retribuyó al cantante. En síntesis, facturas no soportadas por ningún contrato, según ese informe.
Las irregularidades detectadas van del 2004 a este mismo año, cuando la sociedad de autores ya estaba en mano de los nuevos gestores. Las facturas tienen un importe total de 170.552,56 euros y fueron emitidas por el propio Ramoncín y su editora musical, Júpiter Music S.L.
Esta mercantil, giró facturas a Portal Latino S.L (propiedad del grupo SGAE) por un supuesto programa de televisión llamado 'El Creador'. Sobre esa producción, que jamás fue emitida, la Guardia Civil no ha encontrado un solo rastro, lo que hace suponer que, en realidad, nunca se hizo.
El instituto armado se hizo con correos electrónicos entre Ramoncín y el principal imputado de la 'operación Saga', José Luis Rodríguez Neri, el exdirector de la Sociedad Digital de Autores y Editores (SDAE), filial digital de la SGAE. Fue el propio Rodríguez Neri el que autorizó los pagos al cantante catalán a pesar de no haber realizado trabajo alguno, según los informes.
El segundo paquete de facturas irregulares está relacionado con una herramienta informática denominada 'Caja Fuerte Virtual', de la que tampoco los agentes han encontrado ni rastro en la SGAE. Ni de la aplicación ni del contrato que tendría haber sido firmado con Ramoncín.
El cantante, que aseguró que no hablará hasta que declare ante Ruz y conozca las imputaciones concretas, hasta ahora había conseguido mantenerse al margen de la investigación de la Guardia Civil, que ya ha concluido que los entonces compañeros de Ramoncín en la directiva llegaron a gastarse más de 30 millones de euros de la sociedad en viajes y otros lujos.
Trece encausados
Con la imputación de José Ramón Márquez, se eleva a trece los exdirigentes encausados en el sumario 'Saga'. Además de Ramoncín, Teddy Bautista y Rodríguez Neri, también figuran el directivo de Microgénesis Rafael Ramos, el empresario que fue el más beneficiado por el expolio «ideado» por Neri y «autorizado, consentido y también impulsado» por Bautista, en palabras del propio juez Ruz. Neri y Ramos fueron excarcelados en verano de 2011 tras depositar sendas fianzas de 300.000 y 150.000 euros.
Otros exdirectivos que se sentarán, casi con toda probabilidad, en el banquillo de los acusados serán Enrique Loras, exdirector general de la SGAE; Ricardo Azcoaga, exdirector financiero de la sociedad; Elena Vázquez, accionista de Microgénesis; y Celedonio Martín, director financiero de esta misma firma, amén de varios familiares de éstos.
La imputación del 'Rey del Pollo Frito' se produce un día después de que la directiva actual de la Sociedad General de Autores -que encabeza desde mayo el cantante Antón Reixa, exlíder de 'Os resentidos'- aprobara en asamblea la reforma de los estatutos para limitar el poder del presidente de la entidad, sobre todo a la hora del control de las cuentas.
Los cargos concretos a los que tendrá que responder el cantante el próximo 14 de enero son apropiación indebida, administración desleal y falsedad documental. Supuestos delitos cometidos en parte en la época en la que Ramoncín fue consejero de la SGAE, entre 2000 y 2007.
La decisión de Pablo Ruz de cambiar la condición de testigo (Ramoncín ya declaró en este proceso el pasado marzo) a imputado fue provocada por un contundente informe que la Guardia Civil le entregó el pasado 9 de octubre, fruto de un año y medio de investigación de los libros de contabilidad incautados en junio de 2011, cuando agentes del instituto armado detuvieron a la cúpula completa de la institución en la denominada 'operación Saga', entre ellos al entonces presidente de la entidad, Eduardo, 'Teddy', Bautista.
De acuerdo a ese atestado policial, hay «dudas sobre la forma de contratación observada» y en algunos casos, sobre la «realidad de los servicios o productos» por los que el grupo SGAE retribuyó al cantante. En síntesis, facturas no soportadas por ningún contrato, según ese informe.
Las irregularidades detectadas van del 2004 a este mismo año, cuando la sociedad de autores ya estaba en mano de los nuevos gestores. Las facturas tienen un importe total de 170.552,56 euros y fueron emitidas por el propio Ramoncín y su editora musical, Júpiter Music S.L.
Esta mercantil, giró facturas a Portal Latino S.L (propiedad del grupo SGAE) por un supuesto programa de televisión llamado 'El Creador'. Sobre esa producción, que jamás fue emitida, la Guardia Civil no ha encontrado un solo rastro, lo que hace suponer que, en realidad, nunca se hizo.
El instituto armado se hizo con correos electrónicos entre Ramoncín y el principal imputado de la 'operación Saga', José Luis Rodríguez Neri, el exdirector de la Sociedad Digital de Autores y Editores (SDAE), filial digital de la SGAE. Fue el propio Rodríguez Neri el que autorizó los pagos al cantante catalán a pesar de no haber realizado trabajo alguno, según los informes.
El segundo paquete de facturas irregulares está relacionado con una herramienta informática denominada 'Caja Fuerte Virtual', de la que tampoco los agentes han encontrado ni rastro en la SGAE. Ni de la aplicación ni del contrato que tendría haber sido firmado con Ramoncín.
El cantante, que aseguró que no hablará hasta que declare ante Ruz y conozca las imputaciones concretas, hasta ahora había conseguido mantenerse al margen de la investigación de la Guardia Civil, que ya ha concluido que los entonces compañeros de Ramoncín en la directiva llegaron a gastarse más de 30 millones de euros de la sociedad en viajes y otros lujos.
Trece encausados
Con la imputación de José Ramón Márquez, se eleva a trece los exdirigentes encausados en el sumario 'Saga'. Además de Ramoncín, Teddy Bautista y Rodríguez Neri, también figuran el directivo de Microgénesis Rafael Ramos, el empresario que fue el más beneficiado por el expolio «ideado» por Neri y «autorizado, consentido y también impulsado» por Bautista, en palabras del propio juez Ruz. Neri y Ramos fueron excarcelados en verano de 2011 tras depositar sendas fianzas de 300.000 y 150.000 euros.
Otros exdirectivos que se sentarán, casi con toda probabilidad, en el banquillo de los acusados serán Enrique Loras, exdirector general de la SGAE; Ricardo Azcoaga, exdirector financiero de la sociedad; Elena Vázquez, accionista de Microgénesis; y Celedonio Martín, director financiero de esta misma firma, amén de varios familiares de éstos.
La imputación del 'Rey del Pollo Frito' se produce un día después de que la directiva actual de la Sociedad General de Autores -que encabeza desde mayo el cantante Antón Reixa, exlíder de 'Os resentidos'- aprobara en asamblea la reforma de los estatutos para limitar el poder del presidente de la entidad, sobre todo a la hora del control de las cuentas.
Que Ramoncín nació chulo lo sabe todo el mundo. La primera en darse cuenta fue Antoñita Márquez, la joven que lo parió en un taxi camino ...
Que Ramoncín nació chulo lo sabe todo el mundo. La
primera en darse cuenta fue Antoñita Márquez, la joven que lo parió en
un taxi camino del hospital. El destino es el destino. Por lo visto,
estaba escrito que el sino de Ramoncín era rodar y rodar, como apunta
uno de sus corridos mexicanos favoritos. Efectivamente, se trata de 'El
Rey', donde un tipo grita a los cuatro vientos: 'Con dinero o sin
dinero/ hago siempre lo que quiero/ y mi palabra es la ley'. Pues bien,
aquel chaval apodado 'El Punk de Vallecas' se aplicó el cuento y hasta
ahora no le había ido nada mal...
Con 57 años y cuatro hijos -entre la adolescencia y la
treintena-, puede presumir de un Disco de Diamante en la SGAE, en
reconocimiento a su dilatadísima trayectoria, y encima todos le colgamos
la etiqueta de 'El Rey del Pollo Frito'. No lo puede evitar, siempre
acaba en el trono. El mote se remonta a su primer pelotazo (1978),
cuando el disco 'Ramoncín & W.C.' le catapultó a la fama. Ahí se
incluía un tema que hacía mofa de un alto ejecutivo repelente pero,
tiene su gracia, la gente pensó que el apelativo 'El Rey del Pollo
Frito' hacía referencia al propio Ramoncín.
Será que le bastaba pintarse un rombo en torno al ojo,
gastar maneras de macarrilla y pontificar sobre 'La naranja mecánica'
para dar miedo. O, por lo menos, para llamar la atención. De esto último
-ser el rey del mambo- sí que sabía en aquella época un artista al que
Umbral prologó el libro de poemas 'Animal de ojos caídos' (1979). Desde
1974, al poco de montar una compañía de teatro en la Politécnica de
Madrid, no ha parado de interpretar el papel de su vida. ¿Cuál? El que
sea. Lo fundamental era vivir bajo los focos.
Sentirse fuera de tiesto
Entre 1979 y 1988, en su periodo más efervescente, grabó
siete discos -de 'Barriobajero' a 'Fe ciega'- y también le dio tiempo a
debutar en el cine, donde participó en títulos como 'La vendedora de
ropa interior' y 'La rubia del bar'. La experiencia le sirvió de
trampolín para dar el salto a la pequeña pantalla que -como era de
esperar- muy pronto se convirtió en su pan de cada día. ¡Había nacido un
animal televisivo! O un monstruo.
Da vértigo repasar su currículum catódico: se estrena con
el serial de TVE 'España en solfa' (1990), más tarde coge el micrófono
en el programa 'De tal palo' (1992) y, sin apenas respiro, conduce el
concurso diario 'Lingo' entre 1993 y 1996. Un rodaje intensísimo que le
allanó el camino hasta la cumbre: 'Moros y cristianos' y 'Crónicas
marcianas' (en su primera etapa, claro). Ahí tocó techo, en calidad de
contertulio lenguaraz, y se desmelenó a gusto hasta que empezó a
sentirse fuera de tiesto... Y es que llegó un momento en que Ramoncín
decidió quitarse la careta y retomar su identidad genuina; la que consta
en el DNI y lo presenta como un señor llamado José Ramón Julio Márquez.
Tarea difícil eso de volver a las raíces. Lleva el apellido de su madre
porque su progenitor nunca asumió la paternidad; pero ni falta que le
hizo para forjarse una personalidad de rompe y rasga.
Tiene un verbo agresivo, de los que dispara y luego
pregunta. Representante de la línea dura 'progre', antaño habitual de la
bodeguilla de Felipe González y empeñado siempre en hacerse notar,
sorprende que no se haya animado a presentar su candidatura por el PSOE.
Quizá sea porque le puede el carácter y... le cuesta bajarse del trono.
Cada vez más, por cierto.
En 2001 se le condenó a pagar una multa por agredir a un
fotógrafo y, por si no bastara, también ha tenido encontronazos con la
revista 'El Jueves' y portales de Internet que presuntamente dañaban su
honor. ¿En qué sentido? Muy sencillo: no le gusta nada que le definan
como «el tío ese que iba de rebelde y luego se operó la nariz».
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