'Como dos lunas llenas' es un libro que contiene cuentos
de divulgación científica, escrito por el docente e investigador
científico dombenitense Carlos Javier Rodríguez y por el profesor
Fernando Catalán Segovia. El libro se presentará estas Navidades en
diferentes ciudades extremeñas con un innovador sistema de proyección en
el interior de un Planetario Digital.
Esta colección de cuentos, con un planteamiento sin
precedente en España, aproxima al público infantil de una forma
didáctica y con rigor científico, importantes fenómenos relacionados con
la Astronomía.
En los diez cuentos incluidos en el libro pueden
encontrarse las respuestas a preguntas tales como ¿cómo se formó nuestro
sistema solar?,¿qué es una aurora boreal?, ¿cuáles son los misterios de
la Luna?, ¿de qué están hechos los cometas?, ¿qué es un meteorito?, ¿y
un eclipse?,¿y un agujero negro? o ¿por qué en ocasiones se producen
«lluvias de estrellas»?
Los encargados de sacar de dudas a los pequeños lectores
serán dos partículas solares en busca de un destino único, unos jóvenes
extraterrestres en una clase interespacial accidentada, un viejo
meteorito dispuesto a terminar con la vida en nuestro planeta o un
extraño personaje que descubrirá a unos muchachos curiosos los secretos
de la Luna.
El libro va dirigido a niños de entre los 10 y 14 años.
Los cuentos están acompañados con más de sesenta ilustraciones en 3D,
con gafas incluidas, para disfrutar de una lectura amena y
enriquecedora, haciendo de los espectáculos celestes dominio de todas
las miradas.
Los diez cuentos incluidos en el volumen, además de
acercar y explicar la ciencia a grandes y pequeños con rigor (están
avalados científicamente por el Doctor Miquel Serra - Ricart del
Instituto Astrofísico de Canarias) , trabajan valores como la
imaginación, la asertividad, la confianzao la superación.
TÍTULO: Rebelión en las aulas,.
Mark Thackeray, un ingeniero negro sin trabajo, acepta un empleo como
profesor de un grupo de estudiantes bastante conflictivos en una escuela
de la periferia de Londres. Sus alumnos son insolentes y groseros pero,
en el fondo, no tienen malos sentimientos. Al principio intenta ganarse
su confianza utilizando los métodos tradicionales, pero fracasa tan
estrepitosamente que no tendrá más remedio que recurrir a otras fórmulas,.
TÍTULO: COMO DOS LUNAS LLENAS,.
Con qué pura y serena transparencia
brilla esta noche la luna!
A imagen de la cándida inocencia,
no tiene mancha ninguna.
De su pálido rayo la luz pura
como lluvia de oro cae
sobre las largas cintas de verdura
que la brisa lleva y trae.
Y el mármol de las tumbas ilumina
con melancólica lumbre,
y las corrientes de agua cristalina
que bajan de la alta cumbre.
La lejana llanura, las praderas,
el mar de espuma cubierto
donde nacen las ondas plañideras,
el blanco arenal desierto,
la iglesia, el campanario, el viejo muro,
la ría en su curso varia,
todo lo ves desde tu cenit puro,
casta virgen solitaria.
cuantos en el mundo habitan,
en busca del alivio de sus males,
tu blanca luz solicitan.
Unos para consuelo de dolores,
otros tras de ensueños de oro
que con vagos y tibios resplandores
vierte tu rayo incoloro.
Y otros, en fin, para gustar contigo
esas venturas robadas
que huyen del sol, acusador testigo,
pero no de tus miradas.
y mi destino inconstante,
correr quisiera un misterioso velo
sobre tu casto semblante.
Y piensa mi exaltada fantasía
que sólo yo te contemplo,
y como que es hermosa en demasía
te doy mi patria por templo.
Pues digo con orgullo que en la esfera
jamás brilló luz alguna
que en su claro fulgor se pareciera
a nuestra cándida luna.
Mas ¡qué delirio y qué ilusión tan vana
esta que llena mi mente!
De altísimas regiones soberana
nos miras indiferente.
Y sigues en silencio tu camino
siempre impasible y serena,
dejándome sujeta a mi destino
como el preso a su cadena.
Y a alumbrar vas un suelo más dichoso
que nuestro encantado suelo,
aunque no más fecundo y más hermoso,
pues no le hay bajo del cielo.
No hizo Dios cual mi patria otra tan bella
en luz, perfume y frescura,
sólo que le dio en cambio mala estrella,
dote de toda hermosura.
indiferente y esquiva;
¿qué eres al fin, ¡oh, hermosa!, comparada
al que es llama ardiente y viva?
Adiós... adiós, y quiera la fortuna,
descolorida doncella,
que tierra tan feliz no halles ninguna
como mi Galicia bella.
Y que al tornar viajera sin reposo
de nuevo a nuestras regiones,
en donde un tiempo el celta vigoroso
te envió sus oraciones,
en vez de lutos como un tiempo, veas
la abundancia en sus hogares,
y que en ciudades, villas y en aldeas
han vuelto los ausentes a sus lares.
brilla esta noche la luna!
A imagen de la cándida inocencia,
no tiene mancha ninguna.
De su pálido rayo la luz pura
como lluvia de oro cae
sobre las largas cintas de verdura
que la brisa lleva y trae.
Y el mármol de las tumbas ilumina
con melancólica lumbre,
y las corrientes de agua cristalina
que bajan de la alta cumbre.
La lejana llanura, las praderas,
el mar de espuma cubierto
donde nacen las ondas plañideras,
el blanco arenal desierto,
la iglesia, el campanario, el viejo muro,
la ría en su curso varia,
todo lo ves desde tu cenit puro,
casta virgen solitaria.
II
Todo lo ves, y todos los mortales,cuantos en el mundo habitan,
en busca del alivio de sus males,
tu blanca luz solicitan.
Unos para consuelo de dolores,
otros tras de ensueños de oro
que con vagos y tibios resplandores
vierte tu rayo incoloro.
Y otros, en fin, para gustar contigo
esas venturas robadas
que huyen del sol, acusador testigo,
pero no de tus miradas.
III
Y yo, celosa como me dio el cieloy mi destino inconstante,
correr quisiera un misterioso velo
sobre tu casto semblante.
Y piensa mi exaltada fantasía
que sólo yo te contemplo,
y como que es hermosa en demasía
te doy mi patria por templo.
Pues digo con orgullo que en la esfera
jamás brilló luz alguna
que en su claro fulgor se pareciera
a nuestra cándida luna.
Mas ¡qué delirio y qué ilusión tan vana
esta que llena mi mente!
De altísimas regiones soberana
nos miras indiferente.
Y sigues en silencio tu camino
siempre impasible y serena,
dejándome sujeta a mi destino
como el preso a su cadena.
Y a alumbrar vas un suelo más dichoso
que nuestro encantado suelo,
aunque no más fecundo y más hermoso,
pues no le hay bajo del cielo.
No hizo Dios cual mi patria otra tan bella
en luz, perfume y frescura,
sólo que le dio en cambio mala estrella,
dote de toda hermosura.
IV
Dígote, pues, adiós, tú, cuanto amada,indiferente y esquiva;
¿qué eres al fin, ¡oh, hermosa!, comparada
al que es llama ardiente y viva?
Adiós... adiós, y quiera la fortuna,
descolorida doncella,
que tierra tan feliz no halles ninguna
como mi Galicia bella.
Y que al tornar viajera sin reposo
de nuevo a nuestras regiones,
en donde un tiempo el celta vigoroso
te envió sus oraciones,
en vez de lutos como un tiempo, veas
la abundancia en sus hogares,
y que en ciudades, villas y en aldeas
han vuelto los ausentes a sus lares.
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