Retratados en refranes y en el habla popular, que muchas veces no les hace justicia -los fieles perros se convirtieron en groseros y ...
Retratados en refranes y en el habla popular, que muchas
veces no les hace justicia -los fieles perros se convirtieron en
groseros y malintencionados solo porque en la Edad Media la alcurnia
prefería la palabra can-, los animales han llegado a protagonizar miles
de páginas como las que recogen todas las antologías de cuentos en ellos
inspirados que tanto han proliferado durante estas navidades. Muchos
son los que han hecho compañía a escritores agradecidos que les han
dedicado sus palabras más hermosas, aunque Quevedo usara al perro como
insulto en 'La fortuna con seso' (1635) y los 'Asnos de la España' no
fueran simples pollinos en el 'Elogio del rebuzno' (1829).
Buena muestra de ello es el epitafio que Lord Byron
redactara para la lápida de la tumba de su más firme amigo, su boxer
'Boatswain': «Aquí reposan los restos de una criatura que fue bella sin
vanidad, fuerte sin insolencia, valiente sin ferocidad, y tuvo todas las
virtudes del hombre y ninguno de sus defectos». Un boxer, 'Keeper', fue
también el último perro del naturalista Gerald Durrell, y el animal del
que aprendió una gran lección de tolerancia. «Me sentía un poco
preocupado por la llegada a mi zoo (en la isla de Jersey) de un perro de
dos años que nunca había visto animales diferentes a él. Sin embargo,
'Keeper', lleno de buenos sentimientos, se fue ganando a fuerza de
voluntad todos los corazones y tuvo un éxito inmediato».
Son esas cualidades tan humanas atribuidas a los animales
las que tanto se han prodigado en los cuentos infantiles. Y es que
gracias a ellos se pueden dar lecciones sin que estas resulten demasiado
crueles, porque al final nos duele menos que el que sufra el rechazo
por ser diferente sea un patito feo que un niño -ya se encarga la
realidad de ofrecernos la otra cara menos amable-.
Por un guerrero de Alfonso VI de Castilla que trepó las
murallas que rodeaban la antigua Magerit quedaron los madrileños
convertidos en 'gatos' y por la gracia de don Lope de Vega, y su falta
de modestia, se convirtió su alter ego Tomé de Burguillos en el «segundo
Gatilaso», capaz de librar de ratones la biblioteca del Parnaso.
Como bolsa de doblones, ladrón o animal, los gatos son
los protagonistas absolutos de 'La Gatomaquia' que sirve a Lope para
arremeter, entre otros, contra declarados enemigos como el poeta José
Pellicer. También lo son de la oda que Pablo Neruda les compuso,
admirado por su orgullo e independencia, porque, decía el poeta chileno,
«el gato quiere ser sólo gato y todo gato es gato desde bigote a cola».
Otro chileno, Luis Sepúlveda, es quien dedica su último
cuento, recientemente publicado, a un minino muy especial. Se trata de
Mix, un gato que, según cuenta el autor de 'Historia de Mix, de Max y de
Mex', fue adoptado por su hijo en la Sociedad Protectora de Animales de
Múnich. Ese cariño que se adivina en las páginas del cuento de
Sepúlveda es equiparable al que cuentan que profesaba Ernest Hemingway a
los descendientes de 'Snowball', el minino de seis dedos que dio origen
a la saga de guardianes que custodian la casa de Hemingway en Key West
(Florida) que a tantos curiosos han atraído.
De caballos y asnos
«El caballo del beduino que se traga soledades. El
milagroso de San Jorge, que tritura con sus cascos los dragones
infernales. El de César en Las Galias. El de Aníbal en los Alpes. El
Centauro de las clásicas leyendas&hellip» no son nada en los versos
que el modernista Santos Chocano prefirió dedicar a los caballos
andaluces de los conquistadores. Otros más famosos, como Rocinante,
Clavileño, Bucéfalo o Babieca, han cabalgado por grandes páginas de la
literatura y aun de la historia, quedándose los corceles con el glamour
del que nunca fueron dueños los asnos y de más équidos menores.
Aunque hubo en concreto un burro que se apoderó de la
ternura de los lectores. Cómo olvidar a aquel «pequeño, peludo, suave;
tan blando por fuera, que se diría todo de algodón». Tan sencilla fue su
lírica y tan adorable el personaje que Juan Ramón Jiménez no dudó en
aclarar que su 'Platero y yo' no era una obra infantil. «Yo nunca he
escrito ni escribiré nada para niños, porque creo que el niño puede leer
los libros que lee el hombre, con determinadas excepciones que a todos
se le ocurren». Palabras estas con las que, años después, coincide la
filósofa Elsa Punset, que acaba de debutar en la literatura infantil con
'El león jardinero', una fábula en la que nos hace ver que somos más
dueños de nuestras decisiones y emociones de lo que solemos pensar.
«Creo que lo importante es que los niños tengan acceso a
tipos de lectura variados, no solo lecturas infantiles, porque tienen
que descubrir el mundo y ver que hay muchas formas de pensar y de
reaccionar ante la vida. ¡Así ensayan la vida en su imaginación!»,
afirma la escritora que, ya de pequeña, era una gran lectora de
clásicos. Infantiles o no, por muchas páginas que leamos siempre nos
quedará la duda de si Nietzsche acertó al decir: «Creo que los animales
ven en el hombre un ser igual a ellos que ha perdido de forma
extraordinariamente peligrosa el sano intelecto animal, es decir, que
ven en él al animal irracional, al animal que ríe, al animal que llora,
al animal infeliz». Habrá que esperar a que sean ellos los que puedan
contar su historia.
TÍTULO: EL OFICIO DE ANGEL GARCIA LOPEZ SE HACE CON EL PREMIO CACERES DE POESÍA.
Motivos sentimentales y profundos, «mi padre era extremeño y quería tener un premio en su tierra», empujaron a Ángel García López,.
Motivos sentimentales y profundos, «mi padre era
extremeño y quería tener un premio en su tierra», empujaron a Ángel
García López (Rota, Cádiz, 1935) poeta de gran trayectoria y premiado
con los grandes galardones literarios de nuestro país, a optar al
Cáceres Patrimonio de la Humanidad, un pequeño pero sólido
reconocimiento poético que a veces se ha concedido a escritores noveles y
otras, como es este caso, a autores asentados, con años a sus espaldas y
mucho oficio.
Este premio, uno de los acontecimientos literarios de la
ciudad, y que entrega el Ayuntamiento, llega a su 25 aniversario y el
hecho de que sus bodas de plata queden ligadas para siempre al nombre de
García López es un hito que destacó ayer el jurado, encabezado por Luis
Alberto de Cuenca e integrado por Teófilo González Porras y por los
poetas Diego Doncel e Irene Sánchez Carrón. Esta edición de 2012 ha
batido récords de participación con 209 poemarios presentados. De ellos
una decena lograron estar a un alto nivel y la deliberación final fue
«reñida». El concejal de Cultura Jesús Bravo y el teniente de alcalde,
Valentín Pacheco, asistieron al fallo del galardón.
La obra premiada es 'Desde la orilla', de la que ayer se
destacó su «brillantez formal» y «su solvencia desde el punto de vista
lírico». García López, al que ayer se definió como «una voz maestra»,
explicó en conversación telefónica con este diario que su obra es de
carácter elegiaco, con alusiones a la barca de Caronte, a la muerte y al
paso del tiempo que todo lo destruye.
Considera que, a sus 77 años, éste es uno de sus últimos
poemarios. Actualmente está embarcado en la preparación de 'Testamento',
una obra final en la que resumirá toda su trayectoria artística, que
queda reflejada en 25 títulos, entre los que se encuentran 'A flor de
piel', 'Elegía en Astaroh', 'Mester andalusí', 'Auto de fe',
'Trasmundo', 'Memoria amarga de mí', 'Medio siglo/cien años',
'Mitologías', 'Ópera bufa', 'Universo sonámbulo', o Postdata'. Para
García López es preferible retirarse, como los toreros, en «plenitud de
facultades y disfrutando de los nuevos nombres que destacan en la
poesía». Este autor logró dos importantes premios a una edad muy
temprana. En 1969, con apenas 34 años consiguió el Adonais y en 1973 el
Nacional de Literatura. También posee el Premio Nacional de la Crítica o
el Nacional de Letras 'Teresa de Ávila'.
La obra se publicará sólo en la edición institucional y
está premiada con 6.000 euros. Este año se ha suprimido la edición
comercial, que durante unos años lanzó la editorial Visor y en las dos
últimas convocatorias de este premio la editorial DVD, especializada en
este género. Según el concejal de Cultura este año se ha considerado
que «con un premio de 6.000 euros y la edición institucional,
prácticamente sobraba una edición comercial». El lanzamiento con
editoriales favorecía la difusión y la expansión de la obra a todo el
territorio nacional y Latinoamérica.
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