viernes, 14 de diciembre de 2012

TAL Y COMO ESTA EL CAMPO ES CASI IMPOSIBLE VIVIR DE EL JOSE MARIA JARA TRUJILLO FERRETERO./ Kathryn, devota de Costa Rica

José María muestra una manta de aceituna y una vara de fibra. :: E.G.R.TÍTULO: TAL Y  COMO ESTA EL CAMPO ES CASI IMPOSIBLE VIVIR DE EL JOSE MARIA JARA TRUJILLO FERRETERO:

Tal y como está el campo es casi imposible vivir de él»

-Foto--José María Jara Trujillo Ferretero. Durante toda su vida ha estado ligado al campo en general y al cultivo de la aceituna en particular
«A los seis hermanos nos gusta la agricultura. Tenemos olivos y algún huerto, pero más como un entretenimiento»

Primero desde la ganadería de su padre y más tarde desde la ferretería que regenta en Navalmoral, el afable José María Jara Trujillo siempre ha estado ligado al mundo rural en general y a las explotaciones agrícolas, especialmente a las de aceituna. Nació en Castañar de Ibor hace 49 años, edad que le sirve para valorar de qué forma ha cambiado el campo en las últimas décadas.
-Comenzó joven en esto del campo…
-Así es. Mis padres tenían cabras en Castañar y era de lo que se vivía. Con anterioridad ya las tenían en Guisando (Ávila), que es de donde proviene mi familia, pero eso ya fue hace mucho tiempo. Además somos seis hermanos, así que había que ayudar en todo lo que se podía. Más tarde vendieron las cabras y plantaron una finca de olivos. Entonces se vivía de eso y de los jornales que iban saliendo.
-Sin embargo pronto abandonó el pueblo. ¿A que edad?
-A los catorce años. Me fui a trabajar a una fábrica de bolsas de plástico que era de un familiar. Pero tardé poco en regresar. A los dieciséis años empecé a trabajar en la ferretería que, tras jubilarse el anterior propietario, pude comprar y ahora regento, en la calle Pablo Luengo.
-Entonces, ¿ha continuado su relación con el pueblo y el campo?
-Sí, y además de forma muy estrecha. Procuro ir al menos tres veces por semana y en verano todos los días. Recuerdo que al principio, cuando empecé a trabajar en la ferretería, iba y venía todos los días al pueblo y los vecinos siempre me encargaban algo. Azadas, hoces,… Siempre iba con el coche cargado (ríe). Además, en la ferretería vendo herramientas para mucha gente de los pueblos y suministro productos agrícolas, herramientas y material para recolectar aceitunas a las cooperativas de Navalvillar, Robledollano y Castañar.
-A usted le tocó conocer de cerca la vida en el pueblo. ¿Cómo ha cambiado hasta la actualidad?
-Ufff… Mira, antes toda la familia dependía del campo y de la construcción. En lo que ha cambiado, principalmente, es que ahora los jóvenes no se quedan, se casan y se van. Y los huertos se van quedando abandonados. Son contados los jóvenes que se quedan, pero en parte lo entiendo porque hoy día no se puede vivir del campo. De hecho, mi padre nos lo decía siempre, que nos buscáramos otra cosa. Y así ha sido. De seis hermanos, ninguno dependemos directamente del campo. A todos nos gusta, tenemos terrenos con olivos y algún huerto, pero más como entretenimiento, no para vivir de ello. Habrá gente que efectivamente pueda vivir de ello, pero porque tendrán muchos olivos, sino es imposible. Lo que ahora se está volviendo a ver es a la gente con su huerto, sus gallinas y uno o dos cerdos, como había antes en todas las casas. Gracias a esto y al PER (antiguo Plan de Empleo Rural, ahora Aepsa) mucha gente está subsistiendo en los pueblos y aguantando en ellos. Hay que reconocer que gracias al PER muchos pueblos siguen con vida, sino ya habrían desaparecido. No obstante mi hijo mayor, que estudia Técnico Forestal, está encantado con el pueblo y le encantaría vivir y trabajar aquí.
-¿También es diferente la recogida de aceituna?
-Es totalmente distinto. Antes ibas cogiendo incluso las del suelo y ahora ni las aprovechas. Primero porque provocan mucha acidez y estropean el resto del aceite y segundo porque es una labor que hay que hacer a mano y no es rentable. Ahora las varas de castaño para varear se han sustituido por varas de gasolina (varas de gancho con motor) o varas de fibra, que pesan menos y se varea mejor, pues tenemos un terreno muy escarpado y hay que ir rama a rama. También se usan mantas de recoger aceituna, que por cierto fueron una verdadera revolución cuando llegaron al pueblo, pues antes como mucho se ponían unas mantas de tela en el suelo.
Kathryn, devota de Costa Rica

TÍTULO: Kathryn, devota de Costa Rica.

Kathryn, devota de Costa Rica

Kathryn Arbenz es una modelo de Costa Rica, de 31 años, gran seguidora del fútbol: ha manifestado en varias ocasiones el fervor por su selección. Acude cada día al gimnasio y practica fitness para mantenerse en forma.

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