En pueblo de Castuera había también en la Tienda Chica de juguetes que era del Señor José María que vendió más juguetes que nadie a todo el mundo como a los ciudadanos y forasteros,
El Señor José María tenia dos tiendas de juguetes en la calle Arcos 21 Juguetes Joyma y en la Calle Constitución frente al Casino de la Serena.
Pero lo recordamos que ya no vende juguetes la Tienda Chica cosas de la crisis y los juguetes estas muy caros para venderlos. Cada vez la cosa esta más difícil a la hora de montar un nuevo negocio, etc.
Nosotros ponemos una historia con un bonito cuento de historias sobre juguetes.
TÍTULO: CUENTO: El muñeco puzzle.
Había una vez una juguetería donde vendían toda clase de juegos y juguetes: había pelotas, muñecos y muñecas, coches, trenes, tambores, guitarras y cientos de juguetes más.
Un día llegó un niño a comprar y le dijo al dependiente:
- Por favor, ¿me das una cocinita para jugar a las casitas?.
- Si, toma. ¿Quieres además comprar este muñeco puzzle tan bonito?
- ¡Pero,... si tiene un pelo que parece una caca y unas orejas de soplillo que parece que va a volar!.
Más tarde llegó un hombre y dijo:
- ¿Me puedes vender dos muñecas para mis hijas?
- Tenga usted. ¿Quiere además comprar este muñeco tan bonito que tengo?
- ¡Pero,... si tiene las patas tan torcidas que parece patizambo, y los brazos parecen salchichas¡
Más tarde, entró a comprar una niña rubia:
- Quiero una pelota grande para jugar con mi hermano.
El dependiente se la dio.
- Toma, aquí la tienes. ¿Quieres además comprar este muñeco tan bonito que tengo?
- ¡Pero, si tiene el cuerpo como un dado, y una cabeza tan cuadrada que ni siquiera me serviría para jugar a la pelota!.
Nadie quiso comprar el muñeco puzzle.
Al caer la tarde el dueño de la tienda cerró la puerta y se fue a su casa.
De pronto se oyó un ruido; era alguien llorando:
- Mua, mua, mua,...
Era el muñeco puzzle que recordaba todo lo que le había sucedido durante el día en la tienda.
Se acordaba cuando lo llamaron pelo de caca y se sintió tan triste que se lo arrancó.
Luego, recordó como le llamaron orejas de soplillo y se las quitó.
Más tarde se miró las piernas y aunque a él no le parecían tan torcidas no pudo soportar que le llamaran patizambo y se las arrancó.
Mientras se quitaba las piernas contempló sus delgados brazos y les parecieron salchichas. No lo pudo resistir y se los quitó.
¿De verdad su cuerpo parecía un dado? Se miró y siguió llorando ahora con más ganas si cabe.
Lo que más le dolió era que le dijeran que no valía para nada. Ni siquiera su cabeza servía para jugar al fútbol, como dijo aquella chica.
Quedó llorando, todo desalmado por el suelo.
De pronto, de una caja, salió una preciosa bailarina y le preguntó:
- ¿Por qué lloras?
- Mua, mua, porque nadie me quiere, mua, mua.
- Yo sí te quiero. Además, hace tiempo que me gustas mucho,, porque eres diferente a los demás. Me pareces muy divertido y puedes entretener a los niños y las niñas mientras te construyen y aprenden a poner las cosas del cuerpo cada una en su sitio. Mientras esto le decía fue acariciando al muñeco y colocándole su cabeza, sus piernas y brazos, sus grandes orejas y su pelo rojo.
Cuando terminó, lo besó, lo acostó en su cochecito de muñecas y lo meció.
De una radio de juguete que había por allí, salió una preciosa música (Sinfonía de los juguetes) y el muñeco puzzle y la bailarina se pusieron a bailar mientras se miraban a los ojos como sólo dos muñecos saben mirarse.
De las cajas de la tienda fueron saliendo las pelotas, los coches, el tambor, el tren y todos los demás muñecos y se pusieron a bailar junto a la feliz pareja.
Desde entonces, cuando se cierra la tienda, todos los juguetes salen de sus cajas y bailan durante toda la noche.
Y colorín colorado este cuento se ha acabado,etc.
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