Salimos hacia Polonia. Hay 2 opciones: o por Chequia, o por Chequia y Eslovaquia. Como hay que comprar también una viñeta para pasar por las autopistas optamos por pasar sólo por Chequia. La viñeta se compra en cualquier gasolinera del país y la más barata es por 7 días y cuesta 200 coronas (8 €). Vamos a estar muy poco rato por las autopistas pero sabemos un caso que la policía paró a una pareja de españoles y se pusieron muy bordes, además que la multa era de unos 200 €.
Pasamos por Bruno y Ostrava, donde pasamos la frontera. Pasamos muy poco tiempo después a Polonia y es horroroso las carreteras que tienen y la cantidad de obras que están haciendo con los fondos de la UE. Se hace eterno cualquier desplazamiento y la media es de unos 30 km/hora. En el primer cajero que vemos sacamos dinero para tener zlotys, la moneda del país. El tipo de cambio actual era de 1 € = 3,7 zlotys.
La gasolina diesel está desde 3,5 a 3,99 zlotys el litro. Tardamos una eternidad en llegar a Cracovia. Cuando llegamos a Katowice cogemos una de las poquísimas autopistas que hay hasta Krakow (Cracovia), que nos cuesta 6,5 zlotys.
En Cracovia encontramos el camping muy rápido y plantamos tienda. Se llama Camping nº 46 Smok. Luego nos daremos cuenta que la mayoría de camping en Polonia tienen un número y ya está, y que están fatalmente indicados casi todas las veces. Parece que no quieren que los encuentres. Ahora la mayoría de gente tiene un GPS TomTom, pero nosotros no lo llevamos y a veces lo pasaremos mal para llegar a nuestro destino. Este camping está muy limpio y una cosa que agradecemos es que tienen unos folios con toda la información que se pueda necesitar y además está en castellano. También tienes cocina, congelador y nevera para dejar tus cosas. Cuesta 64 zlotys al día. Una cosa que nos sorprende es que hay supermercados que están abiertos 24 horas todos los días del año. Hay uno especialmente grande y relativamente cerca del camping que se llama Tesco que es de esos. Hoy hemos hecho 492 km.
Compramos en la recepción del camping unos billetes de transporte que son como los de ATM en Barcelona: te duran 1 hora y puedes hacer los transbordos que quieras con el mismo billete. Cuestan 3,2 zlotys. Nosotros tenemos que coger un bus y luego un tranvía que nos deja en el mismo centro de Cracovia. Vemos que hay 3 zonas en Cracovia: la primera es sólo peatonal, por la segunda pueden circular los autorizados y por la tercera pagando, pero con muchas restricciones. La policía funciona muy bien poniendo multas y no se les escapa nadie.
En Cracovia tenemos mucho trabajo, pues hay muchas cosas para ver. Empezamos en la Rinek Glowni (Plaza Mayor del Mercado), es la más grande de Polonia. Mide 200 metros por 200 metros. Dentro de la plaza está el mercado de Paños, que data de la época medieval y que ahora está lleno de tiendecitas de recuerdos y joyas de ámbar. La torre del ayuntamiento es lo único que queda del antiguo ayuntamiento, y se aprovecha para un bar que han puesto en el sótano. También esta la Iglesia de Santa Maria que se empezó a construir en 1355. Es impresionante y tiene un montón de obras de arte. Como curiosidad es que cada hora hay un toque de trompeta, en memoria del trompetero medieval abatido mientras hacia sonar la alarma. Se va asomando por distintas ventanas de la torre Hejnal y saluda a la gente que lo está mirando.
Después de aquí nos dirigimos al castillo real de Wawel, pasando por una serie de iglesias como la Iglesia Escolapia, la Iglesia de Santa Ana, la Iglesia Franciscana etc. Una cosa a resaltar es que las iglesias están llenas de feligreses, muchísima gente joven que entra y de rodillas reza. Incluso fuera de las iglesias hay gente cuando no coge dentro y va siguiendo la misa. Cuando llegamos al castillo vemos que es inmenso y que hay muchísima gente. Hay hasta una oficina de turismo que tienen folletos gratuitos, cosa no muy habitual como nos daremos cuenta posteriormente y algunos en castellano. Las fortificaciones del castillo son muy antiguas y de las viejas defensas sólo restan 3 torres de la segunda mitad del siglo XV.
Tiene una catedral gótica que cuesta 10 zlotys por persona. Era donde se hacían las coronaciones de los reyes y donde los enterraban a su muerte. Dentro hay un museo que exhibe piezas del tesoro catedralicio, espadas reales etc. En los sótanos hay un montón de tumbas de reyes polacos, pero lo más llamativo es la campana que es la más grande de Polonia. Pesa unas 11 toneladas y tiene más de 2 metros de diámetro. También la sillería barroca del presbiterio en madera de roble es muy interesante. Hay bares en el castillo, pero no nos atrae lo que venden para comer y decidimos bajar al centro y comer algo. La visita al palacio con su colección oriental y los aposentos reales lo dejamos para otro día. Vamos a comer al Green Way, una cadena de restaurantes vegetarianos que hay por otras partes de Polonia. Nos comemos una especie de musaka con ensalada que está buena aunque llena mucho. Nos cuesta 13 zlotys por persona. Seguimos paseando por el centro y nos acercamos al Collegium Maius que es el edificio más antiguo que se conserva de la Universidad Jagellona que se fundó en 1399. Aquí estudió Copérnico, entre otros sitios. Tiene un artesonado renacentista en el auditorio muy bonito.
Una de las calles para recorrer es la Ulica Florianska, llena de bares, restaurantes y tiendas que va de la Plaza Mayor a la Puerta Florian que es uno de los pocos restos que quedan de las fortificaciones medievales de la ciudad. Hay más museos, iglesias, etc. pero nosotros ya hemos tenido nuestra ración y nos vamos a una terracita a ver pasar la gente y a tomar algo. Volvemos al camping otra vez con el tranvía que, por cierto, tarda bastante. En los postes de las paradas te pone el número del tranvía y la frecuencia de paso. El nuestro pasa cada 20 minutos. Hay otros que pasan más a la hora.
Foto del Casino de La Serena Castuera.
Lo que hemos contado es un diario de un viaje a Polonia que hizo el Señor José María de La Tienda Chica de Castuera, una gran aventura, etc.
En Cracovia tenemos mucho trabajo, pues hay muchas cosas para ver. Empezamos en la Rinek Glowni (Plaza Mayor del Mercado), es la más grande de Polonia. Mide 200 metros por 200 metros. Dentro de la plaza está el mercado de Paños, que data de la época medieval y que ahora está lleno de tiendecitas de recuerdos y joyas de ámbar. La torre del ayuntamiento es lo único que queda del antiguo ayuntamiento, y se aprovecha para un bar que han puesto en el sótano. También esta la Iglesia de Santa Maria que se empezó a construir en 1355. Es impresionante y tiene un montón de obras de arte. Como curiosidad es que cada hora hay un toque de trompeta, en memoria del trompetero medieval abatido mientras hacia sonar la alarma. Se va asomando por distintas ventanas de la torre Hejnal y saluda a la gente que lo está mirando.
Después de aquí nos dirigimos al castillo real de Wawel, pasando por una serie de iglesias como la Iglesia Escolapia, la Iglesia de Santa Ana, la Iglesia Franciscana etc. Una cosa a resaltar es que las iglesias están llenas de feligreses, muchísima gente joven que entra y de rodillas reza. Incluso fuera de las iglesias hay gente cuando no coge dentro y va siguiendo la misa. Cuando llegamos al castillo vemos que es inmenso y que hay muchísima gente. Hay hasta una oficina de turismo que tienen folletos gratuitos, cosa no muy habitual como nos daremos cuenta posteriormente y algunos en castellano. Las fortificaciones del castillo son muy antiguas y de las viejas defensas sólo restan 3 torres de la segunda mitad del siglo XV.
Tiene una catedral gótica que cuesta 10 zlotys por persona. Era donde se hacían las coronaciones de los reyes y donde los enterraban a su muerte. Dentro hay un museo que exhibe piezas del tesoro catedralicio, espadas reales etc. En los sótanos hay un montón de tumbas de reyes polacos, pero lo más llamativo es la campana que es la más grande de Polonia. Pesa unas 11 toneladas y tiene más de 2 metros de diámetro. También la sillería barroca del presbiterio en madera de roble es muy interesante. Hay bares en el castillo, pero no nos atrae lo que venden para comer y decidimos bajar al centro y comer algo. La visita al palacio con su colección oriental y los aposentos reales lo dejamos para otro día. Vamos a comer al Green Way, una cadena de restaurantes vegetarianos que hay por otras partes de Polonia. Nos comemos una especie de musaka con ensalada que está buena aunque llena mucho. Nos cuesta 13 zlotys por persona. Seguimos paseando por el centro y nos acercamos al Collegium Maius que es el edificio más antiguo que se conserva de la Universidad Jagellona que se fundó en 1399. Aquí estudió Copérnico, entre otros sitios. Tiene un artesonado renacentista en el auditorio muy bonito.
Una de las calles para recorrer es la Ulica Florianska, llena de bares, restaurantes y tiendas que va de la Plaza Mayor a la Puerta Florian que es uno de los pocos restos que quedan de las fortificaciones medievales de la ciudad. Hay más museos, iglesias, etc. pero nosotros ya hemos tenido nuestra ración y nos vamos a una terracita a ver pasar la gente y a tomar algo. Volvemos al camping otra vez con el tranvía que, por cierto, tarda bastante. En los postes de las paradas te pone el número del tranvía y la frecuencia de paso. El nuestro pasa cada 20 minutos. Hay otros que pasan más a la hora.
Foto del Casino de La Serena Castuera.
Lo que hemos contado es un diario de un viaje a Polonia que hizo el Señor José María de La Tienda Chica de Castuera, una gran aventura, etc.
No hay comentarios:
Publicar un comentario