Desmantelan una casa de citas en la que eran prostituidas dos menores, de 16 y 17 años
Solamente tienen 16 y 17 años recién cumplidos, pero ya llevan varios meses ejerciendo la prostitución. Son menores brasileñas que han ...foto,.
Solamente tienen 16 y 17 años recién cumplidos, pero ya
llevan varios meses ejerciendo la prostitución. Son menores brasileñas
que han estado vendiendo su cuerpo con la ayuda de sus propias madres,
también de Brasil, que tienen 34 y 35 años y que parece que se dedicaban
al mismo 'oficio'.
Una de las madres alquiló hace varios meses un apartamento
en el número 26 de la céntrica avenida de Hernán Cortés , y allí comenzó
a hacer de madama de casas de citas con su hija de 16 años y otra
joven de 19. Habló con una amiga brasileña, que vive en una localidad
cercana a Cáceres, y ésta aportó al 'negocio' a su hija de 17 años,
aunque no llegó a mudarse al piso; acudía desde el pueblo a la casa de
citas.
La Policía Nacional ha desmantelado este negocio de
prostitución de las dos menores, que ahora se encuentran bajo la
protección de la Junta de Extremadura. Además, detuvo a las dos madres, a
la prostituta de 19 años y a un cliente de 43 años que se ha acostado
varias veces con las menores.
Una vez puestos a disposición judicial, el juez ha
decretado el ingreso en prisión de la madre de la joven de 16 años. Los
cuatro pueden ser juzgados en el futuro como autores de un delito de
corrupción de menores relativo a la prostitución.
Una de las progenitoras es acusada, igualmente, de
coaccionar al cliente detenido, ya que le amenazó con acudir a la
policía y desvelar sus relaciones sexuales con una menor si no le daba
dinero. De esta manera, según ha declarado el cliente, consiguió que le
entregrará un total de 2.200 euros en varios pagos.
También ha manifestado ante el juez que siempre había pensado que las jóvenes con las que se acostaba eran mayores de edad.
La Jefatura Superior de Policía de Extremadura ha indicado a
este diario que la investigación se inició cuando funcionarios de la
Brigada Provincial de Extranjería y Fronteras de Cáceres tuvieron
conocimiento de que en un domicilio de la avenida de Hernán Cortés
estaban ejerciendo la prostitución menores de edad de nacionalidad
brasileña.
Realizaron las gestiones de investigación oportunas que
permitieron determinar el piso exacto en el que supuestamente se ejercía
la prostitución, que se anunciaba en internet. Pudieron ver que en la
casa de citas entraban varios clientes al día, y decidieron realizar un
control en materia de extranjería en el domicilio ante la posibilidad de
que pudieran estar menores de edad. Encontraron en el piso a la madama,
junto a su hija de 16 años, la otra menor y la joven de 19 años. Las
dos menores manifestaron que se dedicaban a la prostitución.
A las dos y media de la tarde de ayer, las personas que
viven en el número 26 de Hernán Cortés desconocían que en este edificio
hubiera una casa de citas y que se prostituyera a menores. El inmueble
es de ocho plantas y en cada una hay ocho pisos, la mayoría de ellos
apartamentos.
«No sabía nada - indicaba un vecino -, aquí vivimos mucha
gente, muchos jóvenes, estudiantes, que están sólo un tiempo, y también
hay pisos vacíos».
Los vecinos
Varios vecinos sí recordaban la presencia de las jóvenes
brasileñas, «la verdad es que había mucho movimiento de gente en el
piso, una vez vi a las dos muchachas con un hombre de unos 60 años en
las escaleras; me extrañó, pero pensé que igual era el casero».
También señalan que una mujer que vivía en el piso
inmediatamente inferior, ya había llamado en dos ocasiones a la policía
local porque se quejaban del ruido procedente el piso a altas horas de
la noche.
Otra vecina recuerda que había veces que las jóvenes
estaban en la calle, frente al portal, apoyadas en los coches
estacionados, «la verdad es que podían parecer prostitutas, pero es que
me parecieron demasiado jóvenes».
La Guardia Civil y los agentes del medio natural de la Junta, que rastrean desde el martes Cijara para encontrar al alemán Lutz Günther.foto del perro,.
Los perros especializados en búsquedas entran en escena. La
Guardia Civil y los agentes del medio natural de la Junta, que rastrean
desde el martes Cijara para encontrar al alemán Lutz Günther, contaron
ayer con el auxilio de canes entrenado en la búsqueda de personas
desaparecidas bajo el agua. Los animales pertenecen a una de las dos
únicas unidades que hay en toda España especializadas en este tipo de
rastreos. Ayer, gracias a su olfato, centraron el trabajo de los buzos
de la Benemérita en una zona concreta, que empezó siendo reducida por la
mañana y se amplió por la tarde. Mientras, crece la expectación y
también la desazón entre los vecinos de Helechosa por intentar
recuperar, si es que finalmente ha muerto, el cadáver de su querido
vecino alemán.
Los perros, que se entrenan en el pantano de San Juan de
Madrid, son capaces de detectar gases procedentes de cadáveres en
descomposición dentro del agua. Ayer por la mañana marcaron un área
concreta del pantano de Cijara donde podría encontrarse el cuerpo de
Lutz, a unos 150 o 200 metros del lugar donde este apasionado de la
naturaleza solía dejar su piragua cada sábado.
Es un remanso de agua conocido como Charco Hondo,
tremendamente crecido ahora debido a las copiosas lluvias de finales de
invierno y principios de primavera. Después de que los perros
reaccionaran en esta zona, los buzos de la Guardia Civil se lanzaron al
agua para rastrear el fondo, sin ningún resultado positivo.
Por la tarde, se reanudó la labor. También se colocaron
boyas para marcar el lugar donde seguirán buscando a lo largo de esta
jornada, ya que con la caída del sol el rastreo se hacía imposible poco
después de las seis y media de la tarde. Hay que recordar que el embalse
de Cijara está muy lleno, al 94,7% de su capacidad, y también que la
Guardia Civil no da por hecho que el cuerpo del ciudadano alemán esté
allí, aunque se admite que es la principal hipótesis.
Como ha venido informando HOY,
Günther dejó el sábado 4 de mayo su chozo en medio del monte, su
vivienda habitual, cruzó el pantano en una piragua y llegó al pueblo en
busca de los alimentos que como cada sábado los vecinos le regalaban.
Pero el sábado pasado no volvió enseguida al monte sino que asistió
invitado a la celebración de una primera comunión, un signo más de que
los vecinos de Helechosa le tenían un gran aprecio.
La celebración hizo que casi se echara la noche cuando el
alemán dejó el pueblo. Comió y bebió en exceso, indican diversos
vecinos. Y ya no se le volvió a ver. Encontraron el lunes su canoa en la
orilla del pantano, en el paraje conocido como Las dos sierras.
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