Vicky Peña, mejor actriz de los Ceres por su papel en la obra 'El Diccionario'
La barcelonesa, que ha participado
en cuatro ocasiones en el Festival de Teatro, interpreta a la filóloga y
bibliotecaria María Moliner
Ya va oliendo a premios Ceres y se empieza a palpar el
encanto y la magia de la alfombra naranja. Si hace unos días la
organización de los premios extremeños del teatro comunicaba que el
galardón al mejor actor se le concedía a Emilio Gutiérrez Caba, el de la
mejor actriz no se ha hecho esperar. Vicky Peña, excelente en todas las
disciplinas que componen las artes escénicas, ya sea teatro, cine o
televisión, recibirá a finales de agosto el galardón a la mejor actriz
en esta segunda edición de los Ceres. Su papel en la obra 'El
Diccionario', en la que se mete en la piel de María Moliner le ha
valido para posicionarse en lo más alto de la cita, que se desarrollará
el próximo 29 de agosto.
Sobre el escenario emeritense hace años que no se la ve,
aunque confiesa estar deseando volver y espera que sea pronto. 'La
Oriestada' de Mario Gas, compartiendo escena con el ya fallecido
Constantino Romero y curiosamente, con Gutiérrez Caba, fue su último
estreno en la antigua villa romana. La última de las cuatro veces que ha
participado en el Festival de Teatro Clásico. Todavía habrá que esperar
para verla actuar de nuevo, aunque su regreso por ahora se dará cuando
recoja el castúo galardón en el escenario soñado por actores. Un
galardón que para la actriz significa «la guinda de un pastel de
alegría». Por una parte, la noticia de que sería ella la galardonada le
ha causado una sorpresa sincera y al mismo tiempo un gran honor. «Los
críticos son siempre un sector exigente, que han visto muchas
representaciones y por eso me enorgullece», explica Peña.
La idea de que la celebración de los premios se desarrolle
en el escenario romano le ha entusiasmado mucho más. «Es tan maravilloso
y me trae tan buenos recuerdos que es un auténtico placer», subraya la
actriz.
Pero sin duda alguna, la satisfacción mayor viene de la
mano del personaje por el que le premian. María Moliner, la
bibliotecaria y filóloga autora de 'El Diccionario'. Obra de un recién
llegado al mundo de las artes, Manuel Calzada Pérez, que cuenta con la
dirección de un grande entre los grandes, José Carlos Plaza, que
actualmente se encuentra dirigiendo 'Hécuba' en Mérida. Peña además
destaca que en escena está arropada por Helio Pedregal y Lander
Iglesias, «dos actores maravillosos», subraya.
Su personaje estrella
María Moliner, en boca de Vicky Peña, fue una mujer que
dedicó parte de su tiempo a la elaboración de un diccionario. «Ella
sola, sin la ayuda de nadie, cuidando cada detalle y con mucho rigor»,
señala Peña, quien además añade que «sufrió un exilio interior por la
labor que estaba desarrollando, de algún modo también fue menospreciada,
y eso que se dedicó a confeccionar una herramienta muy útil, e
importante, de una manera tranquila, pausada e inteligente».
Su obra destaca por el lenguaje que empleó, con
definiciones estudiadas al milímetro. Por incluir sinónimos,
expresiones, frases hechas y familias de palabras. «Lo hizo de un modo
tranquilo y muy pausado». Peña siente adoración por su personaje en
cuanto a mujer de la época del siglo pasado.
Aún así, su fascinación por su vida se queda corta cuando
explica las posibilidades que para una actriz permite este papel.
Moliner, según Peña, es un personaje generoso a la vez que rico. «Te
permite mucho juego, y además tiene una evolución durante la
representación, para mí ha sido muy emocionante».
Y sobre todo, recordará con cariño este personaje porque le
posibilita volver a Mérida, aunque no como le gustaría. «Me encantaría
poder participar de nuevo en el Festival de Teatro Clásico, pero mucho,
mucho, mucho y con mil exclamaciones».
Para Vicky Peña el escenario del Teatro Romano consigue
romper a la perfección esa barrera entre teatro, actores y público. «Es
mágico y es un lujo trabajar rodeada de ese entorno tan maravilloso». No
sólo le emocionaría regresar y actuar, la ciudad en sí, le parece
preciosa. «Mérida y sus gentes, son un encanto ambas».
Sobre si recogerá el premio o no, todo apunta a lo
afirmativo, aunque para ello tendrá que suspender compromisos
profesionales que tenía previstos en esa fecha. Todo sea por recoger
ante el público su merecido premio. Todo sea por volver a Mérida y al
Teatro Romano.
TÍTULO; REVISTA TIEMPO, A mis frustraciones me enfrento con trabajo,.
Guillermo del Toro estrena 'Pacific Rim', donde el miedo se mezcla con acción, monstruos y mitología marina ,.
Culturas,.
Culturas,.
-¿Por qué 'Pacific Rim'?
-La idea era hacer una película profundamente disfrutable,
pensada en el niño de doce años que fui yo, al que le encantaban los
robots gigantes, los monstruos, con la esperanza de que fuera una
aventura para el público joven y un festín visual para el adulto.
-¿Hay elementos en 'Pacific Rim' que se repiten en el cine de Guillermo del Toro?
-Sí. Desde luego muestro algo en lo que creo
fervientemente, y es que no tenemos nada en este mundo más que el uno al
otro. Es decir, que no va a haber un solo país que salve al mundo, no
va a ser una sola persona, todos juntos podemos salvar al mundo. No
quería que fuera un país el que salvara al planeta. He querido
representar a todos los países posibles, con diferentes mentalidades
para salvar a la humanidad gracias al sacrificio.
-¿Se siente como un sello discográfico? Cuando se
añade su nombre a una película, ya sea como guionista, director o
productor, el público sabe lo que va a encontrar...
-No creo que yo sea una marca, sino un gusto adquirido.
Alguien a quien le gustan los hostiones con chocolate. Yo me entrego
completamente a las películas que produzco, porque siento una
responsabilidad gigantesca con el público y si no les gusta, me pueden
culpar a mí.
-Ha dicho que su carrera sucede mientras hace otros planes...
-Sí, totalmente. Mis últimos cinco años fueron muy
accidentados. Estuve dos años en Nueva Zelanda preparando 'El Hobbit' y
no la hice. Estuve otro año y medio preparando 'Las montañas de la
locura', que llevo 17 años más o menos queriendo hacer, y no se hizo. Es
muy importante para mí tener proyectos en paralelo. Sin 'Pacific Rim'
se me hubiera ido otro año y medio en blanco y hubiera cumplido
cincuenta años sin filmar.
-¿Cómo se enfrenta a sus frustraciones?
-Con trabajo. Yo ya sé que un director es como un pescador, el mejor pescado, el más grande, es el que se le escapó.
-¿Por qué cree que al público le gusta sentir miedo en el cine?
-El miedo es una emoción que nos conmueve tanto como la
risa. Lo mismo disfrutamos de una comedia que de una cinta de terror.
Forma parte de nuestra función social y nosotros tratamos de
entretenernos porque en la vida real no hay muchas dosis de diversión,
mucho menos en los tiempos que vivimos. El horror despierta nuestros
instintos básicos.
-¿Por qué su afán de contar historias de miedo?
-Somos mamíferos. Pretendemos ser buenos cuando en realidad
somos simples animales. Comemos, procreamos, dormimos y peleamos, todos
nosotros lo hacemos en un grado más o menos. La forma en que lo hacemos
es socializando esos instintos. La antropología dice que contar
historias fue un hecho que apareció en la vida de los humanos cuando
estos dejaron de ser nómadas y se convirtieron en sedentarios. Sentarse a
esperar que un árbol diera sus frutos provocó en los humanos
desarrollarse más allá de los instintos primarios. Después de encontrar
comida y conseguir cobijo empezaron a alimentar el alma contando
historias. Me fascina que una de las primeras cosas que hicieran los
humanos fuera entretenerse, demuestra que contar historias es parte
esencial del ser humano.
-En sus películas el miedo y la belleza van de la mano...
-Creo que el miedo es algo bellísimo. Todo lo que hago, lo
hago porque creo en ello. Lo único que puedo decir con cierto orgullo es
que las películas que he hecho, las que no he hecho y en las que he
estado involucrado se han hecho o se han abandonado por las razones
correctas. Nunca he tenido que hacer un filme determinado para ir a los
Oscar. No he tenido que hacer un drama social para ir a Cannes. Lo que
ha ocurrido en mi vida ha sucedido porque creo firmemente en lo que
hago. He apostado por el miedo, que es una emoción bellísima, poética y
sublime.
-¿Fue difícil recorrer el camino para conseguir
el éxito en Hollywood manteniendo el respeto del cine mexicano e hispano
en general?
-Muy difícil. Lo que es curioso es que las nuevas
generaciones ya tienen abierto un camino, que abrimos las generaciones
anteriores y supongo que a nosotros nos lo abrieron los anteriores. Pero
cuando yo llegué a Hollywood, la primera vez en el 92 o 93, era otro el
panorama. No había un latino haciendo películas como 'Harry Potter',
'Hellboy' o 'Blade'.
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