TÍTULO: EL BLOC DEL CARTERO, UNA HISTORIA DE ESPAÑA ( VII).
Estábamos en que los musulmanes, o sea, los moros, se habían hecho en
sólo un par de años con casi toda la España visigoda; y que la peña
local, acudiendo como suele en socorro del vencedor, se convirtió al
Islam en masa, a excepción de una estrecha franja montañosa de la
cornisa cantábrica. El resto se adaptó al estilo de vida moruno con
facilidad, prueba inequívoca de que los hispanos estaban de la
administración visigoda y de la iglesia católica hasta el extremo del
cimbel. La lengua árabe sustituyó a la latina, las iglesias se
convirtieron en mezquitas, en vez de rezar mirando a Roma se miró a La
Meca, que tenía más novedad, y la Hispania de romanos y visigodos empezó
a llamarse Al Andalus ya en monedas acuñadas en el año 716. Calculen
cómo fue de rápido el asunto, considerando que, sólo un siglo después de
la conquista, un tal Álvaro de Córdoba se quejaba de que los jóvenes
mozárabes -cristianos que aún mantenían su fe en zona musulmana- ya no
escribían en latín, y en los botellones de entonces, o lo que fuera,
decían «Qué fuerte, tía» en lengua morube. El caso fue que, con pasmosa
rapidez, los cristianos fueron cada vez menos y los moros más. Cómo se
pondría la cosa que, en Roma, el papa de turno emitió decretos
censurando a los hispanos o españoles cristianos que entregaban a sus
hijas en matrimonio a musulmanes. Pero claro: ponerte estrecho es fácil
cuando eres papa, estás en Roma y nombras a tus hijos cardenales y cosas
así; pero cuando vives en Córdoba o Toledo y tienes dirigiendo el
tráfico y cobrando impuestos a un pavo con turbante y alfanje, las cosas
se ven de otra manera. Sobre todo porque ese cuento chino de una Al
Andalus tolerante y feliz, llena de poetas y gente culta, donde se bebía
vino, había tolerancia religiosa y las señoras eran más libres que en
otras partes, no se lo traga ni el idiota que lo inventó. Porque había
de todo. Gente normal, claro. Y también intolerantes hijos de la gran
puta. Las mujeres iban con velo y estaban casi tan fastidiadas como
ahora; y los fanáticos eran, como siguen siendo, igual de fanáticos,
lleven crucifijo o media luna. Lo que, naturalmente, tampoco faltó en
aquella España musulmana fue la división y el permanente nosotros y
ellos. Al poco tiempo, sin duda contagiados por el clima local, los
conquistadores de origen árabe y los de origen bereber ya se daban por
saco a cuenta de las tierras a repartir, las riquezas, los esclavos y
demás parafernalia. Asomaba de nuevo las orejas la guerra civil que en
cuanto pisas España se te mete en la sangre -para entonces ya llevábamos
unas cuantas-, cuando ocurrió algo especial: como en los cuentos de
hadas, llegó de Oriente un príncipe fugitivo joven, listo y guapo. Se
llamaba Abderramán, y a su familia le había dado matarile el califa de
Damasco. Al llegar aquí, con mucho arte, el chaval se proclamó una
especie de rey -emir, era el término técnico- e independizó Al Andalus
del lejano califato de Damasco y luego del de Bagdad, que hasta entonces
habían manejado los hilos y recaudado tributos desde lejos. El joven
emir nos salió inteligente y culto -de vez en cuando, aunque menos,
también nos pasa- y dejó la España musulmana como nueva, poderosa,
próspera y tal. Organizó la primera maquinaria fiscal eficiente de la
época y alentó los llamados viajes del conocimiento, con los
que ulemas, alfaquíes, literatos, científicos y otros sabios viajaban a
Damasco, El Cairo y demás ciudades de Oriente para traerse lo más culto
de su tiempo. Después, los descendientes de Abderramán, Omeyas de
apellido, fueron pasando de emires a califas, hasta que uno de sus
consejeros, llamado Almanzor, que era listo y valiente que te rilas, se
hizo con el poder y estuvo veinticinco años fastidiando a los reinos
cristianos del norte -cómo crecieron éstos desde la franja cantábrica lo
contaremos otro día- en campañas militares o incursiones de verano
llamadas aceifas, con saqueos, esclavos y tal, una juerga absoluta,
hasta que en la batalla de Calatañazor le salió el cochino mal capado,
lo derrotaron y palmó. Con él se perdió un tipo estupendo. Idea de su
talante lo da un detalle: fue Almanzor quien acabó de construir la
mezquita de Córdoba; que no parece española por el hecho insólito de
que, durante doscientos años, los sucesivos gobernantes la construyeron
respetando lo hecho por los anteriores; fieles, siempre, al bellísimo
estilo original. Cuando lo normal, tratándose de moros o cristianos, y
sobre todo de españoles, habría sido que cada uno destruyera lo hecho
por el gobierno anterior y le encargara algo nuevo al arquitecto
Calatrava.
- Para quien no le conozca, ¿usted es.? ¿de qué trata su blog?
-Soy Juan Carlos Antequera Pintiado, y mi blog 'Que Ceres
nos ampare' trata sobre asuntos agrarios. Siempre he estado relacionado
con la agricultura, desde distintos ámbitos. Unas veces ligado a
interprofesionales, después en el mundo de la intermediación financiera,
más tarde en la administración y ahora más cerca de las parcelas. Me ha
interesado mucho la divulgación y comunicación agraria. He colaborado
con artículos de opinión en el diario HOY, y desde, hace casi dos años,
desde el blog. También he realizado programas de radio en Cope, en la
Ser y Canal Extremadura Radio. Uno de mis hobbies es el deporte. Estoy
en el club maratón de Badajoz, he corrido medias maratones, maratones y
hasta una maratón y media. Ahora solo corro medias, dos o tres al año
(procuro no perderme la de Mérida que es, sin duda, una de las mejores
que conozco). Descubrí hace unos unos años la natación y ahora no puedo
dejar una semana sin hacer unos largos. Me he encontrado con una
actividad que complementa perfectamente al correr. En otro ámbito, me
gusta la copla. Cuando me encontré con ella, hace algunos años, me
apasionaron sus historias, sus protagonistas, sus cantantes, sus
poetas... tanto que siempre encuentro ayuda para aliñar los textos que
escribo. De ella me gustan tanto la personalidad de Concha Piquer, la
voz de Juanita Reina, la contundencia de Marifé de Triana, la
provocación de Miguel de Molina.. y hasta el humor de Emilio el Moro.
Siguiendo con esto de la música, tampoco puedo dejar pasar la
oportunidad de reconocer que me gusta el fado, desde el clásico Carlos
do Carmo, a las actuales Mariza o Katia Guerreiro, como todo lo que
tiene que ver con Portugal.
-¿Cómo resumiría, brevemente, la época que nos toca vivir?
-Todas las épocas tienen sus complicaciones y dificultades.
Esta me parece especialmente grave porque venimos de un ciclo económico
donde todos estábamos, moderadamente, bien y los descensos en los
niveles de bienestar son difíciles de asumir y complicados de manejar.
No obstante, si echamos la vista atrás solo unos 50 años, creo que en la
comparación salimos beneficiados: sanidad, educación, etc.
-Será una época positiva porque.
-Podremos sacar algo positivo, si asumimos que nos hemos
equivocado, que hemos hecho cosas mal, pero que somos capaces de
solucionar los errores, aprender y evolucionar.
-O quizás será lo contrario porque.
-Sin duda, lo peor, lo más grave, lo que más no debería
hacer recapacitar como sociedad es el futuro de nuestros jóvenes. Se ha
quebrado ese «contrato social» por el que mientras unos trabajan otros
se forman. Ahora los que se han estado formando y que deberían soportar
el peso de la sociedad en los próximos años no pueden cumplir con su
parte del contrato porque no están accediendo con la fluidez y calidad
necesaria al mercado de trabajo.
-¿Cómo saldremos de esta en Extremadura? ¿Mejores, peores, más, menos, más lejos, más cerca.?
-Probablemente de forma idéntica que en otras zonas. A nuestro ritmo y con nuestras singularidades.
-¿Escribir el blog supone un reto, un riesgo, un placer, un dolor.? ¿Por qué?
-Es una mezcla reto-riesgo. Poder escribir sobre los
asuntos agrarios que considero de interés es, sin duda, un reto, que
lleva aparejado el riesgo que supone la exposición a la lectura pública y
las consecuentes críticas.
-¿Y hacerlo en el HOY implica.?
-Esto incrementa la escala de lo anterior: poder publicar
un blog en HOY.es significa que estas exponiendo tus ideas y comentarios
a un gran número de lectores, por la amplia difusión que tiene este
diario.
-¿Son muchas las veces que se muerde la lengua? ¿Con qué temas, personas o noticias de actualidad?
-No, porque el blog está enfocado desde el punto de vista
técnico y de divulgación agraria. Está diseñado para comentar
situaciones y desbrozar, y explicar, normativas.
-¿Cuáles son sus temas fetiche, aquellos por los que irremediablemente siente más atracción o interés?
-Sin duda las reformas de las políticas agrarias. La razón
es porque afectan de forma directa al 35-40% de la renta agraria en la
región, mediante ayudas, pero condiciona el marco de desarrollo del
resto de los ingresos agrarios, vía mercado. También hay que hacer un
intento por favorecer la integración cooperativa que ha sido y debe
seguir siendo el motor de desarrollo de nuestra agricultura. La
concentración de oferta, las compras de insumos en común, las
inversiones ligadas a la industrialización de los productos
agroalimentarios y prioritariamente la comercialización, son las
herramientas con las que cuentan la inmensa mayoría de los agricultores y
ganaderos para asegurar su futuro, mejorar la rentabilidad de sus
explotaciones y generar empleo en el sector agrario. Creo que también es
necesario comunicar, explicar y divulgar todo lo relacionado con los
dos elementos que van a definir la agricultura del futuro: la
biotecnología y el agua.
-¿En quién piensa cuando escribe? ¿A qué perfil o prototipo de lector se dirige?
-A cualquier persona que tiene relación con el sector
agrario. La idea del blog es la comunicación y para que esta sea
efectiva hay que hacerla sencilla, fácil y cercana. Hay que obviar y
alejarse de la jerga técnica que gobierna cualquier ámbito profesional,
apartar los acrónimos y las referencias numéricas y de fechas de la
normativa. También en una región como la extremeña, donde directa o
indirectamente, todos estamos ligados al sector agrario hay que hacer
una labor de comunicación, de explicación, de los problemas y
complicaciones que afectan al sector agrario, para que toda la sociedad
sepa lo que tienen que hacer los productores agrarios, para que podamos
comer todos los días. Es necesario, llevar a los urbanitas la
importancia de que exista un sector agrario profesional. Gracias a
ellos, la sociedad ha evolucionado al tener asegurada la alimentación y
podemos dedicarnos a otros asuntos, desde el arte y el deporte hasta la
medicina o la educación.
-¿En quién se inspira? ¿Qué escritores, blogueros o columnistas son sus referentes?
-Me gusta la opinión, por esto no suelo perderme a ninguno
de los articulistas del HOY, especialmente los del fin de semana. Con
mención especial a Manuel Alcántara, que me hace empezar a leer el
periódico por la última página. Respecto a los escritores, y resumiendo
mucho tengo dos preferidos: Miguel Delibes, por la fantástica forma de
manejar el lenguaje, y Juan José Millas por su exuberante imaginación.
-¿Qué se pierden los extremeños que no leen a los blogueros de HOY?
-La información singular, con personalidad, profesional y
original. Los datos singulares, los generados por la experiencia
personal y profesional. En definitiva, puntos de vistas muy especiales
sobre los temas que interesen al lector.
-¿En verano lee más de lo habitual? ¿Qué lee? ¿A quién? ¿Dónde? ¿Cuándo?
-Probablemente en el verano es cuando menos tiempo tengo para leer, por mi trabajo.
-¿Estas fechas son idóneas para.?
-Para aprovechar que mis hijos están sin clases para poder hacer más cosas juntos.
-El curso que viene se ha propuesto.
-No soy de proponerme grandes objetivos, por eso
conformaría con que la situación general de nuestra sociedad, como la de
mis amigos, y mi familia, no empeore hasta el punto de hacerme perder
el optimismo.
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