El impresionante mimetismo de esta vivienda con el entorno nace de un
planteamiento tan sencillo como idílico: abundan los materiales propios
de la zona y los accesos al exterior, que la conectan con la naturaleza.
Vida exterior,.
Sobre la original construcción cúbica encalada trepan las decorativas buganvillas típicas del sur. El ambiente exterior al completo es una clara invitación a relajarse al caer el sol. Pareja de sillas blancas, de Ikea. Cojines turquesas, de Zara Home. Complementos, de Teklassic.
Belleza natural, paz y armonía se entrelazan en esta sugerente vivienda,
que fue creada despacio, con la franca intención de provocar
sensaciones placenteras, que faciliten el descanso. El entorno juega un papel fundamental en esta mezcla de emociones; y es
que la casa, orientada al sur, se alza en pleno Parque Natural de los
Alcornocales —uno de los más grandes de Europa— a pocos kilómetros de la
atractiva ciudad de Tarifa y de sus idílicas playas. De la suma de tan
valiosos condicionantes surge cautivadora una potente energía positiva
que se desprende del edificio, de sus porches y del frondoso jardín que
lo rodea.
La distribución y organización del espacio interior juega con pequeños
desniveles, de tan solo cuatro o cinco escalones, que comunican las
zonas comunes con los dormitorios y los múltiples accesos a los porches y
terrazas. Una solución fantástica que salva las irregularidades del
terreno con elegancia y evita los extensos pasillos.Además, como medio de unificar todos los espacios, se optó por un suelo común de cemento pulido y por el predominio de materiales naturales, como la piedra y las vigas de madera vistas del techo. Una propuesta decorativa diferente, con un espíritu ecléctico de marcada influencia rural y elementos de estilos muy dispares en su decoración. Así encontramos muros de piedra vista, muebles y bancadas de obra encaladas y piezas de madera maciza sin tratar en armonía con modernas esculturas, lámparas de diseño y asientos clásicos del siglo XX.
Una mezcla tan natural como sofisticada, fiel reflejo de la personalidad y forma de vida de sus propietarios: una pareja de belgas que decidió emigrar a tierras más cálidas en busca de sol y nuevos horizontes. Y dado que entre sus prioridades destaca conocer lejanos paraísos, en ocasionan alquilan esta casa, denominada El Santuario, por semanas o, incluso, meses. Una fórmula ideal que, además, les permite compartir esta sensorial experiencia.
TÍTULO: No te pierdas El Rosedal de Buenos Aires-JARDINES.
Estamos en el mes de la plenitud. Los árboles llueven
flores azules y amarillas, los canteros explotan de colores y las rosas,
aunque compiten con salvias y Agapanthus, son las protagonistas
indiscutibles en el Parque 3 de Febrero, ubicado en el barrio de
Palermo. Antes de que lleguen las fiestas hacéte un lugar en la agenda
para visitarlo; debería ser una excursión obligada de todos los años.
El Parque del Rosedal o simplemente "El Rosedal", ubicado en el Parque Tres de Febrero, posee más de 18.000 rosales. Los terrenos en los que se encuentra eran conocidos como Bañado de Palermo y pertenecieron a Juan Manuel de Rosas, hasta que luego de ser derrotado en la batalla de Caseros le fueron confiscados y el paisajista Carlos Thays diseñó allí el Parque Tres de Febrero.
Fue Joaquín Anchorena, intendente de Buenos Aires entre 1910 y 1914, quien impulsó la idea de crear un jardín de rosas dentro del parque. Como Thays ya estaba retirado, fue el ingeniero agrónomo Benito Carrasco, discípulo de Thays; y que estaba al frente de la Dirección de Parques y Paseos, quien lo construyó sobre un predio de 3,4ha.
La obra se completó entre el 5 de mayo y el 22 de noviembre de 1914. En ese entonces se plantaron 14.650 rosales correspondientes a 1.189 variedades. Se dotó al jardín de una pérgola de estilo griego que bordea aún hoy al lago, un templete y un embarcadero. Se destacó siempre un puente de acceso de arquitectura griega, situado junto a la avenida Infanta Isabel.
Fue inaugurado el 24 de noviembre de 1914. En 1920 se le anexo un jardín de estilo andaluz, proyectado por Eugenio Carrasco, hermano de Benito y sucesor de éste en la Dirección de Parques y Paseos. En 1929 se le añadió al jardín un Patio-Glorieta Andaluz, regalado por el Ayuntamiento de Sevilla.
En 1994 la empresa YPF inició arreglos que duraron dos años para restaurarlo según los planos de 1914. En ese entonces se implantaron 10.000 nuevos rosales, de diversos obtentores. Entra las variedades de rosas que se encuentran en el lugar, las más comunes, son: "Elina", "Sevillana", "Johan Strauss", "Charles Aznavour" y "Frederic Mistral" y "Comtesse du Barry". La firma Meilland de Francia donó 2500 rosales de la variedad "Paris Yves de Saint Laurent".
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