TÍTULO; La telerrehabilitación llega a los lesionados medulares
El paciente puede realizar los ejercicios de movilidad desde su casa siguiendo las indicaciones de un programa informático
Los lesionados medulares del Hospital Nacional de
Parapléjicos de Toledo ya disponen de una nueva aplicación informática
para rehabilitarse desde su casa sin necesidad de desplazarse hasta el
centro para recuperar la movilidad de sus miembros superiores (hombro,
brazo, antebrazo y mano). Se trata del sistema TOYRA (Terapia Objetiva y
Rehabilitación Audiovisual), una plataforma terapéutica de base
tecnológica que enseña ejercicios a aquellos pacientes que aún pueden
recuperar la movilidad de un brazo o una mano sin moverse del sillón de
su casa.
Al igual que en un juego de ordenador, el paciente es el
protagonista de esta aventura virtual. Situado frente a una pantalla,
una especie de «avatar» de sí mismo realiza sus movimientos en tiempo
real a través de sensores colocados sobre el brazo. Durante la sesión
van apareciendo mensajes escritos y hablados que dan instrucciones
acerca de los pasos que el usuario debe seguir para mover correctamente
un miembro superior. Los pacientes realizan estos ejercicios para
ayudarles a recuperar la movilidad para llevar a cabo tareas de la vida
diaria como alimentarse, asearse o coger un objeto.
En opinión del responsable de la Unidad de Biomecánica y
Ayudas Técnicas del Hospital Nacional de Parapléjicos, el doctor Ángel
Gil, «es una novedad tecnológica de gran valor para la rehabilitación de
los miembros superiores de quienes han sufrido una tetraplejia por un
accidente de circulación o un ictus o de quienes tienen cualquier
problema ortopédico como una rigidez articular en un hombro tras una
fractura».
El servicio de TOYRA incorpora un software que puede
instalarse en el ordenador del paciente y que ha sido diseñado por la
multinacional tecnológica española Indra. Según su responsable de I+D en
el departamento de Sanidad, Alberto Bernal, «esta sofisticada
plataforma plantea una renovación en el proceso de rehabilitación
aplicando todas las ventajas de las nuevas tecnologías porque los
sensores captan con gran exactitud los movimientos del paciente». Las
ventajas para éste son varias: además de no tener que desplazarse al
hospital una vez ha sido dado de alta para seguir la rehabilitación,
aumenta su nivel de motivación pues «consigue una mayor participación
del paciente en tratamientos que habitualmente son largos, mide su
estado real, sus avances y almacena todos los datos para que el
profesional sanitario también pueda tener acceso a ellos y vea su
evolución», subraya el consejero de Sanidad de Castilla-La Mancha, José
Ignacio Echániz.
En ello coincide con Rosalía Mota, coordinadora de Terapia
Ocupacional del Hospital Nacional de Parapléjicos, quien resalta que
TOYRA añade un «componente lúdico al tratamiento al asignar puntuaciones
a los diferentes ejercicios y proporcionar una valoración objetiva de
los movimientos que va consiguiendo el paciente».
Para ello, el sistema se basa en el modelo de 'Cloud
Computing' que permite un seguimiento remoto desde el hospital. «Los
pacientes y centros que lo instalen también tendrán a su disposición las
actualizaciones del software de manera inmediata y sin coste adicional,
ya que al tratarse de un despliegue en la nube todos los clientes se
benefician de las mejoras», añade el consejero autonómico, para quien
este proyecto «pionero» marca «el camino imparable de la modernización
de la sanidad».
Investigación neuronal
El sistema TOYRA es un ejemplo de por dónde van las
investigaciones en el área de las lesiones medulares. En el caso del
Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, la Unidad de Biomecánica y
Ayudas Técnicas, la Unidad de Terapia Ocupacional y el Servicio de
Rehabilitación del hospital han trabajado juntos en este proyecto en
colaboración con Indra y la Fundación Rafael del Pino, una entidad
privada sin ánimo de lucro creada por el que fuera máximo dirigente de
Ferrovial.
Un accidente en el océano Índico mientras daba la vuelta al
mundo en barco en 2004 condujo a uno de los hombres más ricos del mundo
a una silla de ruedas y le sensibilizó sobre la lesión medular. Su
hija, María del Pino, que hoy dirige esta fundación, se muestra
orgullosa de uno de sus últimos logros, TOYRA: «Este proyecto hará
realidad la rehabilitación a distancia con el consiguiente ahorro de
recursos y el aumento de la comodidad de los pacientes».
TÍTULO; Dos y dos son cinco para el führer»
George Orwell anticipa en sus misivas parte de '1984' y la situación geopolítica tras la Segunda Guerra Mundial
El escritor angloindio ayudó en la Home Guard, un cuerpo
defensivo de voluntarios en suelo británico; trabajó en la BBC para el
servicio destinado a India y el Este asiático y, en 1943, se convirtió
en columnista y editor literario de la revista semanal Tribune. Este
puesto le proporcionó un buen número de cartas de admiradores y
detractores anónimos y conocidos que Orwell contestaba. Una profusa
comunicación postal que el escritor mantenía desde muy joven.
Ahora, una editorial inglesa -Liveright- publica una
reedición actualizada de 'George Orwell. A life in letters', un libro
que recoge algunas de esas cartas, donde se desvelan todo tipo de
asuntos: pensamientos filosóficos, las reglas del croquet, su visión
sobre los duendes, la sensación que le produjo la Guerra Civil española
en Barcelona -en la que participó como soldado y luego plasmó en
'Homenaje a Cataluña'- o sus predicciones de cara al futuro después de
la Segunda Guerra Mundial.
El 18 de mayo de 1944, Orwell le contesta a Noel Willmett,
quien le cuestionaba sobre el culto a la personalidad y los
totalitarismos. El escritor esboza en su contestación algunas de las
ideas que cinco años más tarde verían la luz en '1984' (1949). «Me temo
que, desgraciadamente, el totalitarismo está creciendo en el mundo»,
indica Orwell en su contestación. Además ofrece un pronóstico de lo que
iba a suceder en meses posteriores, prediciendo la victoria aliada:
«Hitler pronto desaparecerá, pero solo a costa de fortalecer a: 1)
Stalin 2) los millonarios americanos e ingleses y 3) todo tipo de
pequeños 'führers' al estilo de De Gaulle».
Y, además, le ofrece al señor Willmert como cree que será
la situación geopolítica. «Si la clase de mundo que temo llega, un mundo
de dos o tres superestados que no puedan conquistarse el uno al otro,
entonces dos y dos serán cinco si el führer así lo quisiera. Eso hasta
donde puedo ver, es la dirección en la cual nos movemos», indica Orwell
en su reflexión sobre los totalitarismos.
Unas ideas que luego reflejaría en '1984', donde las
personas han perdido sus pensamientos, la personalidad y su capacidad de
decidir. Todos vigilados por un gran hermano. Además de su acertada
visión de futuro, Orwell también alerta de la debilidad de las mentes
pensantes británicas. «La mayor parte de la élite intelectual inglesa se
opone a Hitler, pero solo a cambio de apoyar a Stalin. La mayoría de
ellos apoyan métodos dictatoriales, policías secretas y la sistemática
falsificación de la Historia siempre que beneficie 'a los nuestros'»,
comenta.
Economía
Cuando Orwell escribe la carta, reside en el barrio
londinense de Mortimer Crescent, donde cayó una de las famosas bombas V1
alemanas, lo que hace reflexionar a Orwell sobre el sentido de la
guerra: «Ellos no sienten ninguna enemistad hacia mí como individuo. Yo
tampoco hacia ellos. Solo están haciendo su trabajo. La mayoría de
ellos, no tengo ninguna duda, son buena gente y jamás cometerían un
asesinato en su vida privada. Por otro lado, si alguno consigue matarme
hoy, tampoco tendrá ninguna pesadilla. 'Están sirviendo a su país' y eso
parece que les absuelve de todo mal».
En su análisis, George Orwell no se olvida de la economía,
que está casi obligada -recordemos que estamos hablando de 1944- a estar
centralizada. «Están hechas (las economías) para funcionar en un
sentido económico pero no están organizadas democráticamente y tienden a
establecer un sistema de castas», añade el autor de '1984'.
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