Con cinco representantes del Real Madrid en la selección,
la polémica venta de Mesut Özil al Arsenal por 50 millones también
sacudió ayer la concentración de la Roja, que el viernes se enfrentará a
Finlandia en Helsinki camino del Mundial de Brasil. Excepto Iker
Casillas, que evitó hablar con la prensa por razones obvias, hubo
noticia, porque atendieron a los medios todos los internacionales
madridistas. Después de Nacho, el único nuevo en la absoluta, a quien no
se le preguntó por el alemán, Sergio Ramos, Arbeloa e Isco no tuvieron
inconveniente en dar su opinión y reconocer su sorpresa por el traspaso
de «un jugador único», como le calificó el central sevillano.
El día después de que durante la presentación de Gareth
Bale la afición gritase «¡Özil no se vende!» y Florentino Pérez mandase
callar al Bernabéu, Sergio Ramos se mostró contundente, porque el adiós
de Özil ha dejado tocado el vestuario madridista. «Si yo tuviese que
decidir, Özil sería de los últimos que elegiría para que se fuera del
Real Madrid, pero él es el que ha decidido y el club también», lamentó
el defensa andaluz, que no ocultó que en la marcha de su «amigo» Özil ha
influido Carlo Ancelotti. Sin embargo, también ha pesado, y mucho, la
necesidad del Madrid de financiar la mitad del fichaje de Bale con el
traspaso del alemán y la negativa de la entidad a revisar el contrato
del centrocampista.
Özil y Ancelotti
«En los últimos días me di cuenta de que no contaba con la
confianza del entrenador», ha asegurado el propio Özil, desplazado por
Isco y Bale, y empujado por Ancelotti, a abandonar el Madrid para jugar
con asiduidad. El caso es que la marcha del mediapunta alemán de origen
turco, al igual que el 'caso Casillas', también ha conseguido dividir al
madridismo y supone, según reconoce Arbeloa, «una pérdida bastante
grande en el vestuario, en la parte humana y también futbolísticamente».
«Özil es un jugador distinto. Como él no hay otro en el mundo. Marca
diferencias. Para todos los aficionados también habrá sido una marcha
dura y difícil, porque Mesut se hacía querer, y no solo por lo bueno que
es», subrayó el lateral derecho del Real Madrid.
Arbeloa desveló que Özil «medio se despidió el domingo
(tras la victoria ante el Athletic)», pero el salmantino llegó a pensar
«que Mesut estaba de broma». «Es una pena que se marche», apuntó
Arbeloa, dolido, al igual que Ramos e Isco, con la forzada despedida de
un futbolista a quien, pese a su indiscutible talento, el club siempre
ha acusado, además de ser demasiado irregular, de llevar una vida
bastante desordenada fuera de los terrenos de juego. «Te da pena que se
vaya. Es un amigo y un grandísimo jugador», coincidió en señalar Ramos,
que siempre ha tenido «un 'feeling' tremendo» con su ya excompañero. «No
sé si Özil se marcha contento o decepcionado, pero son cosas más
personales. Cada entrenador decide lo que cree mejor en cada momento y
Özil ha tenido que decidir su futuro», insistió uno de los capitanes
blancos.
Tampoco rehuyó tan controvertido traspaso un recién llegado
al Real Madrid y a la selección absoluta como Isco, otro «sorprendido»,
ya que el alemán que costó 15 millones hace tres años «hace poco dijo
que quería seguir en el Madrid». «Y de un día para otro no podemos
contar con su calidad. Es un magnífico jugador, con mucha calidad y
visión de juego y capaz de desequilibrar cualquier partido», apuntó
Isco, que sin embargo, sí se alegró por el fichaje de Bale. «Ya era hora
de que viniese, porque todos los días estaba la prensa con lo mismo. Es
un grandísimo jugador y nos va a ayudar mucho», auguró el joven
mediapunta de Benalmádena, convertido ya en un ídolo del Madrid tras su
brillante inicio de temporada.
Después de que el Real Madrid cerrase con Özil el último
día del mercado el traspaso más caro de su historia -tras el de Robinho e
Higuaín-, Khedira, a quien no le ha sorprendido la venta de su
compatriota, llegó a asegurar que el club blanco rechazó una oferta de
40 millones por él, procedente del Manchester United. Al final tampoco
vendió el Madrid a Coentrao, cuando la afición blanca reclamaba su
salida inmediata, al igual que la de Kaká. Sin embargo, la mayoría de
los seguidores madridistas, al igual que los miembros de la plantilla,
no entiende que Florentino se haya desprendido de Özil.
«Siempre lo mismo»
«¡Ya estoy cansado de siempre lo mismo!», respondió con
malestar Arbeloa en Las Rozas cuando se le insistió sobre la suplencia
en el Real Madrid de Casillas, que también pudiera perder con España la
titularidad en Finlandia, en beneficio de Valdés. «No hay debate en el
selección ni en el Madrid», aseguró el lateral derecho salmantino, uno
de los pocos futbolistas de la plantilla blanca que estaba realmente
unido a José Mourinho. Sergio Ramos -foto-
TÍTULO; CATALINA SANDINO MORENO, UNA INTERPRETACIÓN SIN PALABRAS EN LA MOSTRA DE VENECIA,.
-foto-Catalina Sandino Moreno ha tenido que usar la mirada, los gestos y el
cuerpo para interpretar a Christina, la madre de una complicada familia
en Medeas, un filme presentado en la Mostra de Venecia que se desarrolla en silencio en un hostil medio rural."Es un desafío para un actor cuando recibe un guión como este, donde no hablas, no dices ni una palabra en todo el filme. Es un desafío para interpretar y para sentir", explicó la actriz colombiana, única representante de su país en la Mostra.
Medeas, dirigida por Andrea Pallaoro y que compite en la sección Horizontes, centrada en las nuevas tendencias, cuenta la historia de una familia en una zona rural indeterminada en un momento indeterminado.
El silencio físico y emocional que existe entre los miembros de la misma oculta una compleja maraña de relaciones. Y ha sido ese silencio lo más difícil de afrontar para la actriz.
"Cuando me reuní con él (el director) por primera vez, me explicó cuál era el desafío, pero me dijo que lo afrontaríamos juntos, con su ayuda, y yo creo que hemos realizado un buen trabajo", resaltó en la rueda de prensa la actriz, que en 2004 ganó el Oso de Plata a la mejor interpretación femenina de Berlín por María, llena eres de gracia.
"Quería que reaccionáramos de forma natural, que sintiéramos de forma natural. Nos dio todas las opciones posibles, y luego éramos nosotros los que teníamos que decidir cómo debíamos reaccionar en base a nuestros sentimientos", explicó.
Pallaoro no impuso nada. "Si hubiese controlado más las interpretaciones, no hubiera salido así", opinó la colombiana.
Medeas, que se rodó en 21 días, se centra en "los comportamientos extremos del ser humano", señaló el realizador, que consideró que es en esos momentos en los que se puede "entender quiénes somos".
Desde el principio se obsesionó con capturar los pensamientos de los actores y de los personajes y para ello permanecía con los intérpretes todo el tiempo, incluso en sus momentos de intimidad, para poder "entender quiénes son, sin usar el lenguaje".
En esa ausencia de palabras, tuvo especial importancia la fotografía, inspirada en filmes antiguos y en la pintura.
Pero lo que el director buscaba era concentrarse "en lo que estaba fuera del fotograma y no en lo que está dentro. Usar el fotograma dentro del fotograma para contar la historia".
Una historia que se desarrolla en un escenario desértico que se convierte en un personaje más del filme y en el que las duras condiciones de vida funcionaron como elementos para "subrayar el mundo de esos personajes".
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